MIERCOLES Ť 18 Ť JULIO Ť 2001
Ť Se ha relegado la sustentabilidad ambiental, advierte Quadri de la Torre
En riesgo de fracasar, tanto el proyecto del aeropuerto en Texcoco como en Tizayuca
Ť Son excesivas las inversiones que requiere cada uno de los sitios propuestos
DAVID ZUÑIGA
Tanto el proyecto del aeropuerto de Texcoco, estado de México, como el de Tizayuca, en Hidalgo, están en riesgo de fracasar porque ninguno incluye un programa integral de sustentabilidad ambiental, advirtió ayer el director del Centro de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (Cespedes), Gabriel Quadri de la Torre.
Texcoco sólo puede ser viable si está integrado a un proyecto muy ambicioso de rescate ecológico, protección y regulación hidráulica y equipamiento urbano. Si se opta por este proyecto y no es convincente desde el punto de vista ambiental, se generará un conflicto político, jurídico y técnico de tal magnitud que hará abortar el proyecto o por lo menos obligará a postergarlo, advirtió.
En la presentación del estudio Nuevo aeropuerto para la ciudad de México. Valoración comparativa de opciones de localización, Quadri comentó que si bien Texcoco tiene ventajas en términos de aeronavegación y capacidad para realizar operaciones simultáneas, construir esta terminal resulta mucho más complejo porque se requeriría invertir cerca de mil millones de dólares en protección hidráulica (plantas de tratamiento de aguas residuales, lagunas, vasos y drenes de regulación, restauración ecológica y equipamiento urbano).
Instalar el aeropuerto en Hidalgo también requeriría inversiones en infraestructura, principalmente la construcción de una nueva autopista a Pachuca o la ampliación de la existente, un tren rápido que saldría de la estación de Buenavista y eliminar cuellos de botella en puntos críticos como Indios Verdes. Según el especialista, el gobierno del Distrito Federal podría utilizar el terreno del actual aeropuerto (más de 750 hectáreas) para construir un desarrollo comercial similar al de Santa Fe, al poniente de la ciudad de México; ubicar ahí la Universidad del Distrito Federal o establecer un parque industrial de alta tecnología, lo que no tendría costo para el gobierno capitalino, le permitiría captar recursos por impuestos, evitaría las invasiones de predios y beneficiaría a los habitantes de una de las áreas más pobres de la zona metropolitana.
Quadri consideró necesario crear una instancia que haga una evaluación integral de las dos alternativas y que tome en cuenta nueve factores: aeronavegación, eficiencia, accesibilidad, complejidad política, medio ambiente, hidrología, aspectos urbanos, riesgo y desarrollo económico.
En el documento del Cespedes se prevé que para 2020 se realizarán 600 mil operaciones anuales en el aeropuerto y se transportará a cerca de 50 millones de personas, un volumen similar al del Aeropuerto de Dallas-Fort Worth. Para cubrir esa demanda el nuevo aeropuerto deberá tener capacidad para recibir a tres aviones al mismo tiempo y disponer de pistas adicionales.
Quadri de la Torre señaló que ni la construcción de una tercera pista ni desocupar las instalaciones que ocupan el hangar presidencial o la PGR son la solución al cuello de botella que se ha formado en la terminal.
Nueva Política Aeronáutica
El secretario de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola y Weber, adelantó ayer que el viernes presentará a los legisladores el proyecto de la nueva Ley de Política Aeronáutica, el cual considera una nueva regulación para la aviación comercial, gubernamental y privada.
En este ordenamiento, explicó, se trata todo lo referente a seguridad operacional de la aviación en México, la eficiencia y también lo relacionado con precios y tarifas. Se regulan además las actividades de los taxis aéreos, los deportes aéreos, la aviación de carga, la capacitación y los convenios e intercambios.
Entrevistado durante la celebración del 54 aniversario del Colegio de Pilotos Aviadores de México, explicó que la nueva política aeronáutica contiene algunas normas sobre la cuestión tarifaria mediante las que se van a establecer un esquema no de regulación, pero sí de ''precios de referencia'' para evitar abusos o riesgos y en este sistema deberán entrar todas las empresas nacionales como Aeroméxico y Mexicana.
Este proyecto será entregado a los presidentes de las Comisiones de Telecomunicaciones de las Cámaras de Diputados y Senadores, a los Colegios de Pilotos, al de Ingenieros en Aeronáutica, a la Asociación de Controladores de Tránsito Aéreo, a los secretarios generales de sindicatos del ramo y a distintas asociaciones para recibir los comentarios y sugerencias, a fin de que sea un documento ''consensado'', indicó el secretario.
(Patricia Muñoz Ríos)