Ojarasca 49  mayo 2001

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Injusticia expedita

 
Algunos trámites judiciales sorprenden por su rapidez. El pasado mes de abril los indígenas que han migrado al Cañón Buena Vista, en el municipio bajacaliforniano de Ensenada, fueron víctimas de esta prisa legal. Apenas un día después de haber sido liberados bajo caución, se giró orden de reaprehensión en contra del dirigente del Movimiento Indígena por la Unificación y Lucha Independiente (miuli), Julio Sandoval Cruz, y dos de sus compañeros. Con esto Álvaro de la Rocha y Federico Corral pretenden detener, al menos por algún tiempo, la lucha de los indígenas migrantes por hacerse de un pedazo de tierra.

En este largo conflicto hasta el gobierno de Baja California tiene cola que le pisen. Hace más de diez años el gobierno estatal, por medio de su inmobiliaria, puso en venta tierras propiedad del gobierno federal. Por eso, a pesar de que los habitantes del poblado han cubierto el 93 por ciento de todos los pagos, todavía no se han entregado títulos de propiedad. A los indígenas les llevó tres años de gestiones descubrir quién era el propietario verdadero de las tierras en litigio; un ritmo más frecuente en la administración de justicia.

A este fraude se le suma el de los señores de la Rocha y Corral, antes mencionados, que también vendieron propiedad federal, y que se han defendido con no menos de 18 demandas legales frente a los indígenas del miuli .

En un capítulo, que promete no ser el último de este embrollo legal, seis miembros de la organización india fueron detenidos, el pasado 26 de marzo, de manera ilegal y violenta. No fueron presentados ante la autoridad judicial, sino llevados directamente a la cárcel. Después de amplias gestiones, que incluyeron el pago de una fianza por parte del Instituto Nacional Indigenista, gozaron de unas cuantas horas de libertad bajo caución. Al recibir la noticia de que sus delitos habían sido reclasificados y no alcanzaban fianza, decidieron no presentarse ante las autoridades por miedo a nuevas anomalías jurídicas.

El miuli ha iniciado una serie de actividades en defensa de sus compañeros, entre ellas está una carta que dirigieron al presidente Vicente Fox, en la que reafirman su disposición a "comprar los terrenos a su dueño legal (el gobierno federal) a un precio justo, y al alcance de nuestras necesidades y considerando la precaria situación en la que vivimos, no queremos que nos la regalen".

Ensenada, antiguo puerto y refugio de pescadores, es tierra de migrantes. Hasta allá han llegado para establecerse grupos de todo el mundo. Cuenta incluso, con una importante colonia rusa. Para todos ha habido espacio, ¿no lo habrá para los migrantes indígenas que han realizado por décadas las labores más pesadas de su agricultura local?
 
 

Eugenio Bermejillo

 
 

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