DOMINGO Ť 27 Ť MAYO Ť 2001

Ť Es un asunto de seguridad nacional, advierte el Foro Permanente de Ciencia y Tecnología

Llamado urgente a aumentar el presupuesto para la investigación

Ť Propone que haya mayor apoyo de empresarios para estimular el trabajo en universidades

Ť Sugiere a la SEP plan especial para divulgar las ciencias; alarmante incultura entre profesionistas

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

El Foro Permanente de Ciencia y Tecnología, integrado por distinguidos científicos mexicanos, hizo un "llamado urgente" a aumentar el presupuesto destinado al sector, porque se ha convertido en un "asunto de seguridad nacional"; a evaluar y exigir a los grupos de investigadores metas equivalentes a los de prestigio internacional, a ampliar el número de becarios y a que haya una política transexenal.

Son parte de las propuestas para el Plan Nacional de Desarrollo que presentaron los 28 integrantes de este foro, entre los que se encuentran Jaime Parada, titular del Conacyt; René Drucker, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias; Pablo Rudomin, coordinador del Consejo Consultivo de la Presidencia; Sylvia Ortega, subsecretaria de Servicios Educativos en el Distrito Federal, y Alejandro Martínez Gallardo, presidente de la Concamin.

Los miembros de este órgano de consulta del Poder Ejecutivo partieron de un diagnóstico con más aspectos negativos que positivos.

En el documento exponen que hay un número extremadamente bajo de científicos, muy pocos centros de investigación sólidos y productivos, "alta vulnerabilidad e incertidumbre de estas actividades a los vaivenes políticos y económicos, recursos limitados e inciertos, lentas instancias burocráticas, escepticismo e intereses creados".

De 33 mil 297 investigadores en el país, sólo 6 mil son de primer nivel

Señalan que en México hay 33 mil 297 personas dedicadas a esta actividad, y de ellas, apenas 6 mil son investigadores de primer nivel, lo que representa sólo 0.6 científicos por cada 10 mil habitantes.

Ante esta reducida cifra de investigadores, se pronuncian por que se amplíe el número de becas, que las dependencias gubernamentales y los empresarios implanten sus propios programas de apoyo a estudiantes, que haya mayor eficiencia para recuperar los recursos otorgados como becas-crédito y que se financien estancias de investigación de uno a 12 meses en el extranjero.

Aunque faltan recursos humanos de alto nivel -señala el documento presentado- tampoco hay suficientes fuentes de trabajo, y refiere que eso ha ocasionado subempleo y desempleo de los egresados de programas de posgrado.

"Debe quedar muy claro que de no establecerse muchos más centros de investigación, el programa de formación de recursos humanos se vuelve una actividad casi estéril. Hasta ahora, los esfuerzos parecen haberse centrado en los medios (más becarios simplemente), y no en el fin (muchos más centros de investigación)", aseveran.

Advierten como un problema grave la falta de enseñanza y divulgación de la ciencia, y hacen una crítica especial a la educación secundaria: "es escasa la información que adquieren los alumnos al concluir este ciclo, y es alarmante la incultura científica de nuestros profesionistas, lo que representa una limitación para comprender más ampliamente y mejor el mundo que los rodea, y desde luego tener un espíritu científico".

Para superar este rezago proponen, entre otros aspectos, que en la SEP haya un plan especial para divulgar y enseñar las ciencias, realizar cursos de actualización para los maestros de educación básica y hacer una campaña en los medios masivos de comunicación sobre la importancia de la divulgación de la ciencia.

Otro tema preocupante, apuntan, es que hay un número "extremadamente reducido" de centros de investigación sólidos y productivos, que se debe no sólo al escaso desarrollo en número y tamaño, así como al "timorato" apoyo que se les otorgó, sino también al desmantelamiento de grupos de investigación y desarrollo nacionales del sector público que iniciaban capacidades de calidad internacional.

Sugieren que la SEP procure que las universidades lleguen a contar con sistemas de investigación basados en grupos sólidos de científicos que mínimo cuenten con el doctorado, y para ello plantean asignación de presupuestos suficientes y que las nuevas instituciones de investigación desarrollen áreas de estudio que tengan impacto no sólo académico, sino también en los sectores productivos.

Preocupados porque la ciencia y la tecnología no están vinculadas con el sector productivo, sugieren buscar un mejor enlace entre investigadores y empresas, otorgar estímulos fiscales a la iniciativa privada y fomentar la formación de "emprendedores".

Sobre los recursos que tiene el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología este año (3 mil 200 millones de pesos) el documento señala: "es un presupuesto totalmente incongruente con el número de cargas que el Conacyt lleva a cuestas. Se olvida de que los presupuestos institucionales de los grupos de investigación sólo les proporcionan los medios básicos de subsistencia".

Ante esta situación, hace un llamado urgente a aumentar los presupuestos del Conacyt, de las universidades públicas y de todos los grupos de investigación bajo el compromiso de mejorar progresivamente calidad, productividad y tamaño de los grupos.