MIERCOLES Ť 18 Ť JULIO Ť 2001

Ť Los disturbios, cerca de Brasilia; 55 heridos

Reprimen a manifestantes opuestos al incremento al transporte

AP Y DPA

Brasilia, 17 de julio. Por lo menos 55 personas resultaron heridas y otras 20 fueron detenidas durante un enfrentamiento entre trabajadores opuestos al alza en las tarifas del transporte y la policía, que arremetió con armas de fuego y gases lacrimógenos contra los manifestantes que bloqueaban una importante carretera cercana a la capital de Brasil.

Los hechos se desataron en las inmediaciones de la población de Planaltina de Goiás, a 60 kilómetros de Brasilia, donde los manifestantes bloquearon la vía, justo en el sitio por donde miles de personas suelen trasladarse al Distrito Federal para ir a sus trabajos.

La policía dijo haber intervenido para dispersar a unos 2 mil trabajadores debido a que no sólo obstaculizaban el tránsito de los autobuses del transporte público, sino que además muchos de ellos se dedicaban a destruir los parabrisas e incendiar varios vehículos que intentaban quebrar el bloqueo.

La protesta afectó a otras ciudades satélites de Brasilia, en tanto que autoridades estudiantiles de la zona denunciaron que la policía arremetió sin distinción contra los alumnos que nada tenían que ver y varios resultaron detenidos.

Los transportistas rechazan un alza al servicio público autorizado por el gobierno de más de 24 por ciento, cuya medida se originó en un alza de 8 por ciento en los combustibles y la caída del real -la moneda local- frente al dólar. Pero al mismo tiempo, transportistas de otras ciudades exigen subir sus tarifas.

Las demandas de renuncia del presidente del Senado brasileño, Jáder Barbalho, acusado de corrupción, se incrementaron mientras tanto en los círculos políticos y los medios de prensa. Los señalamientos apuntan que su permanencia en el cargo es "una vergüenza nacional", pues al político se le acusa de desvío de recursos públicos por valor de más de 4 millones de dólares cuando era gobernador de Pará.

En el plano político, aun cuando los partidos de la alianza del gobierno todavía no tienen candidatos definitivos para los comicios del próximo año, y ante una oposición cada vez más fuerte en los sondeos de opinión, el ritmo político electoral comienza a intensificarse con debates internos en las filas partidistas.