JUEVES Ť 24 Ť MAYO Ť 2001
Orlando Delgado
Etica bancaria
En mayo del año pasado, en medio de la campaña electoral, los accionistas mayoritarios de Banamex hicieron una oferta para comprar Bancomer; la propuesta intentó detener el proceso en venta al Banco Bilbao-Vizcaya Argentina (BBVA) que prácticamente se había formalizado. El interés de Roberto Hernández y de Alfredo Harp no era, como se evidenció, reforzar su presencia en el mercado, sino simplemente comprar Bancomer para vender mejor Banamex; esta descarada intentona especulativa provocó una durísima declaración de Carlos Slim, quien textualmente dijo: "Pienso que es una vergüenza y cinismo que en lugar de vender esos activos para pagar sus quebrantos y cubrir cartera transferida al Fobaproa, los usen para comprar Bancomer".
En este mes de mayo, los accionistas mayoritarios de Banamex lograron vendérselo al célebre banco estadunidense Citigroup en 12 mil 500 millones de dólares, la mitad en efectivo y la otra mitad en acciones del grupo financiero norteamericano; esta celebridad no deriva de su apego a las "sanas prácticas bancarias", sino de su participación en conocidas operaciones irregulares, como las de Raúl Salinas. La reacción de los llamados agentes financieros ante el anuncio de la venta fue eufórica: el peso se apreció 19 centavos, cotizándose el dólar en 8.97; las acciones de todos los grupos financieros tuvieron alzas significativas y el indicador global ganó 5.95 por ciento en la jornada más activa de la historia de la bolsa. El presidente Fox se unió a la euforia financiera celebrando la caída del dólar frente al peso, ya que "una moneda como la que hoy tenemos, fuerte y sólida, le da poder adquisitivo a 100 millones de mexicanos"; esta fortaleza del peso y de la economía, según él, se ratifica con la venta de Banamex: "es un derivado de las excelentes condiciones económicas que hay en el país".
Hace un año, Slim tenía razón. Doce meses después, su señalamiento sigue siendo válido: la vergüenza y el cinismo permanecen, los vendedores de Banamex debieran pagar inmediatamente sus quebrantos y la cartera cedida al Fobaproa. De acuerdo con la información contenida en el Boletín Estadístico de Banca Múltiple de diciembre de 2000, publicado por la Comisión Nacional Bancaria, Banamex mantenía operaciones con el Fobaproa o el IPAB por 63 mil 409 millones de cartera y 2 mil 639 millones de bienes adjudicados, es decir, 66 mil 48 millones; con el dinero en efectivo que recibirán: 56 mil 62 millones, al tipo de cambio del día del anuncio de la venta del banco, podrían cubrir 85 por ciento de esos adeudos con el Fobaproa, que son, en realidad, adeudos a la nación.
En lugar de cumplir con esta enorme responsabilidad social, los accionistas mayoritarios de Banamex, junto con todos los accionistas de los bancos que han sido vendidos a grupos extranjeros, celebran el fortalecimiento de una institución financiera norteamericana, ya que, como dice Guajardo Touché, presidente del Consejo de Administración de BBVA Bancomer, se "elevará la valuación de mercado de los bancos mexicanos frente a la inversión nacional y extranjera". Esta valuación del mercado no es, por cierto, la que indica si cumplen eficientemente con su función: intermediar entre la captación de recursos del público y su colocación en operaciones de crédito; el mercado lo que valúa es si la empresa bancaria es rentable y, en consecuencia, si el valor de sus acciones va al alza.
La información financiera de Banamex ilustra la naturaleza del negocio bancario después de la profunda crisis de 1994-95: en el estado de resultados, que informa de la estructura de las utilidades, se aprecia que en los ingresos por intereses, los generados por la cartera de crédito cedida al Fobaproa representaron 18.2 en 1998 y 1999, y llegaron a 19.9 por ciento en el 2000; si estos ingresos se comparan con las utilidades netas de esos años, representan 209.3, 158.4 y 113.3 por ciento, respectivamente.
Así las cosas, los pagares Fobaproa explican la rentabilidad de este banco y son, en consecuencia, la razón por la que se compra Banamex; recordemos que el Citibank demandó al IPAB por el pago anticipado del pagaré Fobaproa de Confia, banco que adquirieron justamente por los intereses que generan esos pagarés.
Mac The Knifd, el personaje de Bertolt Brecht en La ópera de tres centavos, decía: "Ƒqué es una ganzúa comparada con un paquete de acciones? ƑQué es un asalto a un banco comparado con la fundación de un banco?". Y hoy, ese mismo personaje preguntaría: Ƒqué es un asalto bancario comparado con la venta de un banco que vive gracias al apoyo otorgado con recursos públicos?