Ť Opción para la danza contemporánea nacional
Working progress, vía novedosa para llevar el proceso creativo a la ficción
KARINA TERAN ESPECIAL
Con working progress (obra en desarrollo) se abre un camino para la danza contemporánea nacional conistente en un novedoso ejercicio escénico que sustenta Entre tú, yo y los otros, reciente trabajo de Alicia Sánchez y Compañía.
En una obra ''ya no pueden haber cosas gratuitas", dice la joven coreógrafa. Generalmente hay artistas ''que te hacen ver una obra" como tal y después ''comienzan a justificar" sus errores. Por eso en México estamos así", asegura.
Nutrida de sus constantes viajes a Nueva York, Sánchez cuenta que en esa urbe, en el Guggenheim Museum, los creadores ''no son presuntuosos" al denominar de inmediato su trabajo como pieza escénica u obra. Antes, allí, prueban, delinean, investigan, constatan, afianzan, procesan de cara al público.
Actitud honesta, seria
Asumir que una coreografía está terminada significa la comprobación de su estructura dramática, pues ya nada puede caerse.
Working progress o works & process (como se institucionalizó hace 16 años en ese recinto de Manhattan) es llevar el proceso creativo al escenario. Pero no al foro sino a la ficción, donde participan todos los elementos y el necesario espectador.
''Pensamos que los creadores tenemos el universo de las cosas, cuando en realidad no es así". O bien ''creemos que en un salón de ensayos se logra el manifiesto, pero hay situaciones que sólo se suscitan cuando la composición se expone ante el público", afirma.
-¿Cómo adviertes que algo sí funcionó?, ¿el espectador tiene alguna manera de comunicarse contigo?
-No necesariamente hay que consultarlo. Al público se le avisa que verá un working progress, entonces entra en un laberinto de escenas que todavía no están afianzadas, pero hay un camino. Así, el artista se convierte también en observador.
Blanca Garza, becaria del Fonca y asistente de dirección del grupo dancístico, escribió: ''El working progress es un ejercicio altamente novedoso en México (...) El creador acepta el riesgo de poner a consideración un producto no terminado ?en desarrollo, en proceso?, pero con bases sólidas, para el cual quiere tomar en cuenta el pulso y sentir del espectador".
De hecho, Guillermina Bravo, Marco Antonio Silva, José Rivera (en ese orden de edades) han realizado working progress sin darse cuenta, señala Sánchez, no obstante el inconveniente de que la danza tiene reducidos foros de expresión.
Y aclara: ''Llevar al escenario una pieza en proceso no es prescindir de alguien o de algo, tampoco una excusa para no terminar una obra."
Problema generacional
La débil propuesta escénica de la danza contemporánea mexicana se debe, según la autora de Llenando el vacío, a que en el extranjero se abre un camino para la composición coreográfica donde ''no estamos dispuestos a participar. Por eso en México estamos así".
Es decir, "actualmente ya no es la maestra Guillermina y el Graham. Hay que abrirse a otros tipos. Creo que nos da miedo y tenemos mucho el prejuicio de las viejas generaciones", subraya.
Bravo, por ejemplo, ''es una coreógrafa muy abierta porque ha hecho obras como tales, pero la generación que le sucede es más ortodoxa, pues después de ellos vienen los jóvenes que están haciendo cosas distintas y les mueven el tapete".
Esa generación intermedia ''entra en crisis. Ahora nosotros somos los nietos de Guillermina y aquellos son sus hijos, que no se quitan el karma de la madre".