VIERNES Ť 6 Ť JULIO Ť 2001
Ť Los amigos de Eugenio Elorduy Walther lo identifican entre duro y persistente
Más empresario que político, se define el candidato de AN al gobierno de BC
Ť Estudiante de "dieces", cuyo tutor en el Tec de Monterrey fue Eugenio Garza Sada
CIRO PEREZ SILVA Y JORGE A. CORNEJO ENVIADO Y CORRESPONSAL
Tijuana, BC., 5 de julio. Definido por sí mismo como empresario más que como político, el candidato del PAN a la gubernatura de Baja California, Eugenio Elorduy Walther, pasó 27 años, desde su afiliación a ese partido, en la búsqueda de un cargo de elección popular, hasta que en 1995 ganó la contienda en la capital del estado para ocuparse del ayuntamiento.
Antes, en 1989, coordinó la campaña para gobernador de Ernesto Ruffo Appel, quien se convirtió en el primer gobernador de extracción no priísta en la historia reciente del país, con quien trabajó como secretario de Finanzas antes de ganar la presidencia municipal de Mexicali.
Su éxito empresarial y la dureza con que se condujo en el desempeño de las funciones públicas le han ganado, por parte de sus adversarios, el mote de Hitler. Esa dureza, coinciden sus amigos, puede tener su origen en la formación académica del panista, quien llegó a la preparatoria del Tecnológico de Monterrey luego de haber cursado la secundaria en la escuela militar Army-Navy, en Carlsbad, California, al norte del condado de San Diego.
Organizado y perfeccionista "hasta el detalle", Elorduy fue un estudiante ejemplar, "de dieces", que leía diariamente los periódicos locales y nacionales, además de la revista estadunidense Time, libros de economía y biografías. "Las novelas las descartaría", comenta su compañero de cuarto en los años de la preparatoria, Carlos Miramontes, también empresario.
"No era peleonero ni particularmente noviero", dice Miramontes, a quien le cuesta trabajo encontrar una deficiencia en el candidato panista al gobierno del estado. "El único defecto que le puedo señalar es que sacaba mejores calificaciones que yo", dijo. De hecho Elorduy Walther, nacido en Caléxico, California, obtuvo mención honorífica en su examen profesional para obtener el título de administrador de empresas.
Por influencia de las amistades de su padre, las perspectivas de Elorduy eran superar los logros familiares. "Frecuentaba círculos importantes en la sociedad de Baja California y de Nuevo León, con decirle que su tutor en el Tecnológico de Monterrey fue Eugenio Garza Sada. Yo creo que siempre buscó superar lo que hizo su padre, quien murió hace como 27 años. Hace como 30 años le dijo a su padre que iba a ser gobernador y está por lograrlo, además de que no veo a la gubernatura como su último acto político; yo creo que todavía va a dar más".
La imagen que de él guardan sus amigos contrasta con la que tienen los contrincantes del aspirante panista. Aquéllos consideran que su actitud sea hitleriana, sino persistente y, si acaso, "dura". Tampoco coinciden con quienes lo acusan de intolerante ya que, aseguran, defiende sus valores.
"Es un cristiano y como tal defiende los preceptos de la Iglesia. En eso no hay concesiones. Tampoco en lo que se refiere a la defensa de mujeres y menores. Yo lo he visto cuando le hablan de violaciones o vejaciones, son cosas que no tolera, que lo encienden. No entiende de negligencia o indisposición para el trabajo. En ese sentido es mucho más que intolerante", comenta uno de sus amigos más recientes, Ascar Lutherott. Bajo esa misma doctrina, asegura, "va a ver por los pobres, a pesar de ser un hombre rico".
Es un empresario, insisten sus amigos, "y no necesita robar, tiene sus propios ingresos en este cargo, como va a entrar va a salir", asegura Rodolfo Meza Navarro, quien recuerda que por insistencia de Elorduy concluyó la maestría en derecho fiscal. "Es una persona muy generosa, te da la mano siempre, como amigo se abre totalmente y espera lo mismo de ti. No tolera mediocridades, es total. Si tú hablas con él, te habla derechito a los ojos, inclusive a veces te habla muy de cerca y tienes que decirle: šespérate porque salpicas!, pero ahí te das cuenta de su determinación."
Al tiempo en que consolidó una estabilidad económica a partir de la venta de automóviles nuevos, Elorduy se formó en la doctrina de los viejos panistas que abrían camino décadas antes del primer triunfo del blanquiazul en una contienda electoral importante.
Sus correligionarios fueron el ex senador Norberto Corella, el ex gobernador Héctor Terán, Héctor Sada, Salvador Rosas Magallón y Víctor Hermosillo.