MARTES Ť 3 Ť JULIO Ť 2001

Ť Hacen apología de la fuerza como elemento fundamental de triunfo, revela estudio

Programas de tv deterioran valores de escolares

Ť En algunos casos, niños mexicanos ven la televisión hasta diez horas al día, dice el IIEF

MARIA ESTHER IBARRA

La violencia, el desorden sexual (intentos o consumación de violaciones), suicidios y el deterioro de valores registrados entre escolares de algunos planteles educativos del Distrito Federal, tienen su origen, en gran parte, a la influencia de programas televisivos que hacen apología de la fuerza como elemento fundamental de triunfo.

Esa voz de alerta, que diversos especialista educativos han señalado, fue documentada por el Instituto de Investigaciones Educativas y Familiares (IIEF), en cuyo estudio Medios de comunicación: hagamos algo determinó que, en promedio, los niños mexicanos ven la televisión 24 horas por semana pero que incluso algunos lo hacen hasta diez horas al día.

De ese modo, aseguró esa institución de investigación, que antes de terminar la primaria, los infantes mexicanos habrían visto ocho mil asesinatos y cien mil acciones violentas", a través de mensajes, argumentos, programas, canciones, videoclips y anuncios de televisión, radio, películas y publicaciones. A esto sumó, que niños y jóvenes tienen al alcance más de cien millones de ejemplares anuales de publicaciones pornográficas.

Y es que de acuerdo con el IIEF, la programación televisiva con contenidos violentos llegan a inducir conductas antisociales que, en algunos casos, hace que los menores vean los actos violentos como "situaciones cotidianas sin consecuencias y crean que violencia es mejor vía de solución a los conflictos que la conciliación".

La Comisión de Atención Especial a Grupos Vulnerables de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) denunció, desde 1998, la violencia en los plantes educativos de la capital mexicana, y dio cifras preocupantes: de los 7 mil 587 delitos sexuales reportados ese año en la ciudad de México, poco más del 67 por ciento se cometieron en escuelas, lo que significó el 67 por ciento. De este porcentaje, el 60 por ciento (4 mil 508) se registró en jardines de niños, primarias y secundarias, mientras que 598 sucedieron en instituciones de educación superior.

Iniciativa contra la violencia escolar

Sin ser consuelo, el fenómeno no es con mucho preocupante en México. En algunos países, la situación ha llegado al grado de concertar acuerdos transnacionales entre los quince gobierno integrantes de la Unión Europea.

A raíz de las conclusiones del Consejo de la Comunidad Europea, en septiembre de 1997, sobre la seguridad en los planteles educativos, al año siguiente los países miembros lanzaron la iniciativa Violencia en las Escuelas, al reconocer que los Estados se enfrentaban, cada día más, a problemas de inseguridad en los plantes escolares, problema que se consideró determinante en la calidad educativa.

Con el lanzamiento de dicha iniciativa, se hizo un llamado a la Comisión y a los Estados para que estructuraran e intensificaran la cooperación europea en ese ámbito, en particular dando su apoyo, en el marco de los instrumentos presupuestarios existentes, a los proyectos piloto transnacionales, a la realización de estudios, conferencias y coloquios europeo, así como fomentar y estructurar el intercambio de información, experiencias y prácticas correctivas.

La Comisión, por su parte, se comprometió a dar su apoyo a medidas transnacionales dirigidas a luchar contra la violencia en las escuela y a prevenirla, a través de la constitución de organizaciones o de las ya existentes que poseyeran un estatuto jurídico y que procedieran de uno del os quince Estados miembros de la Unión Europea o de los países del espacio Económico Europeo.

Para garantizar la correcta aplicación de subvención, se excluyó como organismo solicitante o beneficiario de la subvención a personas físicas (particulares) y a las sociedades comerciales. Así mismo, se estableció que los recursos tampoco podrían destinarse a pagos de salarios de docentes o personal de los centros educativos.

Entre los participantes principales se destaca a las escuelas, instituciones y asociaciones educativos, centros de orientación psicopedagógica y de orientación escolar y profesional, asociaciones de padres de alumnos y autoridades públicas (policía y organismos responsables de impartir justicia).