DINERO
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Ť ¿Cómo hacerse millonario? (2)
Ť López Obrador, su asesor
Ť Don Roberto, el traspié del 97
1995 - 96: En estos dos años se decide el futuro de muchos banqueros; la crisis los ha dejado en una posición débil. Algunos terminarán en la cárcel (Cabal, Lankenau); otros serán detenidos pero recuperarán su libertad (El Divino Rodríguez); algunos perderán sus bancos (Sada, Legorreta.) Pero otros saldrán más ricos. Uno de ellos será don Roberto. Su cercanía al presidente Zedillo tal vez juega un papel determinante.
No tiene cash
1996: ZEDILLO ES CONVENCIDO de rescatar a los bancos. El mecanismo parece sencillo: el gobierno les comprará la cartera vencida. El problema es que no tiene cash. Entonces la compra se hace con pagarés a largo plazo y con un alto interés. PAN y PRD se inconforman. Acusan al presidente de pasar por encima de la Constitución pues está endeudando al país sin autorización del Congreso. Por otro lado, el esquema está dando lugar, dicen, a una escandalosa corrupción. Es inútil. El PRI tiene mayoría. No hay de otra, afirma Zedillo, pero dos financieros que no están en el Fobaproa lo contradicen. El ex dueño de Bancomer, Manuel Espinosa Iglesias, apunta una salida: que los banqueros vendan sus propiedades no indispensables y paguen sus deudas. Eso no le conviene a don Roberto. Tiene un banco en Argentina, el Bansud, y es socio de Avantel. ¿Para qué deshacerse de ellos si el gobierno va a asumir sus pérdidas? Otro empresario, Carlos Slim, complementa a don Manuel: que cubran sus pérdidas con sus propias utilidades y el gobierno les facilite todo el tiempo necesario para hacerlo. Zedillo pone oídos sordos.
Otro traspié
1997: EL 6 DE JULIO LA SUERTE de don Roberto vuelve a ensombrecerse. El PRI, el partido a cuya sombra ha hecho su fortuna, pierde el control de la Cámara de Diputados. PAN y PRD forman la nueva mayoría y amenazan con abrir la panza del Fobaproa. El diputado panista Santiago Creel prepara una denuncia de juicio político contra los operadores del rescate: Guillermo Ortiz (Banxico), Eduardo Fernández, (CNBV) y Javier Arrigunaga, director del Fobaproa.