DOMINGO Ť 27 Ť MAYO Ť 2001

Ť Desaparecidos chilenos

Admiten militares "imprecisiones" en un informe

AFP, AP, DPA Y REUTERS

Santiago, 26 de mayo. El ejército chileno admitió hoy que cometió "imprecisiones" en el informe de la mesa de diálogo en relación al paradero de detenidos desaparecidos, por lo que expresó su "comprensión" frente al dolor de los familiares de las víctimas que en días pasados se indignaron por los datos aportados.

El gobierno de Ricardo Lagos aceptó de inmediato las explicaciones del vocero militar, Claudio Huepe, al señalar que esta declaración de las fuerzas armadas es "positiva" y porque además se manifestaron en disposición de "seguir colaborando" en materia de derechos humanos.

"El ejército de Chile realizó el máximo de los esfuerzos para recopilar informaciones sobre el posible destino de los detenidos desaparecidos", apuntó, pero afirmó que las fallas se suscitaron debido a que la investigación se basó en el secreto de la identidad de los informantes y porque "se confió en su buena fe".

Añadió que esto "implicó riesgos de imprecisiones" que desde un principio pudieron ser evidentes y cuyas consecuencias "hemos asumido".

La abogada Julia Urquieta presentó recientemente una querella, en representación de las familias de las víctimas, en que acusó a los comandantes en jefe de las fuerzas armadas de "obstrucción de la justicia, que fue rechazada el viernes por el juez Hugo Dolmetsch.

El informe de los militares fue entregado al presidente Lagos el 5 de enero pasado, en el que citaba a 151 presos políticos que habían sido arrojados al mar durante la dictadura militar. Pero el reporte fue custionado cuando se descubrió que al menos dos de las víctimas mencionadas fueron halladas en fosas comunes.

En cuanto a la muerte de 1976 del diplomático español Carmelo Soria, hay la sospecha de que haya sido asesinado con el gas sarín que solía fabricar para la policía pinochetista el bioquímico Eugenio Berríos, hallado muerto a su vez en una playa uruguaya en 1995.

La casa del agente estadunidense de la Direccción de Inteligencia Nacional, Michael Townley, era utilizada como centro de operaciones de esa agencia y allí fue visto Soria antes de su muerte, declaró a Televisión Nacional de Chile el jardinero de la residencia, José Eleazar Lagos Ruiz.