LUNES Ť 28 Ť MAYO Ť 2001

ENTREVISTA

Samuel Schmidt, analista político

Fox mantiene el proyecto económico de sus antecesores

KARINA AVILES

El politólogo Samuel Schmidt advierte que el gobierno del presidente Vicente Fox "nos está vendiendo una recompensa política a cambio" de continuar con el mismo proyecto económico neoliberal de sus antecesores y como consecuencia de ello, alerta, existe el riesgo de que "el conflicto en Chiapas se nacionalice". Afirma que en esta administración el presidencialismo, al igual que el autoritarismo, se niegan a salir de escena.

El autor del libro de reciente publicación México encadenado, el legado de Zedillo y los retos de Fox, bajo el sello de editorial Colibrí -texto que expone los lastres heredados por el régimen zedillista, "el cual compromete el futuro del país"-, expresa que el último presidente del PRI en el siglo XX le dejó a la nación una bomba de tiempo que "le va a reventar" a Vicente Fox.

Sin embargo, el presidente Fox y su equipo tuvieron "cinco meses de transición en el gobierno para revisar la situación en la que recibirían el país" y debieron saber que se dejaba comprometido el gasto público por lo menos en 20 años y que el nivel de la deuda que legó Zedillo, incluyendo los rescates bancario, carretero y azucarero, "representaba casi 30 por ciento del producto interno bruto del país".

Un gobierno cómplice con malos manejos

Para el analista, en el futuro habrá una "mayor maquilización" con base en la estrategia de atracción de capital extranjero. Considera que la venta de Banamex perfila un "gobierno cómplice con los malos manejos que ha habido en las cuestiones financieras del país".

Lo anterior habla de que Fox "nos está vendiendo una recompensa política a cambio de continuar la misma política económica". El Ejecutivo, aclara, nunca propuso una estrategia distinta a la neoliberal: "Su promesa fue sacar al PRI de Los Pinos, y ni eso cumplió porque gobierna con el PRI".

En entrevista, Schmidt expresa que una de las recompensas políticas que Fox no sólo le dio a la sociedad mexicana, sino al mundo, fue la de permitir la llegada del EZLN a la ciudad de México, a cambio de la aceptación de la reformas fiscal e indígena.

Los neoliberales, apunta, siguen confiando en la desmemoria de la sociedad mexicana. En la administración del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, mientras los economistas alertaban sobre la burbuja económica que tarde o temprano tenía que reventar, la sociedad "estaba muy contenta porque entraba al supermercado y compraba fayuca".

Seis años después, los "changarros", los "cheques copeteados" y la continuación del Progresa constituyen el satisfactor social inmediato. "Entonces, los neoliberales siguen confiando en que la sociedad va a seguir teniendo mala memoria y va a decir, mientras a mí me alcance no hay bronca".

En su análisis de los acontecimientos schmidt1 nacionales, explica que medidas como la generalización del IVA hacen que se "corra el riesgo de que algunos de los cien grupos guerrilleros que existen en el país efectivamente se radicalicen. Yo manejo la hipótesis de que alguno de ellos se puede volver loco. Aún no ha sucedido, por suerte, pero el riesgo esta ahí".

PRI-PAN: la verdadera alianza

-La estructura gubernamental no ha cambiado, sigue constituida por empresarios y tecnócratas, algunos de ellos priístas. En su libro advierte la posibilidad de un fracaso en lo político, Ƒpero son los políticos los que gobiernan el país?

-El partido que llegó al poder es cómplice en la política económica del pasado. No es un partido que haga una oferta nueva, el Fobaproa y toda la perversión económica de Salinas la apoyó el PAN. La verdadera alianza fue PRI-PAN. Creo que anotas una cosa importante: Ƒéstos son nuevos políticos? Creo que hay una mezcla.

"La capa intermedia del gobierno siguen siendo los políticos tradicionales, que estuvieron siempre con algunos agregados de panistas y que, en algunos casos, se aprendieron las peores mañas del PRI y las han mejorado. Los programas de Sedeso, por ejemplo, están funcionando para pagar campañas políticas. El caso de Chihuahua es exactamente lo mismo, nada más que agravado.

"El hecho de que haya empresarios con un rol político, el caso de (Carlos) Abascal, secretario del Trabajo, y otros funcionarios que carecen de sensibilidad para gobernar porque nunca gobernaron. Esto, cruzado con una capa operativa que sigue teniendo una doble lealtad muy rara, porque algunos siguen siendo priístas pero le están sirviendo a un gobierno panista. Ello provoca una dicotomía muy extraña, porque no queda muy claro quién es quién y cuándo se va a mover".

-Entonces, Ƒquién está gobernando el país?

-El gran capital. La oligarquía mexicana. Las 36 familias que toman las decisiones económicas. Ese es el otro problema, que la oligarquización de la economía mexicana provoca una restricción política para el gobierno, porque a final de cuentas éstos hacen lo que se les da la gana.

-ƑQué es lo que está fallando: los hombres o el sistema?

-Los dos, porque éste es un sistema que se planteó para resolver otro tipo de problemas y funcionaba con el paradigma del control. El consenso era para controlar. Sin embargo, este gobierno mantiene el mismo sistema sin hacerle ningún cambio. Los cambios son cosméticos, el paradigma es el mismo: hay que controlar. A eso hay que agregar el hecho de que hay gente en el gobierno que no tiene experiencia y sensibilidad y que reproduce el paradigma con todas esas carencias.

-En su libro menciona que el presidencialismo se niega a salir de la escena. ƑY el autoritarismo?

-Tampoco se niega, porque tú puedes tener un autoritarismo panista igual que tienes uno priísta.

Se mantiene la relación centro-periferia

Samuel Schmidt hace las siguientes anotaciones: "Los gobernadores siguen siendo caciques locales, los presidentes municipales siguen siendo caciquitos locales, la relación centro-periferia no ha cambiado, la Secretaría de Hacienda sigue golpeando a los estados que no le son cómodos por medio de restricciones del traslado del gasto público. Es autoritarismo, es un sistema que sigue tratando de centralizar todo el poder en el Presidente de la República, aunque se nos diga retóricamente que no".

En otro tema, considera que el conflicto en Chiapas "es un problema muy localizado y Fox lo sabe. Yo creo que la única opción del EZLN para poder brincar este candado tan importante es empezar a hacer alianzas con otros grupos guerrilleros. Ya empezaron a mandar señales de que van por ahí, pero esto implica radicalizarse y reiniciar la guerra.

"El problema implica relanzar la dinámica de la relación Ejército-gobierno a otro nivel. A Fox no le convienen matanzas y el Ejército no está dispuesto a que le vuelvan a amarrar las manos como se las amarró Salinas. Entonces el riesgo para Fox es que el conflicto en Chiapas se nacionalice", apunta.

De acuerdo con su análisis, "no va a haber" un proceso de reconstrucción nacional en la actual administración porque la política que sigue "es simplemente la pura dinámica de lo que se tenía antes. No se ve venir por ningún lado una iniciativa de reforma electoral que cambie la estructura de partidos, ni una para darle más voz a la sociedad, ni una gran reforma judicial, ni una reformulación de la política de seguridad pública".

Schmidt enumera algunos de los "retos" del presidente Fox: "La tentación autoritaria. Es más fácil gobernar con autoritarismo que gobernar con consenso y democracia". Por otro lado, dar facilidad para que el "cambio se dé, porque no puede ser un problema retórico". La recompensa política no es suficiente y por ello es otro de sus "retos".

El catedrático de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez apunta que frente al desgaste de los partidos políticos que "están engolosinados en el reparto burocrático", uno de los caminos para que la sociedad esté representada es abrir los cauces de participación.