DOMINGO Ť 1o. Ť JULIO Ť 2001
Ť Se dice dispuesto a que se audite su gestión; el viernes se reunirá con opositores
Reapareció Enrique Ramos, dirigente azucarero
FABIOLA MARTINEZ
El dirigente de los azucareros, Enrique Ramos Rodríguez, reapareció el pasado viernes en las instalaciones de la Secretaría del Trabajo y se dijo dispuesto a ser auditado por un despacho independiente, en respuesta a las reclamaciones de sus opositores.
Sin embargo, Ramos Rodríguez protestó ante la autoridad laboral "por haber alentado a un grupito de disidentes que no llegan ni a 3 mil", respecto a la membresía total del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República Mexicana, calculada en 45 mil.
Aseveró que los disidentes, encabezados por tres integrantes del comité ejecutivo nacional del sindicato, quienes aseguran que Ramos Rodríguez cometió un fraude por 500 millones de pesos en diversos fideicomisos de este gremio, "son patrocinados por los empresarios".
Una vez más el dirigente aseveró que los "desfalcos" en el sindicato se originaron en gestiones pasadas e incluso el ex secretario general del gremio, Salvador Esquer Apodaca, anunció en diciembre de 1994 que no había recursos para seguir pagando a jubilados. Actualmente en el gremio están registrados 12 mil trabajadores en retiro.
Luego, en afán de justificar los términos de la revisión contractual de noviembre pasado, aseveró: "Dejo de ser secretario general del sindicato si alguien me demuestra que la jubilación no se otorga con 60 años de edad y 35 de servicio".
De acuerdo con Ramos Rodríguez, "los trabajadores que no están conmigo" son los de los ingenios La Margarita, Refugio y San Francisco Ameca, "que no alcanzan ni 3 mil; un grupo de 130 de El Potrero, así como "otros pocos" de San Cristóbal, Pujiltic y La Abeja, alentados por Guadalupe Cruz y Raúl Ramírez, "quienes se fueron de la directiva por su propia voluntad, nadie los corrió".
Por lo pronto, el próximo 6 de julio está comprometida una reunión entre Ramos Rodríguez y lo que él califica como "grupito" disidente -el cual mantuvo tomada por tres días la sede sindical en la ciudad de México- para evaluar el mecanismo para una auditoría en la que se revisen las finanzas de las 60 secciones del sindicato azucarero.
Entrevistado en la Secretaría del Trabajo, Ramos Rodríguez expresó: "Yo no le saco al parche ni me iré del sindicato. Si en un momento dado así lo decido, será con la cabeza en alto, y mi pensión por delante, porque ya me toca... Aquí con las autoridades vine a exigir una explicación de por qué a un número tan pequeño de azucareros se le abren las puertas de las instituciones".