Ť Los reboceros enfrentarán a Aguascalientes para disputar el ascenso al máximo circuito
La Piedad conquista el título de verano de la Primera A, 4-2 a Neza
Ť Con marcador global de 7-5, los michoacanos se coronaron, pero quieren festejar hasta el próximo domingo Ť Los aficionados mexiquenses provocaron un pequeño incendio
MARLENE SANTOS A. ENVIADA
La Piedad, Mich., 27 de mayo. Los reboceros se coronaron monarcas del torneo Verano 2001 de la Primera A, tras vencer por 4-2, global de 7-5, a un Toros Neza que vio apagarse su buena estrella en el pletórico estadio Juan N. López.
"Quisiéramos festejar, pero debemos esperar una semana más", era la frase que se repetía de boca en boca entre los integrantes del plantel michoacano.
Y es que con este resultado, La Piedad ahora se enfrentará al Aguascalientes, campeón del Invierno 2000, para disputar el ascenso y ocupar el hueco que dejó el descendido Atlante.
Los partidos se anunciaron de forma extraoficial para el jueves, en la tierra de Gallos Blancos, y el domingo, de nuevo en este escenario.
El cotejo vivió momentos de tensión, polémica, reclamos y hasta de un incendio provocado por los frustrados aficionados de los nezatlenses, que afortunadamente no pasó a mayores.
Ambos equipos iniciaron con nerviosismo y equivocaron varios pases; fue Toros Neza el encargado de generar la primera llegada de peligro, mediante un disparo de Marco de Almedia que pasó rozando el ángulo superior izquierdo de la meta defendida por Saúl Sánchez.
Los reboceros no tardaron en ubicarse e impulsados por los más de 12 mil aficionados comenzaron a bombardear la meta de los visitantes.
Al minuto 9, Christian Patiño observó mal ubicado al portero Juan Gutiérrez y le envió un disparo colocado, que obligó al guardameta astado a una gran estirada para evitar la anotación.
A los 13 de acción, Roberto Domínguez, alias el Schuster, marcó el 1-0 que desató los festejos, al lanzarse de palomita y conectar con la cabeza un centro remitido por Roberto Cartés.
Neza buscó replicar, pero lo hizo sin claridad y sus disparos a gol de mayor peligro fueron congelados por las precisas atajadas del portero local. En ese tono transcurrió casi media hora, con los mexiquenses volcados al frente sin muchas variantes y quienes en algunas acciones casi fueron sorprendidos en veloces contrarremates por los de casa.
Christian Patiño tuvo otras tres opciones que no pudo concretar, sobre todo debido a las buenas intervenciones de Juan Gutiérrez.
Enseguida llegó el polémico final del primer tiempo, cuando el silbante Jorge Eduardo Gasso pitó la conclusión; el balón iba en el aire tras disparo de Alex Madrigal y el esférico terminó en las redes pero el nazareno invalidó la anotación.
Al regreso del descanso y en medio de gritos de "¡ratero-ratero!", dedicados al silbante, La Piedad mostró decisión y al minuto 50 marcó el 2-0 por conducto de Daniel Rosello, quien cabeceó un tiro de esquina cobrado por Cartés.
Un minuto más tarde, los locales sepultaron las aspiraciones de Neza; por fin Patiño venció al portero Gutiérrez al remitirle un riflazo desde el centro.
Tanto el técnico local Carlos Bracamontes, como el visitante Arturo Vázquez, agotaron sus cambios. La Piedad se confió y bajó el ritmo, mientras Neza aumentó su ataque y al 65 Gasso decretó penal por faul de Oscar Rojas sobre Armando Vara.
Steve Padilla cobró y estrelló el balón en el poste derecho, al contrarremate llegó Joel Cruz y decretó el 1-3.
Pese al gol, la porra de los astados perdió la esperanza y frustrada provocó pequeñas llamas en las gradas. Así, en medio del alboroto en las tribunas y los gritos de "¡fuera-fuera!" que le lanzaba el resto del público, cayó el segundo gol de Neza, al 75, mediante un cabezazo de Amado Guevara que se le escurrió al portero.
Al minuto 84, Rojas devolvió la alegría y la tranquilidad a sus seguidores, cuando cerró la cuenta con un golazo, tras servicio que desde el extremo derecho le remitió Patiño; casi sin ángulo de tiro, Rojas chutó a segundo poste; el esférico chocó contra el marco y se metió.
Fue el 4-2 definitivo que desató los mesurados festejos, apenas cantos y brincos de los jugadores en el centro de la cancha, una apurada vuelta olímpica y muchas promesas a la afición ?Patiño tomó el micrófono del sonido local?, de una cita para el próximo domingo.