Ť Los estadunidenses promocionan álbum recopilatorio; Subway to Sally abrió su concierto
La banda Human Drama se afianza en el gusto mexicano
MARIANA NORANDI ESPECIAL
En un Hard Rock rebosante y ante un público mayoritariamente gótico, los alemanes de Subway to Sally abrieron este sábado el concierto de Human Drama. En su primera visita a nuestro país, esta banda berlinesa nos presenta su sexto y último disco llamado Herzblut. El septeto compuesto por Ingo Hampf en la guitarra eléctrica; Frau Schmitt en el violín; Runge, en el bajo; Bodenski y Simon en las guitarras acústicas; David Pätsch en la batería y Eric Fisch en la voz, flautas y gaita, mezclan un rock pesado con armonías medievales, coros sacros y folk europeo.
El resultado es atípico pero interesante. Con atuendo estilo medieval, realizaron un recorrido por los nueve años que llevan en la escena del rock para darse a conocer ante un público nuevo. Centrados básicamente en su último trabajo, el grupo, que no habla español y muy poco inglés, hizo verdaderos esfuerzos para comunicarse con la gente, que los recibieron con entusiasmo y sin la indiferencia con la que se suele aceptar una banda soporte.
Producto musical con ritmos celtas y tradicionales europeos
Temas como Das messer, Sor rot o Krötenliebe prendieron a un público más amigo de lo oscuro que de lo metálico. En la composición de esta banda destaca la actuación de la violinista así como la del cantante quien posee una gran variedad de registros vocales que acompaña con gaita y flauta, enriqueciendo este producto musical con ritmos celtas y tradicionales europeos. Después de más de una hora de espectáculo se les despidió con la petición de un encore. Minne fue la escogida. Gaita, flauta, violín, tambor e instrumentos de cuerda medievales sintetizaron perfectamente el espíritu de esta contundente banda que se fue contenta en esta visita a México, dejando un buen sabor en el público.
Pero si la noche tenía un protagonista era Human Drama que por sexta ocasión visita nuestra ciudad después de dos años de ausencia. Esta vez llegaron para promocionar su más reciente disco recopilatorio Best of human drama... In a perfect world. Mark Balderas en el teclado; Michael Ciravolo en la guitarra; Edward Donato en la batería; Michell Mallory en el bajo; Julia Anne Laurent en la flauta y Johnny Indovina como vocalista capitaneando la banda, fueron recibidos efusivamente por un público atraído por el enigma y simbolismo poético de este grupo. El concierto, que comenzó con los temas Somewhere, Another fifty miles y This forgotten lover, fue tiñéndose poco a poco de un sonido menos eléctrico, más íntimo y sugestivo.
Hasta muy avanzada la actuación, Indovina no se dirigió a sus seguidores a quienes agradeció su presencia y expresó su satisfacción por estar en nuestra capital "que es mi ciudad favorita", afirmó.
Este cantante, para quien la vida es una serie de heridas, se encuentra en un momento álgido de su carrera como intérprete y compositor.
Vive, siente, sufre en cada canción. Busca continuos éxtasis escénicos y logra perfectamente penetrar en su público a través de sus misteriosos y melancólicos mensajes. Pero si hubo un momento que conquistó al público fue el paréntesis acústico con los temas Remember well, The world inside, Heaven stood stile y Wish you where here, este último de Pink Floyd dedicado al desaparecido Sid Barrett, primer vocalista de la legendaria banda de la que Indovina siempre se confesó muy influenciado.
Después de hora y media, llegarían las despedidas y las peticiones de encores. Con Maiting hour y I could be a killer, los estadunidenses dieron por finalizada su presentación, dejando claro que se trata de una de las bandas góticas más impregnadas en el gusto mexicano y que Johnny Indovina posee un talento inagotable e inigualable dentro del panorama dark actual.