JUEVES Ť 31 Ť MAYO Ť 2001
Ť Critican productores planteamientos del PND
Los problemas del agro no se resolverán con buenos deseos
Ť Deben determinarse instrumentos de crecimiento y apoyo: CNA Ť Exige el CTA acuerdo sobre trabajadores migratorios
MATILDE PEREZ U.
El panorama poco alentador para el campo mexicano no se combatirá sólo con buenos propósitos y deseos, como está plasmado en el Plan Nacional de Desarrollo (PND); éste propone que las comunidades de alta y muy alta marginación se integren en pequeñas sociedades productivas, y que los ejidos cercanos a las zonas urbanas se conviertan en "agentes que aporten la tierra para el desarrollo urbano".
La capacitación y organización de los campesinos es otro de los ejes que el gobierno foxista establece para el agro. "Eso les permitirá conocer y beneficiarse de los derechos que la ley les concede respecto de la tenencia de la tierra, para desarrollar sus habilidades productivas, aprovechar los avances tecnológicos y usar racionalmente sus recursos con el propósito de elevar su nivel de vida."
El presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Jesús Vizcarra Calderón, comentó que el sector requiere atender sus necesidades con urgencia, y es necesario determinar los instrumentos de crecimiento y apoyo para revertir las proyecciones internacionales que colocan al sector alimentario mexicano en una notable desventaja.
Cifras del Departamento de Agricultura de Estados Unidos indican que para el año 2010 México triplicará sus importaciones de carne de res y de cerdo, y duplicará las de productos avícolas, maíz, sorgo y trigo.
"Se proyecta que nuestra capacidad productiva permanezca limitada por la escasez de agua, tierra disponible y bajo nivel de tecnología. Además, como resultado de una competencia rígida con las importaciones, se espera la reducción de la superficie sembrada con granos forrajeros y limite la superficie de trigo", agregó.
Para Máximo Garza Sánchez, ex director del Consejo Técnico Agropecuario (CTA), el sector rural sigue expulsando la fuerza de trabajo campesina, no ha logrado revertir el desequilibrio entre los mercados ni el incremento de las importaciones. "México dejó de ser exportador y se convirtió en importador neto de alimentos, se especializó en las exportaciones de frutas y hortalizas, principalmente al mercado estadunidense, y pasó a depender del abasto externo en los productos básicos de consumo popular".
Tras la firma del Tratado de Libre Comercio, abundó, la dependencia alimentaria del país se ha profundizado debido a las desventajas en los costos y productividad nacional de granos y oleaginosas, pero también por la decisión gubernamental de cancelar en los hechos la protección negociada para maíz, frijol y otros productos, al permitir excedentes de importaciones bajo el llamado arancel-cuota.
Destacó que las políticas de liberalización no han sido suficientes para alcanzar la mayor parte de los objetivos que se propusieron. No han conducido al aumento de la producción y productividad ni han elevado el potencial exportador, no han ayudado a conservar los recursos naturales ni lograron una inserción eficiente de la agricultura mexicana en la economía internacional.
Sin ser objetivo declarado de la política de reformas, la expulsión de fuerza de trabajo campesina y su reubicación en los campos estadunidenses ha terminado por generar más divisas que toda la exportación agroalimentaria del país a los socios del TLC. "Esto exige inscribir en la agenda México-Estados Unidos un acuerdo sobre movilidad de los trabajadores migratorios", agregó.
Por su parte, el Grupo Interdisciplinario de Estudios Estratégicos del Desarrollo Rural y Agroindustrial de la Universidad Autónoma Chapingo propuso impulsar una política de reordenamiento territorial y poblacional que incluya el establecimiento de parques tecnológicos e industriales cercanos a algunos centros urbano-rurales.
La política de producción y productividad tendrá que prever un reordenamiento de los subsidios del Procampo para que éstos se destinen sólo a regiones específicas y con restricciones de superficie, así se asegurará un volumen de producción adecuado a las necesidades nacionales y se subsidiará a los productos que más lo necesiten.
Además, se debe establecer un sistema local de ahorro, crédito y aseguramiento; fomentar el establecimiento de mercados regionales con ventas directas del productor al consumidor, y fortalecer y crear infraestructura para almacenar y mantener las reservas estratégicas de alimentos.