MIERCOLES Ť 30 Ť MAYO Ť 2001
MEXICO S.A.
Carlos Fernández-Vega
OR MEDIO DEL PLAN NACIONAL de Desarrollo, los mexicanos han sido ilustrados del alcance y énfasis que el presidente de la República en turno promete dar a su gobierno: bienestar social, desarrollo económico, estabilidad política e impartición de justicia.
ANTES DEL QUINTO PLAN consecutivo, presentado ayer por el presidente Fox, cuatro mandatarios hicieron su propio, vano intento por enderezar el barco, enfáticos en el discurso y ondeando similares banderas políticas, económicas y sociales. Pero a lo largo de los últimos 20 años, la realidad ha impuesto su jerarquía y los resultados han sido contrarios a los originalmente comprometidos, o pírricos, en el mejor de los casos.
LA REITERADA PROMESA del acceso al desarrollo es una enorme asignatura pendiente de los gobiernos mexicanos. De ello da cuenta la diferencia entre lo empeñado y lo alcanzado, siempre por medio del Plan Nacional de Desarrollo: José López Portillo prometió una tasa de crecimiento del PIB del 8 por ciento anual entre 1980 y 1982, pero logró 3.4; Miguel de la Madrid garantizó un incremento anual de 5.5 por ciento y en la práctica se registró un brutal desplome sexenal; Carlos Salinas de Gortari presumió un 6 por ciento anual de avance y concretó 2.9; Ernesto Zedillo garantizó un 5 por ciento anual, pero de entrada enfrentó un desplome de 6.2 por ciento en 1995, para terminar su administración con un avance promedio cercano al 4.5, el más cercano al compromiso original, en el terreno económico.
EN LA ESPERA PERPETUA DEL desarrollo, la justicia y el equilibrio, los mexicanos observaron cómo, durante el priato, los responsables de la elaboración y conducción de los distintos planes nacionales -los titulares de Programación y Presupuesto- accedieron a la Presidencia de la República: Miguel de la Madrid con el PGD 1980-1982; Carlos Salinas de Gortari con el PND 1983-1988 y Ernesto Zedillo con el PND 1989-1994. Tal vez por esa razón, en los proyectos presentados entre 1980 y 1995 la única variante real, aparentemente, fue el matiz retórico y la fecha de impresión:
EL PLAN GLOBAL DE DESARROLLO (abril de 1980) estableció tres vertientes fundamentales: ''la reforma política, que fortalece y acelera el proceso de democratización del país; la reforma administrativa, que adecúa las instituciones a nuestro tiempo y las capacita para servir mejor los objetivos de una política integral de desarrollo, y la reforma económica que, a través del esfuerzo concertado de los factores reales del país, persigue promover, en la independencia nacional, un crecimiento alto y sostenido para dotar a todos los mexicanos de empleo y los mínimos de bienestar que una nación bien organizada puede proveer, para así progresar más decididamente en el arribo a una sociedad igualitaria''.
PRETENDIA, TAMBIÉN, ''REAFIRMAR y fortalecer la independencia de México como nación democrática, justa y libre en lo económico, lo político y lo cultural; proveer a la población empleo y mínimos de bienestar, atendiendo con prioridad las necesidades de alimentación, educación, salud y vivienda; promover un crecimiento económico alto, sostenido y eficiente; mejorar la distribución del ingreso entre las personas, los factores de la producción y las regiones geográficas; crear 2.2 millones de nuevos puestos de trabajo entre 1980-1982 y un crecimiento anual del PIB del 8 por ciento''.
PARA MIGUEL DE LA MADRID, la política económica y social se traducía en la ''capacidad del país para dejar atrás los aspectos más graves de la crisis; en un clima de paz social, de goce de libertades y de fortalecimiento de la democracia y de las instituciones, la sociedad mexicana ha reafirmado su fortaleza y su capacidad para el cambio; se pretende conservar y fortalecer las instituciones democráticas, vencer la crisis, recuperar la capacidad de crecimiento e iniciar los cambios cualitativos que requiere el país en sus estructuras económicas, políticas y sociales''.
CARLOS SALINAS DE GORTARI aseguraba, en mayo de 1989, que los mexicanos accederían ''en breve, a un horizonte de progreso personal y familiar; éste exige que no sea efímero; en ningún momento hemos perdido de vista el destino final de nuestras acciones y esfuerzos: la calidad de vida de nuestros compatriotas y, especialmente, de aquellos entre nosotros que viven el intolerable estado de la miseria; estamos comprometidos, seguros, de nuestra alianza histórica con los trabajadores de México para proteger el empleo y estimamos 6 por ciento de crecimiento anual del PIB''.
ERNESTO ZEDILLO RECONOCIA que ''muchos son los problemas que todavía enfrentamos, muchos son todavía los mexicanos que carecen de lo indispensable; muchos son los que viven en condiciones semejantes a las que agobiaron a sus abuelos; muchos son los millones que no conocen y no pueden aprovechar las oportunidades y los avances que brindan un siglo de transformaciones que ya termina; de ahí que los mexicanos no estamos satisfechos, en nuestro país siguen existiendo una distancia grande entre la norma escrita y su observancia; entre la ley y su aplicación, entre la justicia y su impartición. Para muchos, en la práctica, todavía está negado el acceso a la justicia pronta y expedita, lo que afecta su vida y vulnera sus derechos''. En el México de hoy, ''nadie puede estar satisfecho con el desigual desarrollo del país, ni con la pobreza en que viven millones de hombres y mujeres y que nos enfrenta, cada día, a lo mucho que falta por hacer'', sostenía en 1995.
AYER SE PRESENTO EL QUINTO Plan Nacional de Desarrollo consecutivo (con el agregado de marketing ''Acciones de hoy para el México del futuro''), el del presidente Vicente Fox. Entre otros conceptos, expuso:
''MÉXICO SERA UNA NACION plenamente democrática, con alta calidad de vida, que habrá logrado reducir los desequilibrios sociales extremos y que ofrecerá a sus ciudadanos oportunidades de desarrollo humano integral y convivencia basada en el respeto a la legalidad y en el ejercicio efectivo de los derechos humanos... El gobierno basará su acción en el humanismo, la sustentabilidad del desarrollo, el fortalecimiento del estado de derecho y el impulso a la innovación en todas sus formas.... Es una realidad que nadie puede sentirse satisfecho con lo que hemos logrado como país; yo no puedo, ciertamente, sentirme satisfecho mientras no tengamos una economía que nos permita crecer con baja inflación y sin comprometer el futuro de las siguientes generaciones; nadie puede decirse satisfecho mientras existan millones de familias viviendo en la miseria; no podemos sentirnos satisfechos mientras sigamos ocupando los primeros lugares del mundo en corrupción e impunidad; nadie puede sentirse satisfecho porque el desafío es para todos y todas... no habrá adversidad ni obstáculo capaz de vencer a un pueblo unido con voluntad de salir adelante...''.
ASI, MÉXICO, SUS HABITANTES, se encuentran (círculo perpetuo) en espera del sexto Plan Nacional de Desarrollo (2007-2012).
Las rebanadas del pastel:
CON EL MATERIAL ANTERIOR, rebane usted lo que considere pertinente.
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