Ť Tony Blair condenó la violencia del fin de semana
Alerta policiaca en Oldham luego de los disturbios raciales
DPA, REUTERS, AFP Y AP
Londres, 28 de mayo. El primer ministro británico, Tony Blair, condenó hoy los disturbios raciales ocurridos este fin de semana en Oldham, una ciudad industrial del norte de Gran Bretaña, donde la policía se mantiene en estado de alerta ante la posibilidad de que los enfrentamientos continúen.
Aunque la violencia se redujo considerablemente en las últimas horas, la policía informó de un ataque con un coctel molotov contra una escuela en el barrio de Glodwik, centro de los choques.
En nuevos desmanes ocurridos en las primeras horas de este lunes, la oficina de un periódico local fue incendiada y la policía utilizó bastones y escudos para dispersar a los revoltosos que levantaron barricadas con neumáticos y muebles incendiados, además de lanzar piedras y cocteles molotov contra los uniformados.
También en la madrugada, unos 60 jóvenes asiáticos protagonizaron incidentes violentos con presuntos extremistas blancos en la localidad de Aylesbury. La policía detuvo a 13 asiáticos y siete blancos, aunque se abstuvo de relacionar estos incidentes con los de Oldham.
Los disturbios en aquella ciudad comenzaron el sábado cuando un grupo de jóvenes blancos atacó un local perteneciente a un asiático. Los primeros choques fueron entre jóvenes anglosajones y de origen paquistaní y bengalí, estos últimos se enfrentaron poco después con la policía.
El saldo de los últimos dos días de violencia es de al menos 30 heridos, 37 detenidos, varios vehículos particulares incendiados, unos cinco bares atacados y algunas patrullas con graves daños.
El vicejefe de la policía de Manchester, Alan Bridge, atribuyó la responsabilidad de la violencia a "elementos extremistas", y afirmó que la policía mantendrá su política de "cero tolerancia" para evitar nuevos enfrentamientos.
Dirigentes de la comunidad asiática acusaron a las fuerzas del orden de incrementar la violencia al aplicar la tolerancia cero, e hicieron un llamado a la calma.
Blair, a su vez, declaró que los conflictos interraciales "son absolutamente inaceptables", y sostuvo que los enfrentamientos entre jóvenes asiáticos y blancos "no son comunes en las relaciones raciales" en Gran Bretaña. "La mayoría de la gente quiere vivir en paz y armonía los unos con los otros".
El ministro de Medio Ambiente, Michael Maner, denunció la existencia de provocaciones encaminadas a obtener una "reacción violenta" por parte de la comunidad asiática, mientras el presidente del ultranacionalista Partido Nacional Británico, Nick Griffin, advirtió: "Oldham es sólo la punta del iceberg. Lo mismo puede ocurrir en todo el país".
El domingo, los liberaldemócratas acusaron al dirigente conservador, William Hague, de promover la intolerancia por sus manifestaciones contra la política de asilo, que tras los incidentes el Oldham se ha convertido en el centro de la campaña política de las elecciones legislativas del próximo 7 de junio.
En tanto, los ministros de la Juventud de la Unión Europea propusieron en Bruselas la creación de una "lista negra" sobre las páginas de internet de contenido racista o xenófobo.