JUEVES Ť 24 Ť MAYO Ť 2001

Ť Hoy renunciará al Partido Republicano y los demócratas podrían ser mayoría

Jim Jeffords, el legislador que podría cambiar el balance de poder en el Congreso de EU

JIM CASON Y DAVID BROOKS

Washington, 23 de mayo. Un solo senador republicano podría provocar un cambio dramático en el balance del poder en esta capital esta semana, que resultaría en un golpe mayor contra la agenda del presidente George W. Bush.

El senador federal de Vermont, Jim Jeffords, informó hoy a su equipo de asesores durante una reunión privada que este jueves tiene la intención de renunciar su afiliación con el Partido Republicano, declararse legislador independiente y votar a favor de que los demócratas obtengan el liderazgo de la Cámara alta, según reportó el diario The Washington Post.

Con el Senado dividido entre 50 republicanos y 50 demócratas, la decisión de Jeffords resultaría en que los demócratas asumieran el control de la Cámara alta (incluyendo las presidencias de todas las comisiones y subcomités) así como del calendario y manejo legislativo. (Los republicanos han mantenido el control ya que por reglas del Senado, el voto para romper empates está en manos del vicepresidente, en este caso, el republicano Dick Cheney).

La decisión de Jeffords podría poner en jaque partes claves de las iniciativas legislativas republicanas, generando dudas sobre si Bush podrá ganar la aprobación del Senado no sólo para sus candidatos a embajadores y jueces federales, sino también para sus propuestas de reducción de impuestos y reformas mayores de políticas militares, ambientales y económicas. A principios de esta semana, Bush y su vicepresidente Cheney se reunieron con Jeffords para intentar convencerlo de no abandonar a su partido, y de nuevo hoy varios republicanos se reunieron con el senador moderado con el mismo propósito.

"Esto parece un funeral"

El líder de la mayoría del Senado, el republicano Trent Lott, comentó esta tarde que aún esperaba que Jeffords cambiara su decisión, pero al finalizar la jornada funcionarios de la Casa Blanca comentaron a reporteros que esperan que Jeffords anuncie su retiro del partido en una conferencia de prensa citada para este jueves en Vermont. "Esto parece un funeral", comentó esta tarde un alto funcionario de la Casa Blanca a Associated Press.

"Esto sería un boom sísmico como no hemos sentido en mucho tiempo aquí en Washington", señalo el analista republicano Scott Reed en una declaración al diario The New York Times.

Bajo las reglas del Senado, si los demócratas toman el mando, el senador Lott inmediatamente sería sustituido por Tom Daschle, senador demócrata de Dakota del Sur, y actual líder de la minoría demócrata.

Además, el senador Jesse Helms tendría que ceder la presidencia del Comité de Relaciones Exteriores a su colega demócrata Joe Biden, y los demócratas también ocuparían todas las demás presidencias de los comités de la Cámara alta.

Suponiendo que Jeffords anuncie su cambio mañana, el nuevo poder de los demócratas en el Senado podrá ser ejercido bloqueando iniciativas impulsadas por Bush y aprobadas por la Cámara baja, donde una mayoría republicana mantiene un firme control.

No obstante, republicanos alarmados se dedicaron hoy a promover, lo más rápido posible, la aprobación del recorte de impuestos por 1.3 mil millones de dólares -la iniciativa más importante de Bush- y la Casa Blanca instaba al Senado a resolver las diferencias entre su legislación y la versión ya aprobada por la Cámara para jeffords asegurar la aprobación final del proyecto de ley esta misma semana (de repente, el Senado se ha vuelto ejemplo de eficacia).

Jeffords es uno de un grupo cada día más pequeño de legisladores republicanos moderados dentro de un partido que se ha vuelto crecientemente conservador durante las últimas dos décadas, pero no será el primer político de alto perfil en cambiar partidos en este país. Un total de 15 legisladores federales han cambiado de afiliación partidaria en los últimos 20 años -14 de los cuales eran demócratas- que se convirtieron en republicanos. Varios republicanos comentaron hoy que no están completamente sorprendidos de que Jeffords pudiera abandonar el partido, señalando que Vermont es uno de los estados más liberales del país y que el electorado de ese estado es el que eligió al único representante que abiertamente se declaró socialista hace una década y que permanece en la Cámara hoy día.

No obstante, varios republicanos comentaron a medios locales aquí que la Casa Blanca tiene en parte la culpa por la aparente decisión de Jeffords.

Después de que el senador votó contra una primera versión del proyecto de ley sobre reforma tributaria promovido por Bush, funcionarios de la Casa Blanca expresaron su irritación al amenazar venganza contra Jeffords vía la reducción de subsidios agrarios a los granjeros de productos lácteos de su estado, y no extendiéndole una invitación a una ceremonia de la Casa Blanca en honor a un maestro de Vermont nombrado "El maestro del año".

Asesores de la Casa Blanca insistían hoy en que jamás tuvieron la intención de castigar a Jeffords y sugirieron que tal vez los republicanos del Senado tenían la culpa del mal manejo de las relaciones con este miembro moderado.

Pero también comenzó la contraofensiva: los republicanos intentan convencer al senador demócrata Zell Miller, de Georgia, a unirse a sus filas para contrarrestar el cambio anticipado por Jeffords. "La Casa Blanca está en hipervelocidad para lograr que cambie Miller", explicó el senador demócrata Kent Conrad The New York Times.

Todo esto ha generado una tormenta de rumores: Ap informó esta tarde que el senador republicano moderado de Rhode Island, Lincoln Chafee, un político que frecuentemente votaba junto con Jeffords, no ha descartado cambiar de partido y sumarse a las filas del opositor Demócrata. Por otro lado, algunos evalúan el impacto de una posible investigación fiscal contra el senador demócrata Robert Torricelli, ya que no es imposible que tenga que retirarse del Senado si procede un caso en su contra. Para terminar, siguen las ansias republicanas sobre la vitalidad de Strom Thurmond, el senador republicano de 98 años, cuyo estado de salud podría acabar con su retiro (voluntario o involuntario) de la Cámara alta.

La urgencia de los republicanos para promover su agenda legislativa hasta ahora tenía más que ver con la condición de Thurmond, ya que su retiro implicaría el cambio de control a manos demócratas. "Siempre habíamos pensado que esto ocurriría de otra manera, lo único sorprendente es cómo ocurrió", afirmó el senador republicano Charles Grassley, quien ahora anticipa perder su puesto como presidente del Comité de Finanzas.