CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Ť Talk show de Tv Azteca
Ť La pesadilla de un extra
La historia de Juan es, probablemente, el sueño de muchos, que embelesados por la alucinante promesa de salir en la tele convierten su vida en una pesadilla.
JUAN, DE apellidos Campos Ramírez, se enfrentó a los empleados de un programa de Televisión Azteca, según consta en una indagatoria presentada en abril de este año ante las autoridades correspondientes de la procuraduría y recibió una respuesta contundente: "Haz lo que quieras, nosotros somos muy poderosos, nada más cuídate las espaldas porque te vamos a matar, nosotros nos pasamos a las autoridades por el arco del triunfo".
ASI DICE el texto de la averiguación previa número 32/929/00-04, presentada en la Fiscalía Desconcentrada en Coyoacán, cuya copia se halla en los archivos de Ciudad Perdida y donde se relata un acontecer que llevó a Juan a pedir la ayuda de la procuraduría.
LA HISTORIA se inicia el 16 de enero de este año. Juan "caminaba sobre la avenida Periférico, frente a las instalaciones de Televisión Azteca, sin saber el número --dice la averiguación previa--, esto siendo las 15:40 horas y que estando frente a dichas instalaciones, un sujeto del sexo masculino que posteriormente se enteró, responde al nombre de Roberto Romagnoli, quien le manifestó si quería ser panelista del programa Cosas de la vida que conducía la señora Rocío Sánchez Azuara y que consistía en que actuara en dicho programa y que simulara que: "prostituía a su esposa, que traficaba con niños y que vendía droga" (el entrecomillado es del original), a lo que el querellante manifestó que nunca había actuado".
ASI EMPEZO aquel episodio convertido ahora en uno de los lapsos más tormentosos que hubiera sufrido. Juan estaba indeciso, si bien eran ciertas sus dudas sobre si pudiese o no estar frente a una cámara de televisión, también lo era la tentación de los 200 pesos que se le ofrecieron por aquel breve momento.
JUAN ACEPTO, pero hizo una advertencia: diría la verdad, es decir que nada de lo dicho en el programa era cierto, "por lo que el señor Magnoli (Romagnoli) le manifestó que no dijera eso porque si no se caía todo el programa".
DESPUÉS, YA durante la transmisión, según el declarante, recibió una llamada de un sujeto del que no recordó el nombre, pero quien le dijo que era parte del programa de Sánchez Azuara. Al pasar la llamada al aire, el sujeto empezó a insultar a Juan, le dijo que era un "méndigo, un desgraciado, un perro y que él se iba a quedar con su esposa (la mujer que se hallaba en el programa simulando ser su mujer) porque estaba esperando un hijo de él".
MIENTRAS ESO sucedía frente a un gran auditorio, Roberto Romagnoli llamaba la atención de Juan y mediante algunas señas le pedía que se levantara de su asiento y que respondiera para provocar al público.
ESE MISMO día el hombre tuvo que ser trasladado a un hospital porque se "sintió mal"; después, ya repuesto, tendría que afrontar otra consecuencia de su debut frente a las cámaras de televisión.
ASI, CON el peso de la experiencia, sin el dinero que le habían prometido, Juan llegó a su domicilio, "que en ese entonces era un templo evangélico ubicado en la avenida San Rafael Atlixco número 78, en la colonia San Francisco Tlaltenco, en la Delegación Tláhuac".
ENTONCES RECIBIO la siguiente sorpresa: sus familiares y él mismo habían sido "desalojados" del templo debido a las acusaciones que recibió durante el programa. Juan decidió, en ese momento, regresar a Televisión Azteca en busca de respuestas a lo sucedido.
YA EN las instalaciones de la televisora le dijeron simplemente que se retirara del lugar pues en caso contrario "lo iban a golpear". Juan se alejó, pero hizo público su problema en una carta a un medio de difusión.
TRES DIAS después Juan empezó a recibir llamadas de un hombre llamado Eduardo Israel, "quien dijo ser asistente de Rocío Sánchez Azuara, quien le dijo que ya no moviera nada de este asunto y que no dejara en mal a la señora Sánchez Azuara, y le ofreció 38 mil pesos o un vehículo de la marca Volkswagen tipo Jetta modelo 1985.
JUAN DECIDIO en ese momento no aceptar la oferta y entonces se le proporcionaron algunos teléfonos para que hiciera saber la respuesta.
JUAN FUE a Televisión Azteca y allí, un par de mujeres del programa A quien corresponda le dijeron que los números no correspondían a la televisora. Más tarde recibió otra llamada de Eduardo Israel, quien sentenció: "Haz lo que quieras, nosotros somos muy poderosos, nada más cuídate las espaldas porque te vamos a matar, nosotros nos pasamos a las autoridades por el arco del triunfo".
LA PROCURADURIA tiene en sus manos el asunto, Juan tiene miedo y en la televisora el show continúa.