Jenaro Villamil
Trevi-Andrade, el recuento de los daños
Han transcurrido poco más de tres años desde que se destapó el escándalo mediático del llamado clan Trevi-Andrade, con la edición del libro La gloria por el infierno y la persistencia sensacionalista de programas como Trapitos al sol y Ventaneando, y la historia sigue generando un jugoso negocio televisivo, al grado de que algunos especialistas consideran este escándalo como el de más alto rating en América Latina.
Basta un breve recuento para darse una idea del negocio paralelo que está detrás de la intérprete de Doctor psiquiatra: se han editado tres libros que han desentrañado con todo el morbo posible y sin muchas pruebas contundentes las historias de abuso sexual y psicológico protagonizadas por Sergio Andrade y Gloria Trevi -La gloria por el infierno, libro que en 1998 detonó la guerra contra la cantante; Revelaciones, de Karina Yapor, cuya difusión fue mucho mayor que cualquier novela reciente de Carlos Fuentes o Elena Poniatowska, y el último best-seller, Tras las rejas con Gloria, que relata entre otras cosas la muerte de la hija de la cantante como si fuera una escena cinematográfica de Viernes 13-. Al mismo tiempo, Televisa y Tv Azteca han destinado más de 400 horas en tiempo-aire a desentrañar y especular sobre el caso. El programa especial El recuento de los daños, producido por Televisa y transmitido en Canal 2, tuvo un nivel de rating de 16.7 a 17.1 puntos, de acuerdo con Ibope, mientras que la serie dedicada a Trevi en el programa El ojo del huracán, de Tv Azteca, adquirió un rating de 14.1 a 9.1 puntos. En ambos casos, se trata de índices mayores a los que tienen las barras matutinas de ambas televisoras e incluso más altos que la audiencia promedio del noticiario estelar de Joaquín López Dóriga, o que el que registrara, en su momento, la transmisión de la toma de posesión de Vicente Fox el 1o. de diciembre del 2000.
La internacionalización televisiva y radiofónica del caso es impresionante. Una cadena como E! Entertainment prepara un especial en su serie Historias verdaderas para el 28 de julio y anuncia que la entrevista con la cantante es una auténtica bomba. En Brasil, el programa de Telemundo Ocurrió así, con declaraciones de la Trevi, batió récords de audiencia. La prensa escrita de espectáculos, en especial las revistas adscritas a los consorcios televisivos mexicanos, no han dejado de publicar la cobertura de los pormenores del caso: desde la "fuga" de Karina Yapor, las revelaciones sobre "los hijos" de Andrade, las especulaciones sobre los mensajes satánicos y sadomasoquistas en canciones como Ya no, grabada en 1991, el proceso de extradición de Mary Boquitas, Trevi y Andrade y la depresión que al parecer sufre la otrora cantante que se dio el lujo de romper con Televisa y retornar después con un jugoso contrato de 8 millones de dólares en septiembre de 1996.
En medio de este panorama, no deja de sorprender la persistencia y la insistencia en el innegable fenómeno de popularidad y mercadotecnia que sigue generando Gloria Trevi. Primero, por la vía de la adhesión y la simpatía desbordante entre 1991 y 1994 que la llevó a obtener ocho discos de oro y a vender en menos de tres meses más de 300 mil copias de su calendario Trevi 92. A partir de su ruptura con Tv Azteca y de los "reportajes especiales" de Paty Chapoy, en 1998, por la vía del escándalo, del amarillismo y del desenmascaramiento de un modus operandi muy común en el mundo del espectáculo: todo es posible con tal de alentar la ansiedad de fama, de éxito y de vanidad de los productos prefabricados en las televisoras.
El escándalo se inició como parte de las "revelaciones" de la ex esposa de Sergio Andrade, para luego derivar en un linchamiento que obligó a desdecirse a muchos de quienes vieron con simpatía el "fenómeno Trevi", sorprendidos ante la concatenación de testimonios que revelaban que la gran rebelde de la música pop de los noventa era, en realidad, un producto hechizo, una gran sumisa del titiritero Andrade, acusado de corrupción de menores, de secuestro, de abuso sexual. El morbo hizo de las suyas. El tono sensacionalista demostró que vende, se impone y genera jugosos dividendos.
Sólo hasta ahora, una empresa como Televisa intenta profundizar, contextualizar y explicar el fenómeno Trevi, no sólo a la luz de la truculencia sino del análisis. Tv Azteca no ha abandonado el sello de la casa, con sus acostumbradas especulaciones, desmesuras y acusaciones que primero se aplicaron en este caso y después se reprodujeron en el expediente del asesinato de Francisco Stanley.
Lo sintomático es que hasta ahora ninguna de las dos televisoras se hace una mínima autocrítica o responde a las preguntas que se mantienen en el aire: ¿es un caso aislado el ocurrido con Andrade y la compañía de Trevi en el mundo del espectáculo mexicano- ¿Cómo logró un monstruo como Sergio Andrade tener tanta impunidad y, al mismo tiempo, tanta habilidad para mantener el producto Gloria Trevi en el gusto popular? ¿Cuáles son los entretelones empresariales que detonaron la primera ruptura con Televisa y después con Tv Azteca?
Del otro lado, no se puede perder de vista que el fenómeno de Gloria Trevi dejó un vacío que ninguna otra cantante de la música pop mexicana ha podido llenar, trascender o recrear. Las canciones y la llamada "atmósfera Trevi" irrumpieron en un mundo de baladas comerciales dominado por la cursilería, la superficialidad o las imitaciones tardías de artistas estadunidenses pero, sobre todo, generó una adhesión instantánea de nuevas generaciones de jóvenes y niños que formaron ejércitos de fans (casi con la misma mecánica con la que se construyó después los amigos de Fox), que aplaudían los exabruptos en el escenario, compartían las insolencias de la Trevi y creyeron que, por primera vez, algo genuino había surgido en el mundo del espectáculo. Quizá ese es el principal saldo del vacío que dejó la Trevi.