DOMINGO Ť 27 Ť MAYO Ť 2001

ANDANZAS

Colombia Moya

Don Quijote

DESPUES DE LAS apoteósicas representaciones del ballet ruso Kirov de San Petesburgo en México, la Compañía Nacional de Danza del INBA asume el reto de presentarse en el Palacio de Bellas Artes, con un equipo de primeras figuras como son Sandra Bárcenas, Irma Morales, Laura Morelos, Raúl Fernández, Jaime Vargas, y como bailarín huésped, Jorge Vega. El montaje coreográfico sobre la versión de Marius Petipa se debe a Caroline Llorca y la orquesta es dirigida por Georgi Zhemchuzhin. Sin menospreciar de ninguna manera el trabajo que dicha compañía ha venido realizando en los últimos 25 años, donde multitud de talentos han desfilado después de haber saltado de escuela en escuela, como es la amalgama de casi todo el mundo en el país: la escuela rusocubana, la rusoamericana, la inglesa y hasta, sin duda alguna, agregados de los maestros mexicanos en su práctica docente, hay que preguntarse si no sería ya tiempo de hacer una revisión a fondo y analizar qué sucede o qué sería necesario para que un gran salto de calidad pudiera lograrse.

SI AMALIA HERNANDEZ lo logró, puesto que lo que sobra en México son talentosos bailarines, sería bueno saber qué pasa, o qué no pasa, en la CND, ya que desde la incursión de Anita Cardús en el Ballet de Sttutgart, de Alemania, y otras tantas figuras de excelente nivel que brillan en compañías europeas o estadunidenses, demuestran que en México existe la talla de las estrellas o de las primeras figuras.

DE SOBRA SE SABE que no es un trabajo de corto plazo, pero al haber nuevas generaciones de bailarinas y bailarines una y otra vez, con todas las facilidades del mundo, sueldos, instalaciones, publicidad, diseñadores maestros, ensayadores, pianistas... etcétera, sin que dicha compañía haya logrado emular o compararse al éxito internacional que logró el folklórico de Amalia Hernández en sus buenos tiempos... creo, con todo respeto y consideración, que algo por ahí se atora.

EL BALLET KIROV, como toda la buena danza que se presenta en nuestros teatros, es sin duda una buena enseñanza, siempre hay algo que aprender y pulir, mejorar y asumir, y estamos seguros de que México sí puede desarrollar una compañía de ballet a nivel internacional. Sería muy triste conformarnos con ser el tuerto en el país de los ciegos.

HACERSE DE LA VISTA GORDA o seguir con una crítica complaciente o superficial no haría más que contribuir de manera negativa a la mitología de la danza mexicana, llena por cierto de este tipo de situaciones, casi siempre producto de grupos y fuerzas con intereses específicos en el medio, como son plazas, becas, premios, producciones y demás. No creo que en los tiempos que corren se necesiten 200 años para lograr una compañía impecable como la rusa o la francesa, o el Royal Ballet o el Ballet de Cuba. ƑFalta una gran estrella, o qué?

MIENTRAS TANTO, Don Quijote, ballet tradicional del fecundo Petipa, retocado y adaptado a las condiciones específicas de la compañía en otra de tantas versiones, se presenta el domingo 27 de mayo por última vez después de su corta temporada en el Palacio de Bellas Artes, con la fresca presencia de Sandra Bárcenas, que tiene mucho que dar, como las demás figuras y toda la compañía que dirige Cuauhtémoc Nájera. Véalos, estemos con ellos y aplaudamos su esfuerzo.