MARTES Ť 17 Ť JULIO Ť 2001

CIUDAD PERDIDA

Ť Miguel Angel Velázquez

Ť El Servicio Exterior Mexicano

Ť Anécdota de otro cañonazo

NO DIJO sí, ni dijo no. El diputado federal pidió tiempo para resolver. La invitación de entrada no le convencía y también le suponía un reto de muy alto grado de dificultad.

SE TRATABA de representar a México en Cuba. Luis Pazos sabía que más que una invitación se trataba de una orden de la Presidencia de la República trasmitida por el secretario de Relaciones Exteriores, Jorge Castañeda. Por eso pidió tiempo para, sin rechazar la oferta, abrir un compás lo suficientemente largo para que apareciera algún otro candidato.

ENTRE LOS funcionarios de la SRE la anécdota se cuenta una y otra vez desde hace algún tiempo, con el consabido Ƒsabes a quién querían para Cuba? A Luis Pazos ƑQué tal, eh? Para todos en la dependencia la decisión expresaba con claridad cuál es la postura del secretario frente al gobierno de Fidel Castro.

LO QUE estaba fuera del plan era que Ricardo Pascoe Pierce, quien ya había sido convocado para integrarse al Servicio Exterior Mexicano, exteriorizó su deseo de convertirse en el jefe de la misión diplomática de México en la isla.

EL PROLONGADO silencio del diputado panista, calificado por algunos de falta de interés y por otros de temor de Pazos a enfrentarse a semejante responsabilidad, hicieron de Pascoe la única opción, cuando menos para Jorge Castañeda, empeñado en provocar al gobierno cubano enviando a un trotskista a la embajada.

PASCOE ACEPTO y sobre él cayeron todas las críticas desde el interior de su partido, el PRD, como fuera de él y mucha gente en la propia SRE apostaba a que en unos cuantos meses el ex delegado político en Benito Juárez estaría de regreso después de tronar frente a las políticas cubanas.

Y ES que Castañeda está decidido a hacer su voluntad en el tablero de los puestos de la diplomacia mexicana y para ello se sirve de todo, y de todos, sin medir más que su propia ambición de poder.

POR ESO cuando pidió al escritor Carlos Fuentes que fuera el conducto para hacer otra invitación a uno de los más importantes pensadores libres de México, el autor de El espejo enterrado buscó un teléfono para comunicarse con don Pablo González Casanova.

SEGUN LOS cálculos de la cancillería nadie podría aguantar el cañonazo, era nada más cuestión de escoger con cuidado el cañón y parecía que Castañeda lo había encontrado.

ENTRE GONZALEZ Casanova y Fuentes no hay, según se dice, ninguna amistad, nada que les una más allá del respeto intelectual que uno pudiera tener por el otro, pero la oferta para los ojos de casi cualquiera era tan importante en su significado que el recientemente reconocido doctor honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid tendría a bien aceptar la invitación.

LA MEDALLA de esa guerra seguramente la luciría el canciller con la arrogancia que lo caracteriza y por ahí también hablaría de su quehacer político, porque desde luego González Casanova en la nómina de la SRE no podría interpretarse más que como un gran triunfo político.

Y ERA algo más, era quitar del escenario de la crítica inteligente a un opositor sabio, al más duro y difícil de todos los que pudiera tener el régimen foxista, por eso se consideraba una guerra y por ello se apreciaba como un gran triunfo.

A DON Pablo le ofrecieron París, uno de los baluartes del Servicio Exterior Mexicano. París, nada más ni nada menos que París para el opositor y el gran triunfo para Castañeda.

AUNQUE SE guardó el sigilo que rodea una convocatoria como esa, en algunas reuniones se daba por hecho el próximo acontecimiento y de antemano muchos felicitaron a Jorgito por su audacia y por su estrategia. A él podrían haberle rechazado la oferta, pero a Carlos Fuentes ni don Pablo ni nadie.

ERA LA invitación de Fox, aunque la tripulara Castañeda y la comunicara Fuentes. Eran Fox y París, nada mejor para quien busca acomodo y pretende entrar a este gobierno por la puerta grande.

LA DISCRECION era otra de las formas de la estrategia porque perder en la contienda sí era una derrota dolorosa. Por eso cuando llegó la noticia el asombro no tuvo límites: don Pablo había rechazado la oferta con sencillez y firmeza, a él no le interesaba.

EL EPISODIO se guardó de inmediato en los archivos de la desmemoria. Muy pocos o casi nadie podían haber dicho no, don Pablo fue uno de ellos. Ni hablar, señor.

Las placas


HABRA QUE saber quién fue el diseñador de las nuevas placas de circulación que en breve estarán pegadas en nuestros automóviles, porque quien las hizo, con mala leche o sin ella, identificó al gobierno de López Obrador con el logotipo de un diario de circulación nacional.

ƑA QUE le suena a usted la figura del Angel en fondo claro y con los números y el filo en verde? šQué bárbaro, acertó a la primera!

NO ES cuestión de pasar inadvertidas esas que se supone son pequeñeces. ƑHay detrás de ese diseño una posible identificación entre el jefe de Gobierno y el matutino? Nada más es una pregunta.

Zafín zafado


EN EL espacio de ayer hablé de un Cárdenas deseoso de ganar la presidencia del PRD. No se trata, obviamente, de Jaime Cárdenas, consejero del IFE y hombre fuera de la militancia partidista, sino de Raymundo, del mismo apellido, lo cual deja sin efecto mi teoría. Ofrezco mil disculpas por el error. Ni modo.

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