JUEVES Ť 24 Ť MAYO Ť 2001

Ť Mujeres, migrantes y niños, los más vulnerables, dice

Aumentan peligrosamente trabajo forzado y tráfico de personas: OIT

KYRA NUÑEZ CORRESPONSAL

Ginebra, 24 de mayo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) comprueba que migrantes, mujeres y niños son especialmente vulnerables, y que aumenta peligrosamente el trabajo forzado y la trata de seres humanos en todo el mundo, prácticas que considera "terribles plagas contra la libertad".

En el estudio Alto al trabajo forzoso, publicado hoy en Ginebra, se resalta que hay "nuevas e insidiosas formas" de estos crímenes, y que es "profundamente inquietante" porque "la esclavitud, la opresión y la explotación, especialmente de mujeres y niños, en las clases vulnerables, no son absolutamente cosas del pasado", según declaraciones de Juan Somavía, director general de la OIT.

"A la luz de estas comprobaciones, el mundo entero tiene que hacer un examen de conciencia y promover la acción para abolir el trabajo forzado y las a menudo terribles condiciones de vida y laborales que acompañan su desarrollo", advirtió.

Los principales destinos del tráfico de personas son los centros urbanos de los países más ricos: Amsterdam, Bruselas, Londres, Nueva York, Roma, Sidney y Tokio, entre otras capitales identificadas por la OIT, pero también los países en desarrollo y transición. Otros, como Albania, Hungría, Nigeria y Tailandia pueden actuar a la vez como puntos de origen, destino y tránsito.

Sobre los indígenas, la OIT denuncia que son víctimas de prácticas de reclutamiento coercitivas en zonas rurales, para terminar en condiciones de esclavitud en plantaciones agrícolas o en el servicio doméstico.

Advierte que la pobreza, el desempleo, los conflictos civiles, la represión política y la discriminación por motivos raciales o de género contribuyen a crear un ambiente propicio a la explotación de las personas vulnerables por parte de los traficantes; en Europa, por la ruptura de la antigua Unión Soviética, y en Norteamérica, por la explotación laboral de inmigrantes clandestinos, pero también por la actividad del sexo: no menos de 50 mil mujeres y niños son objeto de este tráfico con destino a Estados Unidos.

La OIT afirma en el estudio que un primer paso, esencial, para eliminar el trabajo forzoso es que los gobiernos sean asistidos en la identificación de la naturaleza y las dimensiones del problema dentro y fuera del ámbito nacional, pues un país no puede afrontarlo solo dado el esfuerzo demasiado grande que se requiere.

La complejidad del problema requiere una combinación de medidas contra la pobreza y regular los mercados, así como el poner en vigor los programas internacionales de la OIT para la eliminación del trabajo infantil (IPEC) y el tráfico de seres humanos.