DOMINGO Ť 27 Ť MAYO Ť 2001

Ť Pemex debe vender el combustible más barato, piden en el sexto congreso del ramo

Rechazan gaseros que se congelen precios

Ť Se quejan de altos costos de operación y aceptan la llegada de inversionistas extranjeros

MIRIAM POSADA GARCIA Y DAVID SOSA CORRESPONSAL

Cancun, QR, 26 de mayo. El sexto Congreso de gas licuado de petróleo (LP) concluyó con un compromiso, nuevos retos para los distribuidores y la incertidumbre sobre el futuro de la industria, la participación de extranjeros, los precios y el reconocimiento de sus márgenes de operación.

El compromiso, señaló el presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresa Conexas, Enrique Arizmendi, consiste en que los empresarios y las autoridades de Economía y Energía mentendrán un diálogo constante para llegar a acuerdos conveniente para los consumidores y los distribuidores sin que uno y otro se vea afectado.

Arizmendi explicó que los distribuidores del país "no queremos vender combustible caro, lo que nos urge es que se reconozcan nuestros costos de operación y la restitución de los márgenes de operación porque nadie puede ser obligado a perder".

Al cierre de la sexta reunión anual de los empresarios del gas -tal vez la menos concurrida de los últimos tres años-, Arizmendi señaló que congelar y reducir el precio del gas como lo hizo el gobierno mdf08212_s0 federal desde marzo pasado, no es la única ni la mejor alternativa ya que se puede recurrir a elementos como el que Petróleos Mexicanos les venda más barato, y se revisen los precios de venta de primera mano e incluso llegar hasta la apertura a inversionistas extranjeros.

Arizmendi detalló que al congelar el precio en marzo "lo que se afectó fue el costo de comercialización de los distribuidores, pero en ningún momento Pemex modificó su precios de venta de primera mano, de tal forma que hoy estamos en una preocupante situación financiera".

Así, en representación de más de 900 plantas distribuidoras del país, Arizmendi exigió la revisión de los verdaderos costos y gastos por transporte, almacenamientos, distribución y demás procesos de la cadena comercializadora del combustible. "En marzo el decreto para reducir el precio tuvo un impacto de 30 por ciento en nuestro margen de comercialización, se volvió una utilidad sumamente raquítica, que se agudiza con las condiciones de operación, tamaño y situación financiera de cada empresa".

Pero esto es sólo una parte de lo que ocurre en el mercado de los distribuidores. En los próximos días la Comisión Federal de Competencia Económica (CFC) dará a conocer el resultado de su investigación sobre presuntas prácticas monopólicas, problema del que los gaseros en todo momento se mostraron confiados de salir bien librados.

Y en seguida los distribuidores de gas tendrán que enfrentar nuevas normas oficiales de seguridad que en breve pondrá en marcha la Secretaría de Energía, llegar al nivel de cumplimiento debido en el programa de reposición de Cilindros que promueve dicha dependencia y verifica la Procuraduría Federal del Consumidor, y prepararse para la eventual apertura del mercado de distribución a inversionistas extranjeros si es que la administración foxista opta por la modificación a la Ley de Inversión Extranjera.

Sobre las nuevas normas oficiales, Enrique Arizmendi detalló que la más preocupante es en la que se dispone que debe haber cien metros de distancia entre una construcción y otra por motivos de seguridad, o si se puede incrementar la seguridad en las plantas sin contemplar dicho requisito aplicando otros mecanismos.

También en materia de normatividad tendrán que esperar a que la Dirección de gas LP e instalaciones eléctricas de la Secretaría de Energía detalle las "normas emergentes" que está preparando "porque aquí lo preocupante es que vayan a tener carácter retroactivo, lo cual es jurídicamente inaceptable porque el artículo 14 constitucional prohibe la aplicación de disposiciones legales en perjuicio de persona alguna con carácter retroactivo".

Mientras que de la entrada de inversionistas extranjeros al negocio de la distribución del gas doméstico -del tamaño de British Petroleum o Repsol-, Arizmendi señaló que es necesario que el gobierno federal defina cuál será la política a seguir con toda claridad así como en la libre importación y exportación porque eso daría como resultado importantes alternativas de proveeduría y que Pemex tenga más y mejores servicios de valor agregado.

Con todo este panorama, Arizmendi destacó que los distribuidores de gas LP del país no han frenado sus inversiones "porque toda economía trae su propia inercia y dinámica, no se frenan de un día para otro y si el decreto tiene una temporalidad de seis meses lo consideramos como una coyuntura para sentarnos a platicar y analizar de manera conjunta y aspirar a llegar a acuerdos positivos para todos".