VIERNES Ť 6 Ť JULIO Ť 2001
Ť Leonardo García Tsao
El futuro no es lo que solía ser
En los inicios de su carrera, el director Sam Raimi hizo cine como si fuera un talentoso niño hiperactivo. Su ópera prima El despertar del diablo (1983), las dos secuelas de la misma y Darkman (1988) resultaban lúdicas, visualmente alucinantes y también algo fatigosas. La madurez vino con El plan (1998), esa intensa meditación moral sobre el poder corruptor del dinero disfrazada de thriller. Después de una desafortunada desviación hacia la película deportiva sentimental, Por amor (1999), Raimi ha vuelto al cine fantástico bajo la óptica de la recién adquirida sobriedad.
Llamado Testigo en México (título particularmente soso y poco descriptivo), The Gift es un thriller de misterio con ribetes sobrenaturales. En el pueblo sureño de Brixton, la viuda Annie Wilson (Cate Blanchett) mantiene a sus tres hijos pequeños por medio de las ganancias obtenidas de la lectura adivinatoria de cartas. Entre sus clientes fijos está Valerie Barksdale (Hilary Swank), cuyo brutal marido Donnie (Keanu Reeves) la golpea con regularidad, y Buddy Cole (Giovanni Ribisi), un perturbado mecánico/tonto del pueblo que padece arranques de violencia. Aunque Annie posee ocasionales poderes psíquicos, su verdadera labor es ofrecer consejos sensatos. De hecho, la mujer parece ser la única ciudadana cuerda de una población que pudo haberse originado en las pesadillas de Tennessee Williams.
En ese ambiente gótico sureño puro no podía faltar la ninfómana local que además es una niña rica (Katie Holmes), comprometida a casarse con el apacible director de la escuela (Greg Kinnear). Tras la desaparición de la chica, Annie tiene premoniciones de que ha sido asesinada y lleva a la policía a localizar su cadáver en un estanque, propiedad de Donnie. Dados su carácter violento y el haber sido uno de tantos amantes de la víctima, el hombre es acusado del crimen.
Detrás de toda esa maraña de relaciones conflictivas lo que se oculta en el guión urdido por el actor/cineasta Billy Bob Thornton y Tom Epperson es un vulgar whodunit, o sea uno de esos thrillers engañosos donde la identidad del asesino se revela hasta el final y resulta ser el menos sospechoso de los personajes. En lugar de regodearse en esa truculencia y llevar su relato a niveles de delirio, como lo hizo en El despertar del diablo, Raimi opta nuevamente por la mesura y se concentra en establecer la naturaleza compasiva de su protagonista.
Interpretada por Blanchett con su ya acostumbrada capacidad de sugerir emociones complejas, Annie sufre sus visiones premonitorias. Como le ocurría al protagonista de La zona muerta (David Cronenberg, 1983), el poder psíquico le permite ver y sentir el sufrimiento ajeno; por ello se involucra en los problemas de sus clientes al grado de que sus hijos resienten el abandono. Curiosamente ese lado emocional -bien construido por el director y su actriz- debe alternar con el aspecto artificioso: las pistas falsas, los lapsos de lógica, el situar la acción climática en el clisé de una noche tormentosa y repetir los recursos dramáticos de moda, el abuso paterno o las ya inevitables secuencias de juicio.
En ese sentido, Testigo es tan disparejo como su reparto. En contraste con Blanchett y el desempeño también sutil de Swank, está la sobreactuación de Ribisi o la subactuación de Reeves, igual de inexpresivo en plan de héroe que de villano. Eso sí, Raimi filma el detalle revelador o la exageración con la misma precisión formal, confirmando ser ahora uno de los realizadores más refinados del género.
Esa contradicción entre un interés por desarrollar a los personajes y la necesidad de rendirle culto al entretenimiento hollywoodense puede ser provechosa en el siguiente proyecto de Raimi. Spiderman es un superhéroe de tira cómica pero aquejado por las neurosis de cualquier gringo urbano.
TESTIGO
(The Gift)
D: Sam Raimi/ G: Billy Bob Thornton, Tom Epperson/ F. en C: Jamie Anderson/ M: Christopher Young/ Ed: Arthur Coburn, Bob Murawski/ I: Cate Blanchett, Giovanni Ribisi, Keanu Reeves, Greg Kinnear, Hilary Swank/ P: Lakeshore Entertainment, Alphaville. EU, 2000.