ENTREVISTA
Jaime Aaron, asesor del gobierno israelí
Fue Arafat quien optó por la violencia
GABRIELA FONSECA
Durante la última semana, el gobierno israelí dio órdenes a su ejército de disparar contra los palestinos sólo en defensa propia, pero esta iniciativa no tuvo ningún efecto en la situación de Medio Oriente, región que ha sido testigo de incursiones militares, enfrentamientos y protestas como las que han marcado los últimos ocho meses.
En entrevista con La Jornada, Jaime Aaron, asesor del gobierno israelí y actual presidente de la Cámara de Comercio entre Israel y América Latina, España y Portugal, aseguró que el llamado al cese del fuego de Sharon fue una medida valiente adoptada por el gobierno israelí que demostró una vez más que el presidente palestino, Yasser Arafat, está dispuesto a perder cualquier oportunidad para la paz que se ponga a su alcance.
Opinó también que los medios de comunicación han juzgado, de manera tal vez excesiva e injusta, la respuesta israelí a ataques de los palestinos, como cuando recientemente se emplearon aviones de combate. Cuestionó si es más excesivo emplear armas de precisión contra instalaciones de seguridad palestinas que efectuar un atentado suicida contra civiles.
El experto aseguró que Arafat es la persona que tiene control sobre todos los grupos palestinos "y la prueba está en que la violencia empeoró cuando Arafat dejó libres a prisioneros encarcelados. Un líder político tiene responsabilidad y sabe qué van a hacer los presos de Hamas; asesinatos y actos terroristas. Al dejarlos libres está dando luz verde a los actos de terror.
Nosotros estamos convencidos de que si Arafat toma medidas para erminar con el teror, éste se acaba. Quizá haya un ataque aislado, pero no en la forma constante que está ocurriendo en este momento".
Aaron aseguró que las incursiones relámpago de las últimas semanas del ejército israelí a territorios bajo control total o parcial de los palestinos en la franja de Gaza, e incluso las que han tenido lugar desde el cese del fuego ordenado por Sharon "siempre han sido una consecuencia, una respuesta en la que se decide destruir alguna base policial. Estos ataques siempre están dirigidos a objetivos de seguridad y nunca contra la población".
Al preguntársele sobre las acusaciones palestinas de que en estas incursiones se aprovecha para destruir cultivos o instalaciones civiles, Aaron afirmó: "Hay una cosa que es cierta y es que los palestinos usan a su población como carne de cañón, al disparar contra Israel desde zonas pobladas, por eso la Comisión Mitchell recomendó a la Autoridad Nacional Palestina no disparar desde esas áreas".
Aseguró que el Informe de la Comisión Mitchell, elaborado por un grupo de trabajo encabezado por el ex senador estadunidense George Mitchell, es sumamente equilibrado e imparcial en sus exigencias a las partes en conflicto. "La comisión fue muy clara" afirmó "lo primero es detener la violencia y después adoptar una serie de pasos para crear confianza entre las partes, y una de las cosas que se exigió a los palestinos es dejar de disparar desde centros de población".
Otro de los pasos que la Comisión Mitchell señala es congelar la política de colonización de Israel en territorios palestinos, sobre lo cual Aaron afirmó que "hay un error, Israel no está construyendo asentamientos, sino construyendo en los ya existentes y que están en tierras gubernamentales desde que Jordania controlaba esos territorios".
También consideró que podría decirse que ya existe un Estado palestino, desde el momento en que "95 por ciento de la población palestina está bajo la autoridad de Arafat. El problema es cómo unir a esos territorios y esas poblaciones y eso es lo que hay que negociar".
Agregó que "algo que no se logra entender es que cuando estalló la violencia, el pasado 28 de febrero, el proceso de paz se encontraba en la mejor situación posible para Arafat, pues el gobierno israelí le estaba dando mucho más de lo que nunca se le había ofrecido. En vez de tomar eso y seguir negociando, él optó por la violencia".
Afirmó que de haber aceptado el pacto "Arafat estaría hoy con parte de Jerusalén, con territorios y podría seguir negociando", y en vez de eso, optó por "convertir en mártir a su pueblo".
El argumento palestino contra la oferta del entonces primer ministro, Ehud Barak, es que ésta no cumplía las resoluciones de Naciones Unidas, por ejemplo, en lo referente al retorno de los refugiados palestinos a Israel y los territorios, Aaron respondió: "¿Qué quiere Arafat, resoluciones de la ONU o un Estado palestino?".
ACERCA DEL BLOQUEO
Sobre los bloqueos israelíes, que la ANP argumenta está destruyendo económicamente al pueblo palestino, aseguró que su país no tienen ninguna garantía de que entre los trabajadores que ingresen a Israel no se infiltrarán terroristas, y afirmó que este fue el caso del conductor de autobús que hace unas semanas embistió con su vehículo a israelíes en una parada y mató a varios de ellos. El conductor siempre afirmó haber actuado de motu propio, sin pertenecer a ningún grupo.
Agregó en días pasados, en una bar en Jerusalén, la dueña del establecimiento se extrañó al ver a uno de sus empleados palestinos, por primera vez en dos semanas, y que se descubrió que éste llevaba una bomba, que fue desactivada luego de que el bar fue evacuado.
Aaron resaltó el hecho de que Israel es juzgado con dureza por la prensa internacional por todo este conflicto, como ocurrió en el caso de los aviones de combate y aseguró que, "porque somos un Estado soberano y una democracia, a nosotros se nos juzga mucho más estrictamente de lo que se juzga a los palestinos. Tenemos una responsabilidad con nuestro pueblo, el Parlamento también la tiene. Arafat no está comprometido con nadie, no es un Estado, no es una democracia, no tiene que dar cuentas a nadie y eso es una gran ventaja porque puede usar todos los medios ilegales sin que para él sean ilegales. Siempre se habla de que es una lucha de David contra Goliat, con los palestinos en el papel de David, pero es exactamente al contrario".