DOMINGO Ť 15 Ť JULIO Ť 2001

Ť Hay rezago de 30 años en tecnología para la seguridad e higiene: STyPS

Persiste en México explotación de obreros: OIT

Ť Elaboran un estudio conjunto sobre las condiciones que afrontan los trabajadores

HUMBERTO ORTIZ MORENO

En México aún suelen darse situaciones de explotación de trabajadores en determinado centros de trabajo, de acuerdo con investigaciones que ya realizan expertos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS).

El país, añaden, acumula un rezago de 30 años en tecnología para la seguridad e higiene en la planta productiva, mientras que las autoridades carecen de capacidad e infraestructura para verificar las condiciones laborales de los trabajadores, reconoció Enrique Gutiérrez Hernández, subdirector de Investigación y Elaboración de Normas de Seguridad en el Trabajo, de la dirección del ramo en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS). Así, mencionó que por ello la OIT ya elabora estudios particualres sobre este fenómeno denominado en el ámbito internacional como "condiciones o prácticas insalubres" en las empresas.

Señaló que la verificación e inspección se diluyen en la inmensidad del mapa fabril nacional y, especialmente, en la "incompatibilidad" de los gobiernos locales con el federal, ya que hasta ahora no hay informe alguno que evalúe realmente el apoyo de las instancias locales para certificar las condiciones de trabajo y medidas de seguridad e higiene en los aparatos productivos estatales

En entrevista, el funcionario comentó que las autoridades mexicanas están preparadas para proteger a los trabajadores "con lo que tenemos", pero es preciso avanzar más en otros campos, aunque sea "paso a paso".

Y es que, puntualizó, a nivel mundial, inclusive de naciones primermundistas, no hay inspección suficiente para el número de empresas existentes.

Acerca de la poca colaboración de los estados en esta materia, Gutiérrez Hernández explicó que aun cuando los gobiernos estatales deberían tener una buena comunicación con la Federación para realizar este tipo de actividades de protección a los trabajadores, "ahorita no puedo decir si hay o no un determinado grado de cumplimiento en la adopción de las normas federales".

En este contexto, Margarita Solís Hernández, directora de Pila de México, una empresa dedicada a incorporar mecanismos de seguridad con características esenciales de lo más avanzadas del mundo, planteó que emplear la mayor protección posible en el trabajo contra accidentes y lesiones "normalmente se da por hecho".

Que las máquinas deban ser protegidas igualmente contra cualquier daño, "es económicamente comprensible", añadió y recalcó que, no obstante, todavía en un gran número de países no se cuenta con el grado de protección necesario.

Percances de trabajo que pudieran ocasionar graves perjuicios al hombre o a la maquinaria deberían de ser evitados, si bien las interferencias con producción también tendrían que ser reducidas a un mínimo, ya que los paros implican altos costos.

Así, Solís concluyó que hoy la tecnología de seguridad para hombre y máquina es considerada como un mal necesario, ligada a costos adicionales, y actualmente ya existen soluciones económicas y que además pueden brindar ventajas competitivas para el fabricante de maquinaria y para el usuario.