MARTES Ť 29 Ť MAYO Ť 2001

Ť Involucra al ex oficial mayor y al ex director de Comunicación

Presenta el PAN en la Contraloría una denuncia administrativa contra Robles

RICARDO OLAYO GUADARRAMA

El Partido Acción Nacional presentó en la Contraloría General del Distrito Federal una denuncia contra la ex jefa de Gobierno, Rosario Robles Berlanga, por probables faltas administrativas en la aplicación de la Ley de Adquisiciones, en particular en el área de Comunicación Social.

El dirigente del blanquiazul en la capital, José Luis Luege Tamargo, entregó el escrito en las oficinas de la dependencia acompañado del diputado local Federico Doring y el legislador federal Mauricio Candiani, presidente de la Comisión del Distrito Federal de la Cámara de Diputados.

La denuncia involucra a Agustín Granados, ex titular de Comunicación Social, y al ex oficial mayor Porfirio Barbosa, de quienes, con Robles, pide sean citados y solicita una investigación a fondo e imparcial.

Los panistas dijeron que van a presentar una denuncia penal contra Robles por los presuntos manejos indebidos en la adjudicación de un contrato que debía ser licitado.

Al final de las declaraciones de los panistas, el director de Legalidad y Responsabilidad de la Contraloría, Alfredo Domínguez Marrufo, llamó a los legisladores y a los medios de comunicación "a que todos respetemos los tiempos y las formas que la ley establece. Cuando estos plazos concluyan informaremos de los resultados, no antes".

Permitan que la Contraloría haga su trabajo, dijo el funcionario, quien estableció que no habrá protección extralegal "aunque sea Rosario Robles o sea quien sea".

La Contraloría es un órgano fundamentalmente técnico que no se rige por presiones de ningún tipo, vengan de donde vengan, argumentó.

"Formamos parte de un gobierno democrático que no solapará ninguna irregularidad de ningún funcionario. Tienen nuestro compromiso de que llegaremos hasta las últimas consecuencias en ésta y en cualquier otra demanda", dijo.

Barajas también denunció

Más tarde, el diputado local del Partido Revolucionario Institucional, Arturo Barajas, dijo que también denunció en la Contraloría a Robles, pero no ofreció pruebas de que haya acudido a la dependencia y en sus declaraciones confundió el procedimiento administrativo con una denuncia penal.

En tanto, para Luege los gastos excesivos de Robles en su campaña publicitaria tenían el objetivo de desequilibrar la contienda por la jefatura de Gobierno a favor del Partido de la Revolución Democrática y su candidato Andrés Manuel López Obrador.

En tal circunstancia, dijo que quien tiene la palabra es el gobernante local. Secundado por Doring, establecieron que debe definir "si está del lado de la legalidad o de la complicidad".

Indicó que en el caso de la investigación al ex regente Oscar Espinosa Villarreal no fue necesaria una denuncia, pues actuaron a partir de auditorías de la Contraloría. "Ahora le estamos haciendo el trabajo al gobierno", remató Doring.


Franco dice ser testigo privilegiado

Carlos Franco, ex guionista de la empresa Publicorp, bajó del automóvil en el que arribó a la Contraloría General del Distrito Federal el diputado Federico Doring, principal impulsor de la demanda panista contra Rosario Robles, y sin mediar pregunta soltó: "¡Quiero ser muy claro en esto!, yo vine aquí por mi propia cuenta, ¡no soy un testigo comprado!".

Una y otra vez, el ex empleado de la citada empresa reiteró a los reporteros que no fue él quien buscó a los diputados panistas, "porque yo no estoy respondiendo a ningún interés oculto, o sea, no conozco a Andrés Manuel López Obrador ni a la gente del Reforma. Yo me presenté con ellos porque ya mi nivel de indignación era demasiado, porque, créanme que he resultado bastante damnificado, a mí se me despidió sin liquidación después de seis años de trabajo".

En todo momento el ex empleado dijo ser un "testigo privilegiado" de la empresa para la cual laboró, que en él ya había desencanto y desengaño, "yo me daba cuenta de las porquerías y dije: ya nos dejaron en la orfandad ideológica, después de esto en quién vamos a creer, ya no tenemos ninguna alternativa, si Rosario Robles, con la imagen tan hermosa, pública tan popular que estaba manejando se estaba prestando a esos manejos sucios por medio de su gente...".

Ya casi para retirarse del vestíbulo de la Contraloría, en donde el diputado Doring no quiso ratificar su denuncia contra la ex jefa de Gobierno, Franco agregó que le parece increíble "a qué nivel de aflicción moral estamos llegando, cuando se cuestiona más al que delata". Luego de comentar que es un enamorado del cine, "al cual le debo todo lo que soy", dijo: "ha llegado el momento en que la luna de miel entre Robles y Kelly termine, al final, como en la película de Roman Polanski, dirán: fuimos demasiado voraces". BERTHA TERESA RAMIREZ