JUEVES Ť 24 Ť MAYO Ť 2001

Ť Protestas del público durante una función en Berlín

Montaje alemán de Hamlet con actores neonazis arrepentidos

Ť El director paseó a sus skinheads por esa ciudad

DPA

Berlin, 23 de mayo. El director Christoph Schlingensief, considerado el ''enfant terrible" del teatro contemporáneo alemán, estrenó anoche en esta ciudad su controvertido proyecto Hamlet, en el que actúan neonazis presuntamente dispuestos a dejar la militancia extremista.

La función, que se efectuó anoche en el teatro Volksbuehne, en el contexto de la versión 38 del festival Encuentro de Teatro de Berlín, se vio interrumpida en diversas ocasiones por las protestas del público.

Este miércoles, Schlingensief paseó a sus ex neonazis por lugares históricos de la capital, entre ellos el edificio del Reichstag. Les sirvió de guía el jefe del grupo parlamentario Verde, Rezzo Schlauch.

El grupo se acercó también al cementario de Berlín-Dorotheenstadt, donde depositó una ofrenda en la tumba del poeta y dramaturgo comunista Bertolt Brecht.

Schlingensief admitió haber estado anoche al borde de perder los papeles y ''saltar al escenario", ante la reacción negativa del público. Una espectadora espetó a los neonazis que eran ''niños vanidosos que sólo buscaban los focos" de la atención. Numerosos asistentes dudaron de la voluntad real de los neonazis de abandonar la extrema derecha.

Entre los actores figuraba también Torsten Lemmer, producto de rock neonazi y skinhead. Sobre el escenario leyó una carta abierta a ''ex compañeros", en la que reafirmó su voluntad de dejar el neonazismo.

Lemmer obtuvo el aplauso por su intervención y manifestó sus deseos de vender los derechos de sus temas de rock neonazi que aún conserva al ministro del Interior, Otto Schily. Aseguró, asimismo, haber sido objeto de amenazas desde las filas de la extrema derecha.

En un debate sobre la obra, posterior a la función, participaron el director, los actores y el jefe del grupo parlamentario Verde. El legislador declaró que la acción de Schlingensief mostró sobre todo cuán necesario es tender puentes de comunicación.

El estreno mundial de la escenificación ocurrió hace 10 días en Zurich, en medio de una fuerte controversia y protestas.