DOMINGO Ť 15 Ť JULIO Ť 2001

Ť Protestas de los comunistas, para mantener la prohibición de la propiedad privada

Aprueba la Duma el proyecto de ley de Putin que permitirá la venta limitada de tierras

Ť La inicitiva comprende sólo la adquisición de 2 por ciento de la superficie total de Rusia

REUTERS, AFP Y DPA

russia_reformsMoscu, 14 de julio. La Duma aprobó este sábado por 253 votos contra 152 un proyecto de ley que permitirá la venta limitada de tierras, pese a la oposición de los legisladores comunistas que quieren mantener la prohibición de la propiedad privada en el país, un remanente del régimen soviético que terminó en 1991.

El proyecto, impulsado por el presidente ruso, Vladimir Putin, fue aprobado en segunda de tres lecturas y comprende sólo la venta de tierras no agrícolas, con lo cual sólo se permitirá la adquisición de 2 por ciento de la superficie total de Rusia.

El texto votado este sábado introduce algunas modificaciones en lo relativo al derecho de los ciudadanos extranjeros a comprar terrenos en Rusia, principal punto de controversia.

Así, los que no sean rusos no podrán comprar tierras agrícolas en las zonas fronterizas, que quedarán limitadas por un decreto del presidente Putin, pero los extranjeros que posean ya bienes inmuebles en el país pueden comprar el solar sobre el que están construidos.

Los parlamentarios comunistas se declararon contrarios a un mercado legal de la propiedad de la tierra, y unos cien de ellos protestaron frente a la Cámara baja con carteles que rezaban "No dejen que Rusia sea vendida", pues insisten en que la ley destruirá al país y pondrá sus tierras en manos de extranjeros y mafiosos.

Pero a pesar de las protestas, durante las cuales se registró una llamada anónima que daba aviso sobre una bomba en la Duma, los diputados decidieron continuar con sus trabajos sobre la conversión en ley de la propiedad privada del suelo garantizada desde 1993 en la Constitución rusa, y que es uno de los planes de reforma de Putin para atraer inversiones extranjeras.

Luego de la tercera lectura en la Duma, que se considera de mero trámite, el código de suelo deberá ser aprobado por la Cámara alta y por el presidente ruso.