DOMINGO Ť 27 Ť MAYO Ť 2001

Ť El jefe paramilitar Castaño se adjudica la colocación de una bomba cerca de Voz

Descarta Pastrana conexión entre atentados ocurridos recientemente en Colombia

AFP, AP, DPA Y REUTERS

Santafe de Bogota, 26 de mayo. El presidente colombiano, Andrés Pastrana, se declaró hoy convencido de que no existe relación entre los atentados dinamiteros de los últimos días, pero señaló que no se descarta ninguna hipótesis en torno a los paramilitares de derecha, las guerrillas o el narcotráfico.

De momento sólo el jefe paramilitar Carlos Castaño se adjudicó la colocación de una bomba por parte de sus hombres frente a la sede del semanario comunista Voz, y justificó que nunca se pensó en hacerla estallar, sino que sólo se pretendía "enviar un mensaje" al comité civil del diario que participa en gestiones de pacificación.

Pero un reporte de prensa señaló que un presunto comando urbano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se habría atribuido los cruentos bombazos de la víspera, en acciones de "apoyo" a las protestas protagonizadas en las últimas semanas por los maestros estatales y los empleados de salud.

En cuanto a lo dicho por Castaño, se trataba de un coche con una carga de 250 kilos de TNT que un grupo de sicarios del paramilitarismo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) estacionaron frente al semanario el lunes último, en un céntrico barrio de Bogotá, y que la policía desactivó a tiempo.

Sin embargo, la colocación de ese artefacto de gran poder explosivo fue detectado enmedio de una oleada terrorista que ya estaba en marcha en varias ciudades del país, con saldo de varios muertos y más de un centenar de heridos.

Uno de los líderes del Partido Comunista Colombiano, Carlos Lozano, el director de Voz, acusó desde el mismo lunes a las AUC de estar detrás del plan del frustrado coche-bomba. "Atribuimos este hecho al paramilitarismo que lleva a cabo un proyecto para acabar con los procesos de paz en Colombia", dijo entonces Lozano.

El director de Voz integra un comité junto con la directora del diario El Colombiano, de Medellín, Mercedes Gómez, entre otras voces de la sociedad civil, creado el 11 de mayo para emitir recomendaciones al gobierno y a las FARC sobre la paz, conforme a un acuerdo suscrito entre las partes.

El diario bogotano El Tiempo dio a conocer que un supuesto comando urbano de las FARC se atribuyó en un comunicado los atentados del viernes, que dejaron cuatro muertos y una treintena de heridos.

Señaló que el comunicado está firmado por un frente urbano de nombre Antonio Nariño, en el que asienta que el "movimiento miliciano de Bogotá se solidariza con los trabajadores de la educación y la salud, y participa activamente en las justas demandas sociales mediante acciones militares desarrolladas el día de hoy (viernes) contra la oligarquía y el gobierno corrupto". No obstante, el mismo diario concluye que las autoridades aún evalúan la veracidad del comunicado. Otro reporte de la policía dio cuenta del arresto de un presunto rebelde de las FARC, Anastasio Mesa, en posesión de explosivos y planos de Cartragena.

En este contexto se dio a conocer la renuncia del ministro de Defensa, Luis Fernando Ramírez, quien argumentó razones de orden privado y sin descartar una eventual aspiración a una candidatura presidencial. La dimisión le fue aceptada por el presidente Pastrana, quien en su lugar nombró transitoriamente al comandante en jefe de las fuerzas militares, general Fernando Tapias.

Ramírez, de quien se dice que incluso podría sumarse a otro candidato presidencial por el Partido Conservador, de cara a los comicios del 26 de mayo del 2002, dijo irse satisfecho y dejando un parte "victorioso" en la lucha contra los grupos alzados en armas. Aseguró que la ola terrorista sólo muestra la "debilidad" de tales grupos al parder capacidad militar frente a las fuerzas armadas.

No obstante, prevalece una "sicosis de bomba" ya que en las últimas 24 horas se recibieron más de 200 llamadas sobre colocación de bombas. Las autoridades reconocen que esa "sicosis" se extiende a las ciudades de Bogotá, Barrancabermeja, Cali, Cúcuta, Medellín, Pereira y Barranquilla, donde los bombazos han cobrado a la fecha 12 muertos y más de 150 heridos.