jueves Ť 24 Ť mayo Ť 2001
José Steinsleger
Pasión trasandina
Ella fue Miss Universo y él sigue siendo galán sin par de la democracia continental. Ella soñaba "con quién compartir y hablar de los libros de Paulo Coelho y Fernando Savater" y él con ser tres veces presidente. Ella tiene fama de romper hogares y él de haber firmado el decreto mil 26 que ordenó el desalojo de su mujer y sus dos hijos de la residencia presidencial (1990).
"La Cecilia es así con sus pololos (novios)", dicen los fans de la Bolocco en Chile. "El presi no perdona a ninguna", aseguran en Argentina los amigos del ex gobernante Carlos Menem. El romance arrancó a mediados de 1999, cuando la Cecilia lo entrevistó en su hacienda de Anillaco (La Rioja) para su programa de televisión y ambos, sin bajar los ojos, empezaron a llamarse "nena" y "dulcito".
šConfirmado!... Cecilia Bolocco se convertirá en "señora de", con fuertes posibilidades de llegar a ser primera dama de los argentinos en 2003. Y como la dictadura mediática decidió que de nada más hay que hablar, la "bolocología" tiene obnubilado al público trasandino.
De la trayectoria romántica de Menem ya mucho se ha comentado. En cambio, la de Cecilia Bolocco no ha ido más allá del efímero reinado de Miss Universo 1987 y del papel de villana que protagonizó en la telenovela Morelia, una de las primeras producciones chilenas que circularon por América Latina (1995).
Ejercitemos la memoria. Antes de dar el "sí" al argentino que la dobla en edad, la Cecilia fue la Karina Lafontaine de aquella telenovela en la que jugó el papel de mujer sensual, manipuladora y arribista, de ésas que seducen compulsivamente a los maridos ajenos y engañan al propio.
Muerta de envidia, la diva argentina Susana Giménez, menemista de alma y cuerpo, declaró: "Su papel en la vida real". La Cecilia no se quedó callada y respondió con displicencia: "Ella en su mejor momento fue vedette. Yo, en cambio, fui premiada en Estados Unidos por cubrir la Guerra del Golfo para la CNN".
Cuando Menem la visitó por primera vez en su residencia de Miami, una revista del corazón publicó las fotos de la pareja paseando en yate. Kike Morandé, compañero de la estrella en el programa Viva el lunes, montó en cólera: "Ese muelle lo barnicé yo. ƑA todos los va a llevar a Miami?".
Morandé había abandonado a su esposa. Dos años más tarde la Cecilia lo mandó por un tubo y El Kike, cara visible de la campaña Unir a la familia, impulsada por la Iglesia católica, volvió a casa pidiendo perdón. Después, el ungido fue Keko Yunge, con quien apenas duró meses. Pilísima, la Cecilia los invitó al programa Kike, Keko y yo y consiguió 30 puntos de rating, copiando la fórmula de Moria Casán (120-70-120), otra diva de audaz militancia menemista.
Tras su consagración como Miss Universo 1987, el cantante Julio Iglesias puso el ojo en aquella chica de clase alta y reina de belleza de su colegio inglés. Pero su padre, un fabricante de televisores que había quebrado durante el gobierno de Salvador Allende, le manifestó que "la nena" estaba reservada para otro candidato: Pinochet.
Pinochet y la Cecilia festejaron la coronación en el balcón presidencial de La Moneda. Un año después participó en la campaña electoral con un spot que la mostraba recibiendo la corona, en el que llamaba a votar por la continuidad del genocida. El plebiscito fue adverso al tirano, pero la Cecilia se ganó el corazón de la gente decente de Chile y el del productor estadunidense Michael Young, con quien se casó en 1989.
La boda fue televisada a todo el país. No obstante, allí también las cosas salieron mal luego que el Frente Patriótico Manuel Rodríguez puso una bomba de estruendo y arruinó la ceremonia. La detonación causó la estampida de los mil invitados y la agasajada quedó inmovilizada allí, con su vestido de novia que pesaba 14 kilos.
La separación vino en 1995. La Cecilia lloró frente a las cámaras y con calculada mala leche habló de la "opción sexual" de su marido. El Canal 13, vocero oficioso de la Iglesia, la contrató por 50 mil dólares mensuales. Y el lavado de cerebro de los programas Viva el lunes y La noche de Cecilia hizo las delicias del pinochetismo y la concertación.
En febrero del 2000, el diario La Nación de Santiago publicó una foto de Bolocco bailando durante la inauguración del Festival de Viña del Mar. La sociedad chilena sonrió con la cabeza agachada. šNunca antes la habían visto tan completamente depilada! Ante el escándalo, ella comentó: "Lo único que demuestra esa foto es que puedo levantar la pierna hasta bien arriba".
Hoy, poco resta de aquella pose de mujer conservadora atada a los valores católicos de la alta sociedad chilena. Cecilia Bolocco cambió la Biblia por los libros de new age, la filosofía oriental y los inciensos, habla de profecías y poderes sobrenaturales y desmiente que haya coqueteado con el prófugo de la justicia Alberto Fujimori, cuando era presidente del Perú.
El desposorio Menem-Bolocco tendrá lugar en Anillaco, el sábado próximo. Están todos invitados.