DOMINGO Ť 27 Ť MAYO Ť 2001

Ť Tercer largometraje del canadiense Gary Burns

Waydowntown, cinta acerca de la cultura de la oficina

Ť Festival de cine de ese país, hasta el 2 de junio en la Cineteca

MONICA MATEOS-VEGA

Vivir y trabajar un mes entero en un centro comercial, entre pasadizos que interconectan edificios sin permitir el paso al exterior, escaleras eléctricas que nunca descansan, aire y luz artificiales, así como rigurosos horarios, puede resultar una asfixiante comedia más que una simple apuesta.

De esa idea parte Waydowntown, tercer largometraje del cineasta canadiense Gary Burns, proyectado el viernes en la Cineteca Nacional en el festival de cine dedicado a Canadá.

A sus 40 años y a pesar de confesar que se siente muy grande para pertenecer a la llamada generación X, Burns acude en su filme a varios iconos que se identifican con los delirios de fin de milenio.

Un personaje sueña con un superhéroe que levanta al centro de la ciudad en vilo, otro juega en su computadora con imágenes de los astronautas que llegaron a la Luna, mientras el chico de la cafetería no hace otra cosa que inventar chistes bobos.

Burns describe el vacío de una sociedad materialista y conformista que ha encarcelado a las personas en esos grandes malls interconectados a "edificios inteligentes" que a su vez se comunican por túneles por los que circulan autos. La vida en el exterior parece un sueño o, incluso, confinada a desarrollarse sólo en las autopistas.

"Así es la arquitectura de la ciudad de Calgary, los pasadizos le han chupado el corazón al centro y ello ha provocado una cultura de la oficina donde se perciben los estereotipos que presento en mi película: el empleado que le echa muchas ganas al trabajo, el flojo o el que siempre está de malas; la relación entre ellos se basa exclusivamente en la competencia. En el cine pasa lo mismo. A fin de cuentas todo downtown es una competencia, el que más se dedica y más sacrificios hace es quien logra entrar a esta industria.

"Intento trabajar equilibrando mi ocupación como realizador y el tiempo que dedico a mi vida personal, creo que no soy para nada como Martin Scorsese, que se la pasa metido en esto del cine, él es famoso pero no sé si tenga una vida real", opina el realizador.

Agrega que su película es una especie de metáfora sobre el modernismo convertido en desastre, ya que las personas, en las grandes ciudades, están siendo atrapadas dentro de ambientes que inicialmente fueron diseñados para ayudarlos a sentirse más confortables.

"En Calgary la construcción de estos lugares se consideró en un principio algo muy conveniente, pero está arruinando la ciudad porque se está acabando con la vida en las calles, ya no hay mundo exterior, tienes que estar adentro del mall o irte a tu casa. La vida así se torna, poco a poco, estéril", concluye Burns.

Waydowntown ganó el premio a la mejor película canadiense en el Festival Internacional de Cine de Toronto y el premio del público en el encuentro cinematográfico de Vancouver. Fue filmada en video digital, con una iluminación austera y fluorescente en el interior de las oficinas, lo cual hace posible alterar y editar las tomas originales antes de transferirlas a película de 35 mm.

Las funciones del Festival de Cine Canadiense en la Cineteca Nacional concluyen el 2 de junio. Posteriormente las diez películas participantes serán exhibidas en el Cinemex Casa de Arte, ubicado en Polanco, del 8 al 16 de junio.