MIERCOLES Ť 30 Ť MAYO Ť 2001

Ť Se derramará sangre si el ejército ataca, advierten los inconformes

Rodean 900 soldados apoyados con blindados un cuartel de policías brasileños en huelga

Ť Cae la popularidad de Fernando Henrique Cardoso debido a la crisis que afecta al país

REUTERS, AP, DPA Y AFP

brazil_police_strike Sao Paulo, 29 de mayo. Unos 900 soldados apoyados por blindados rodearon este martes el cuartel de la policía militar en Palmas, capital del central estado brasileño de Tocantins, en donde alrededor de 800 personas, entre agentes policiales acompañados de sus esposas e hijos, se mantienen en huelga desde hace 10 días.

"La situación es cada vez más intensa pues no se trata ya de una huelga sino de un motín", declaró el portavoz del gobierno local, Belmiro Gregorio, por lo cual un portavoz de ejército dijo que invadirán el cuartel como último recurso.

Los 3 mil 600 policías militares de Tocantins reclaman 47 por ciento de aumento salarial, un reducción de la semana laboral y mejores condiciones de trabajo, pero las autoridades locales se niegan a negociar con los huelguistas hasta que depongan sus armas y salgan del cuartel.

Desde la noche del lunes, 180 soldados rodean el principal cuartel de la policía militar de Palmas, en el cual 800 personas, entre policías armados, sus mujeres y sus hijos, acampan desde hace 10 días.

El resto de los soldados, provenientes de Río de Janeiro, Brasilia y Goiana patrullan las calles de la ciudad con el apoyo de blindados ligeros.

Precisamente anoche venció el plazo dado por el ejército para que los policías abandonaran el cuartel, y este día llegó a Palmas el jefe policial de Brasilia, general Alberto Cardoso, para prestar su apoyo al gobernador José Wilson Siqueira Campos.

Sin embargo, el juez Marcelo Albernaz, prohibió hoy al ejército invadir el cuartel, al menos de manera temporal, ante el temor de un sangriento conflicto, aunque el ministro brasileño de Justicia, José Gregori, criticó la huelga y la calificó de "relajo".

Los dirigentes de la huelga señalaron que no vacilarán en utilizar las armas que hallaron en el arsenal del edificio, en tanto que uno de los líderes de los inconformes, Ma-noel Aragan, advirtió a Ap: "Las consecuencias serán trágicas si el ejército ataca. Se derramará sangre".

También, un agente entrevistado por la agencia Folha Online, dijo bajo condición de anonimato que "estamos en estado de alerta. Si el ejército realmente invade el cuartel, va a haber una desgracia".

Pese a invadir la prisión militar, el juez Albernaz ordenó a los agentes en huelga que dejen salir a todos los niños que se encuentran en el cuartel, al tiempo que ratificó la orden de detención dictada anteriormente contra 13 líderes del paro.

Un policía militar, encargado de mantener el orden en Brasil, gana 265 dólares por mes en Tocantins, y el salario mínimo en el país es de 77 dólares.

En otro asunto, la popularidad del presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, se desplomó en mayo a 46.5 por ciento del 54.7 que mantenía el mes anterior, a raíz de la crisis energética que afecta al país, y de los esfuerzos del mandatario socialdemócrata por impedir una investigación del Congreso sobre corrupción en su gobierno.