MIERCOLES Ť 30 Ť MAYO Ť 2001

En Nigeria, el Festival de la Herencia Negra; será anual


Memoria del esclavismo

AFP

Badagry, Nigeria. Nigeria inauguró días atrás el primer Festival de la Herencia Negra, cuyo objetivo es establecer vínculos entre los miembros de la diáspora negra en el mundo.

Por vez primera desde el Festival de Artes y Cultura Negra, realizado con éxito en 1977, Nigeria organiza un acto destinado a presentar danzas, obras de teatro, creaciones musicales, pero también a evocar su papel histórico en el comercio de esclavos ante un público negro internacional.

"Se trata de una tentativa de hacer volver a su tierra a los americanos de origen africano, para acercarlos a sus raíces y mostrarles su herencia aquí, en la ciudad en la que empezó su viaje", declaró Idowu Sonubi, funcionaria del Ministerio de Cultura nigeriano.

Badagry, la ciudad elegida como sede del festival, fue una de las encrucijadas del comercio de esclavos entre los siglos XVI y XVIII, precisó Sonubi.

A diferencia de otros países de Africa occidental, como Benin, Ghana o Senegal, Nigeria no había realizado todavía una tarea de memoria sobre el comercio de los miles y miles de hombres y mujeres de la región que fueron llevados como esclavos a América.

Con este festival, que va a convertirse en una cita anual, las autoridades nigerianas se plantean recordar los itinerarios que seguían las caravanas de esclavos a lo largo de la costa.

El festival empezó el domingo con un desfile de carnaval encabezado por bailarines que representaban las escenas de captura y embarque de los esclavos, y terminó por la noche en el puerto de Gberefu, desde donde los barcos negreros partían a América.

En el programa del lunes figuraron una demostración de lucha africana tradicional, una regata, una proyección de películas y una velada musical.

El martes hubo una visita guiada de los lugares en los que se realizaba la trata de esclavos.

"Estoy conmovida y dolorida. He vuelto a mi tierra", declaró Marcia Glenn, segunda vicepresidenta de la Conferencia Norteamericana de Alcaldes Negros, que asistió al espectáculo ofrecido el domingo.

"Es una experiencia conmovedora", consideró asimismo Christopher Camphell, alcalde de Eastover, ciudad de Carolina del Sur (Estados Unidos).

"La cultura, la creatividad, la herencia, el homenaje que los nigerianos rinden a sus antepasados es una lección que nos llevaremos al partir. Esto sobrepasa todas mis esperanzas. Es una experiencia sumamente emocionante para mí, en tanto africano-norteameriano, el encontrarme aquí, en mi tierra", dijo.

Entre los espectadores del festival se encontraba también el escritor nigeriano Wole Soyinka, premio Nobel de Literatura 1986, quien se declaró sumamente contento de que este acontecimiento haya sido organizado en su país.

"Es algo que hubiera debido realizarse hace mucho tiempo, y debe continuar. Traer a su tierra a la diápora negra es una buena cosa. Es algo que debe continuar y agrandarse", declaró el célebre escritor.