MARTES Ť 17 Ť JULIO Ť 2001
Liberar al deporte de corrupción, drogas y violencia, las principales metas
Moscu, 16 de julio. "Reivindico el hecho de consolidar, mejorar y hacer evolucionar la herencia (Juan Antonio) Samaranch. Mi lema será defender la credibilidad del deporte y librarle de la corrupción, drogas y violencia'', afirmó el nuevo presidente del Comité Olímpico Internacional, el belga Jacques Rogge, quien se convirtió hoy en el séptimo europeo de los ocho dirigentes que ha tenido el COI en 107 años de existencia.
"El dopaje es el problema número uno del deporte, para que no pierda su credibilidad. Si las madres no envían a sus hijos a los gimnasios porque tienen miedo a que sean drogados será el final del deporte'', señaló el cirujano ortopedista en su primera conferencia de prensa como titular del COI.
Cuando le preguntaron si estaba preparado para recibir las críticas como las tuvo su antecesor, el ex titular de los Comités Olímpicos de Europa y vicepresidente de ACNO (Asociación de Comités Olímpicos Nacionales), respondió: "un presidente no está para ser querido. Mi objetivo no es ser admirado, es ser entendido. Soy consciente de no tener un estilo espectacular, pero cuando, debido a función de cirujano, tengo que decirle a alguien que debo amputarle una pierna, hay que hacerlo. Aplicaré el mismo método en mi nueva función''.
Aunque sabe que vivirá en Lausana, Suiza (sede del COI), prometió que no vivirá con lujos y agradeció las diversas felicitaciones que recibió de mandatarios y dirigentes de todo el orbe. "No a los jets privados, no a vueltas alrededor del mundo, no a los regalos y no a las fiestas''.
Rogge admira la obra de Samaranch, pero también quiere cultivar su diferencia: "yo no soy un amigo suyo. Jamás le llamo por su nombre. Tengo mucho respeto por él. Me enseñó a leer un balance y la política del deporte''.
Samaranch, quien fue nombrado presidente vitalicio del COI, tuvo palabras de elogio hacia su sucesor. "Es joven, conoce el deporte muy bien y tiene experiencia. Yo nunca intervendré'', prometió el catalán, quien dejó la institución con más de mil millones de dólares, gracias a los derechos de retransmisión televisada por Juegos Olímpicos. AGENCIAS