JUEVES Ť 24 Ť MAYO Ť 2001
Ť Concierto de lujo para un público poco conocedor
Los plásticos X Magneto opacaron a los psicodélicos B52's y Men at work
JUAN JOSE OLIVARES ENVIADO
El internacional puerto de Acapulco rememoró sus años mozos psicodélicos con las actuaciones de las míticas bandas B52's (proveniente del underground neoyorquino de finales de los setentas y principios de los ochentas) y Men at work (new wave de Melbourne, Australia), pero volvió a su plástica realidad con la presencia de los X Magnetos, que curiosamente fue lo que incendió más a los asistentes al salón Teotihuacán durante la jornada del tercer día del Acapulco Fest 2001.
Concierto de lujo. Poca gente se imaginó escuchar en un mismo escenario a dos superbandas influyentes y con historia marcada en la música contemporánea.
De los otros eventos ni qué decir: fueron eclipsados casi en su totalidad. Noche rock-pop con El círculo, Rabanes, The Ruidos y Materia gris, y la grupera con José Manuel Zamacona y los Yonicƀs -ídolos por estos lares-, Priscila y sus balas de plata, Pesado y Lupe Esparza, ex Bronco. Fue un show de categoría que pudieron presenciar los ac apulqueños, aunque hay que decirlo les costó trabajo conectarse con las emisiones de los grupos.
Men at work se tiró alrededor de 45 minutos continuos con algunas de sus mejores canciones, como Down under y Be good Johnny, que se hubieran disfrutado mejor en una tocada sin silla. Colin Hay y Greg Ham saben que tenían varias generaciones de seguidores que fieles contactarían con el público: ''Es muy divertido volver a tocar las mismas canciones, tenemos varias generaciones de fans y no es difícil contactarlos'', había dicho Hay en una conferencia de prensa pasada.
Ham y Hay hicieron de las suyas con los ritmos más pegajosos de sus rolas ante gentes que poco se excitaron o que por desconocimiento no vibraban. Lástima real porque esto no se ve seguido. Continuó la hiperpsichyo band B52ƀs, ataviados con glamorosos atuendos. Entre grupo y grupo se pudo escuchar al comediante Teo González que con chistes medio guarrones hizo hacer abdominales a algunos con la risa.
Los B-52ƀs gustosos se entregaron, pero la gente respondió a medias, por no entender la magnitud de su música. Fred Schneider movilizó la cadera como hace 20 años y las angelicales voces de Kate Pierson y Cindy Wilson escuchándose casi como en sus mejores momentos. Wild planet y Planet Claire, sonidos clásicos convertidos en brisa de mar. Multi colores que se reflejaban en los rostros impávidos de la audiencia. Sólo había algunos brotes de leve euforia que se movían al ritmo casi a go-go de la fashion setentera. Good stuff y Love shine retumbaban en todo el foro con la claridad del sonido B-52. Fred no cesaba en sus intentos de incorporar a la gente. Al final lo logró.
Terminaron su participación y se retiraron con las ganas de que se les pidiera el tradicional regreso. No ocurrió. Pero como el gusto de agradar irradiaba. Ellos mismos ejecutaron su encore. Para tocar la multiescuchada Rock lobster, que ha hecho moverse a dos décadas de jóvenes.
Cerraron los X Magnetos porque era el plato fuerte ''para nosotros'' los acapulqueños. Se arremolinaron todas las chicas gustosas de apreciar a ''los guapos''. Con cámara y todo se postraron cerca del proscenio para sólo verlos, sólo para verlos, puesto que, como muchos lo comentaron, el play back fue el fantasma de este concierto.
Al final de la jornada, el cotoreo siguió para unos cuantos en algunos de los lugares tradicionales para reventar en el puerto como en el Cheetaƀs, donde aparecieron algunas estrellas como Greg Ham, de Men at work, que en un lapsus de visita el baño y de complacencia comentó: "todo, todo está muy en Acapulco".