LUNES Ť 9 Ť JULIO Ť 2001
ASTILLERO
Julio Hernández López
ESTA COLUMNA (afiliada al muy selecto club criticón denominado Círculo Rojo) confía en que no haya pájaros en los alambres ni cocas en el refri (no pepsis: nótese la selección refresquera po-líticamente correcta) en esta maravillosa ocasión en que tendrá a bien tocar el tema del espionaje político.
GUSTAVO CASTILLO GARCIA, reportero de La Jornada, dio a conocer el sábado anterior la detención de un grupo de proletarios de la oreja que, en un modestísimo cuarto, se dedicaban a la aburridísima faena de escuchar y grabar las conversaciones telefónicas de personajes políticos nacionales y del estado de México. Los desdichados persecutores de las incidencias de vidas ajenas llevaban largos años dedicados a esas artes.
LAS PRIMERAS SOSPECHAS, como es natural, apuntan hacia el gobernador Arturo Montiel quien, como también es natural, jura y perjura que no tiene nada que ver con el asunto. Los mismos deslindes apresurados se han producido en todos los casos en que han sido detectadas maniobras similares.
EN CAMPECHE, por ejemplo, Layda Sansores llegó años atrás hasta el sitio donde trabajaba un equipo de personal reducido, pero de gran actualidad tecnológica, para espiar conversaciones relacionadas con la política. No avanzaron a fondo la indagación y el castigo de aquella contundente prueba de la indebida injerencia de autoridades gubernamentales en el ámbito privado de las personas a causa de la complicidad del gobierno zedillista y, además, a que el estilo de la entonces senadora Sansores no logró convocar la suficiente fuerza para convertir ese incidente en un episodio puntero de la lucha contra el espionaje desde el poder.
EL GOBERNADOR José Antonio González Curi pudo evadir el punto gracias a esa conjunción de factores. El incidente campechano es traído a cuento porque allá se descubrió un moderno equipo cibernético de alto costo y capacidad de escucha y grabación como para mantener bajo vigilancia a todos los habitantes de la entidad.
EL DESCUBRIMIENTO del cuartucho espía del estado de México, adonde llegaba la información obtenida en el DF, parece ser, frente a lo que se hacía en Campeche, una rama vieja y casi suelta de un fuerte y bien cuidado árbol de espionaje, propio del tamaño de dicha entidad y de la intensa vida política que desarrolla, tanto en el flanco del priísmo local gobernante (o, más propiamente, de uno de los grupos del tricolor) como del panismo que ha aportado cuadros importantes al gobierno federal.
OTRO TEMA relacionado con el uso de tecnologías avanzadas para efectos políticos es el de las presuntas grabaciones de Dolores Padierna en las que estaría agradeciendo favores recibidos. La delegada en Cuauhtémoc ha vivido siempre en un estado de tensión política debido a que en su zona tienen asiento los negocios de prostitución y narcotráfico llamados genéricamente giros negros. Además, ella forma parte de una corriente perredista siempre impugnada por su estilo clientelar, a la que pertenece René Bejarano, el influyente secretario particular de Andrés Manuel López Obrador en la jefatura del gobierno capitalino. Activísima como fue en la denuncia de los aprovechamientos que destacados empresarios tuvieron del Fobaproa que luego fue IPAB, Padierna tiene también entre sus malquerientes profesionales a esos poderosos hombres de dinero, o a sus representantes o ejecutores.
AUNQUE, para producir un cassete con frases editadas no se requieren tantos adversarios ni tanto poder. En un envío electrónico, el lector Alan Quiroz comenta: "La edición de conversaciones son cosas de un par de horas con tan sólo un equipo casero, por ejemplo un Pentium III a 800 megahertz y un software llamado Sound Forge, en su versión 4.0, y plug ins como el Noise Reduction 4.5, que sirve para remasterizar y eliminar el ruido, entre otras cosas; ambos de la Sonic Foundry Inc. Con lo anterior y, por supuesto, el material suficiente para ser editado, es sorprendente lo que se puede hacer. Ahora todo es posible: interceptar llamadas, hacer fotomontajes comprometedores, enviar correos electrónicos a nombre de Juan Pablo II, entrar a las computadoras de Microsoft, piratear correos electrónicos. Todo, absolutamente todo se puede hacer. Pero, sobre todo, hacer que parezca".
LA RESPUESTA de las autoridades de gobierno, y la de una parte de la opinión pública parecen, sin embargo, provenir de las cavernas. El tal Cisen, dirigido por Adolfo Aguilar Zinser, no tiene una política definida y diariamente ofrece muestras de inexperiencia e ingenuidad. Lo mismo aparece el citado Aguilar Zinser en giras internacionales con el Presidente anunciando que ya está encima la captura del Chapo Guzmán, que desconcertando a funcionarios estatales y federales con dudas y preguntas sobre puntos y temas que deberían ser de elemental conocimiento de tan estratégico funcionario (la reaprehensión de El Chapo, como es sabido, no se ha logrado, y el falso anuncio fue censurado por un subprocurador de la PGR que llamó al locuaz comisionado de Seguridad Nacional a ser prudente).
OTRA INSTITUCION básica para la sana convivencia de los mexicanos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), ha vuelto a ser golpeada por el descrédito profundo. Se ha sabido que durante largos años un policía torturador y secuestrador, que fue miembro ni más ni menos que de la Dirección Federal de Seguridad, actuó como funcionario del área de atención a familiares de desaparecidos y perseguidos políticos de la citada CNDH.
EN ESTRICTO SENTIDO no debería sorprender esa antitética revoltura de policías con defensores de los derechos humanos: tal es la nefasta semilla plantada desde un principio por el grupo de Jorge Carpizo, quien transitó de la silla de ombudsman a la de procurador federal de Justicia (jefe policiaco) y a la de secretario de Gobernación (coordinador de policías y de orejas). Uno de sus pupilos, Jorge Madrazo, recorrió el tramo de la CNDH a la Procuraduría. Mireille Roccatti, por su parte, analizó la posibilidad de ser procuradora de justicia del estado de México luego de dejar de ser ombudsman, y en algunas notas periodísticas se ha mencionado que actualmente colabora como asesora en instancias federales de procuración de justicia.
EL ACTUAL ENCARGADO del coto carpicista, José Luis Soberanes, no ha tenido tal tránsito, pero tampoco ha dudado en ro-dearse de personajes relacionados con el ámbito policiaco, y durante su gestión ha habido deplorables episodios, como el de los celadores de Puente Grande que recurrieron a la protección de la CNDH (por el proceso de corrupción al que sus jefes les sometían en beneficio de personajes como el antes citado Chapo) y a quienes los visitadores de dicha comisión forzaron para que se desistieran de sus acusaciones y expusieron gravemente al carearlos con las autoridades a las que denunciaban.
COMO SE VE, hay muchos y cada vez más pájaros en un alambre que, a veces, pareciera estar a punto de caer a tierra con tanto peso.
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