MIERCOLES Ť 11 Ť JULIO Ť 2001

Ť El ministerio de Defensa confirma también la presencia de miles de policías y francotiradores

Instala el gobierno italiano misiles en Génova para seguridad del G-8

Ť La utilización del armamento no representa una medida excesiva, considera el vocero castrense

Ť Más vale ser condenados por ser demasiado precavidos que por no prever una catástrofe: Martino

REUTERS, AFP Y PL

Milan, 10 de julio. Italia ha instalado misiles tierra-aire en el aeropuertos de Génova como parte de las medidas de seguridad para la cumbre del G-8 de este mes en esa ciudad, dijo hoy el ministerio de Defensa.

El armamento es parte de una amplia operación de seguridad que se lleva a cabo en anticipación a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los Siete países más Industrializados del Mundo más Rusia.

Vehículos blindados, millares de policías antidisturbios, francotiradores y equipo de desmantelamiento de bombas protegerán también la ciudad portuaria durante el encuentro del 20 al 22 de julio, donde se calcula que unas 100 mil personas planean manifestaciones contra la globalización.

El ministerio dijo que los misiles, que describió como pequeños, no representan una medida excesiva de seguridad.

"No hay exceso en las precauciones", dijo a Reuters el coronel Alberto Battaglini, jefe de la oficina de prensa del Ministerio de Defensa.

Planeada por el anterior gobierno

"La medida, que ya había sido planeada por el anterior gobierno italiano, podría parecer proclive a la crítica, pero en realidad es meramente un acto de disuasión contra alguna incursión aérea durante la cumbre", agregó.

"Son misiles pequeños (...) que sólo tienen función disuasiva para desanimar cualquier posible ataque dirigido desde el aire y no representan un peligro para los residentes de la ciudad", señaló Battaglini.

La planificación de la cumbre comenzó hace varios meses bajo el gobierno anterior de centroderecha, pero el anfitrión del encuentro será el primer ministro Silvio Berlusconi, cuya coalición conservadora ganó las elecciones generales de mayo.

El ministro italiano de Defensa, Antonio Martino, dijo a Radio Radical que "es cierto que algunas veces la realidad supera a la imaginación", y calificó a esta decisión de "precaución probablemente excesiva", porque "la idea de que un avión, armado con posibilidad de amenazar la seguridad de Génova pueda llegar y deba ser derribado, parece bastante lejana".

"Consideró esta decisión como un aspecto folclórico. Sin embargo, aseguró que es mejor sufrir la ironía por exceso de precaución que la condena por no haber previsto acontecimientos catastróficos", concluyó el ministro.

Unos 18 mil hombres de las fuerzas del orden, policías, carabineros y militares pertenecientes a diversos cuerpos del ejército, deben asegurar la seguridad de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G8 contra eventuales ataques terroristas o manifestaciones violentas de opositores a la globalización.

Según medios de prensa, se trata de los cohetes Spada que defenderán la terminal aérea de Cristóbal Colón de supuestos ataques aéreos durante la cita cimera que sesionará del 20 al 22 de julio.

Los misiles pertenecen a la dotación de aeronáutica militar que durante la guerra de Kosovo estuvo emplazada en las costas de la sureña Puglia como precaución ante situaciones consideradas de posibles amenazas.

El despliegue de efectivos de seguridad y orden público cobra dimensiones cada vez mayores, sobre todo en torno a la estación terminal ferroviaria, por donde llegará más de la mitad de los activistas antiglobalización, pues hacia éstos están dirigidas las mayores preocupaciones.

Sólo de Roma está previsto que deben partir cinco caravanas de trenes, aunque los organizadores del Foro Social de Génova (FSG), versión local del movimiento internacional contra la globalización neoliberal Global Social Forum (GSF), esperan aún por la confirmación de las reservaciones.

Si no llega la respuesta, adelantaron voceros del FSG, "el 18 de julio haremos una invasión pacífica de la Estación Central Termini", en esta capital.

La red romana Rage de esa agrupación recomendó a sus activistas instalarse con un módulo anti G-8 en la sede local del Banco Mundial, a fin de tener medios de subsistencia para una protesta de tres días.

No dañaremos la ciudad

En la antesala de la cita cimera de los líderes del pequeño mundo rico, la única guerrilla activa y muy eficiente a juicio de observadores locales y foráneos es la de la comunicación pública de las "Tutte bianche" (el grupo que porta monos blancos).

Su líder, Luca Casarini, aclaró al puntualizar apreciaciones de afamados periodistas que esa organización no es una creación de los medios de difusión, sino que por el camino de la lucha aprendió a usarlos.

En ocasión de la presentación de la revista geopolítica Limes, Casarini dijo "ustedes son mi arma" a los directores del diario Reppublica y de los noticiarios estelares de Mediaset y del nuevo canal 7, Enrico Mentana y Gad Lerner, respectivamente, en una alusión a la prensa en general.

El mensaje que enviamos al mundo es que durante la Cumbre no dañaremos la ciudad (Génova) porque la queremos de nuestra parte, lo que nos interesa es el consenso añadió.

Vistas las cosas, el canciller italiano, Renato Ruggiero, envió desde Madrid un mensaje, en el cual afirmó que los poderosos del G-7 quieren una globalización con rostro humano, pero apoyada por misiles, acotó un comentarista.