Ť Insta a hacer algo en contra de la "desigualdad global en que vivimos"

El reclamo de los opositores a la globalización que están en Génova es justo, asegura Giddens

Ť La solución para México es un desarrollo económico en el que participen los pobres, señala

ARTURO GARCIA HERNANDEZ Y HUMBERTO ORTIZ MORENO

El ideólogo de la Tercera Vía, Anthony Giddens, dijo ayer que es "tonto" reducir el debate sobre la globalización a si se está en contra o a favor de ella; lo que se tiene que hacer es distinguir sus aspectos positivos de sus aspectos perniciosos. En ese sentido, los reclamos de los manifestantes en Génova, en el marco de la reunión del Grupo de los Ocho, son justos: "tenemos que hacer algo contra la desigualdad global en que vivimos".

En México, advirtió, la situación es tan difícil que para el gobierno de Vicente Fox no hay otro camino que impulsar una tasa de crecimiento sostenida de 7 por ciento durante un largo periodo para crear empleo, o de lo contrario no podría abatir la pobreza que sufren grandes segmentos de población.

"No hay otra solución para México, excepto el desarrollo económico en el cual participen los pobres. El neoliberalismo no hace esto", planteó. Advirtió que el poder corporativo ha invadido el espacio democrático en tal medida que obliga a reglamentar su actuación y recomendó a los gobiernos no transferir su poder a las transnacionales.

"No debe permitirse que los mercados invadan demasiados aspectos de la vida, porque habrá más inseguridad, inequidad y demasiada comercialización de los valores humanos", previno Giddens.

El gurú del Nuevo Laborismo británico que encabeza Tony Blair dijo que lo que sucede en Génova, como lo sucedido en Seattle, no es el enfrentamiento entre un grupo de globalifóbicos y un grupo de globalifílicos. Los manifestantes "son parte del proceso de globalización tanto como el FMI. Hay que recordar algo muy importante: no son las necesidades de la gente común y corriente el tema central de las protestas de los manifestantes, a ellos los impulsa algo más grande: desarrollar organismos no gubernamentales que cada vez tengan una presencia mayor en las decisiones de las grandes corporaciones. Más bien parece que se trata de una lucha entre los globalizados de la cúpula y los globalizados de abajo. Creo que todo el que esté inmerso en política tiene que reconocer que hay grupos no gubernamentales que hacen cosas muy valiosas, puesto que ellos presionan para que los políticos se den cuenta de puntos en la agenda que de otra forma ignorarían.

Por lo mismo, "en el futuro estos grupos serán parte íntegra de la política, pero no pueden sustituir las estructuras gubernamentales democráticas. Un mundo regido por organismos no gubernamentales no sería mejor que un mundo regido por las grandes corporaciones, puesto que las ONG representan muchísimos intereses y sólo un gobierno democrático puede conciliar todos estos distintos intereses. Necesitamos ampliar esta democracia por encima del Estado-nación y de hecho eso es lo que representa la Unión Europea", dijo Giddens en conferencia de prensa.

El director de la London School of Economics and Political Science defendió su propuesta de la Tercera Vía como el camino para reconstruir una posición de centro izquierda "ética y efectiva, que pueda responder a los grandes cambios y transformaciones de nuestro tiempo". Vivimos -afirmó- en un mundo de nuevas divisiones, nuevos conflictos y nuevas desigualdades ante las cuales la centro izquierda tiene que ofrecer una respuesta.

Afirmó que la globalización "es un asunto bastante complejo y sería un error limitarla sólo al mercado. La globalización es política y también es cultural". De acuerdo con el sociólogo británico, ejemplo de eso son los cambios que se han venido dando en relación con la soberanía de las naciones y el derecho internacional, reflejados en casos como los juicios a Pinochet y a Milosevic.

"Hay tantas cosas implícitas en el asunto de la globalización que no se puede simplificar así como así. Tenemos que clasificar y separar lo positivo y lo destructivo. Porque no hay duda que algunos de sus aspectos sí pueden ser destructivos. Pienso que los manifestantes sí tienen cuestiones válidas que reclamar. Tenemos que hacer algo sobre la desigualdad global en que vivimos, también tenemos que regular el poder de los corporativos". A pregunta expresa, también se pronunció a favor de gravar los capitales financieros: "Cuando había la posibilidad de que Al Gore fuera presidente de Estados Unidos yo pensaba que con su gobierno había la posibilidad de empezar a discutir el Impuesto Tobin, que es un pequeño gravamen a cada una de las transacciones monetaris financieras a nivel mundial. La idea era enfriar el dinero caliente y generar un fondo global para invertir en los países pobres. La idea se presentó por primera vez hace 30 años, pero realmente los políticos no la han explorado y ahora con el gobierno de Bush creo que hay muy pocas posibilidades de que se haga".

El autor de La tercera vía, concepto que ha suscitado adhesiones y cuestionamientos en todo el mundo, estuvo de paso por México para promover su nuevo libro La tercera vía y sus críticos. Ayer mismo, después de su encuentro con los medios, dictó una conferencia en el Colegio de México,

En opinión de Giddens, a fin de cuentas la globalización puede ser positiva si cada país cuenta con las estructuras internas adecuadas. Aseguró que este esquema no sólo es válido para los países de la Unión Europea: "No es una receta, no es una fórmula, es un marco de referencia para poder analizar lo que pasa en el mundo y por ende es tan pertinente y tan relevante para México como para cualquier otro país. Pero no hay una tercera vía única. Podríamos decir que hay múltiples terceras vías y cada país tiene que encontrar la suya, en relación con su historia y sus circunstancias políticas. El meollo del asunto es el mismo: crear en el espectro político una centro izquierda responsable. Realmente se trata de la modernización de la social democracia.

"Los socialdemócratas como yo también queremos un nuevo internacionalismo; pensamos que en un mundo interdependiente debemos promover la democracia así como otros mecanismos de desarrollo económico y también formas de enfrentar los problemas globales más importantes como la desigualdad y la cuestión ecológica. Para lograrlo tenemos que trabajar por encima del Estado-nación, se trata de encontrar un equilibrio y representatividad porque tenemos que recordar que las instituciones globales frecuentemente representan sólo los intereses occidentales. La izquierda debe presionar para cambiar esa situación. Por ejemplo, los países ricos predican el libre comercio pero no lo practican; o los aranceles más altos en los países industrializados frecuentemente afectan a productos provenientes de los países más pobres".

La Tercera Vía -definió el teórico en su encuentro con los periodistas- "es la izquierda responsable" que reconoce la necesidad de que haya competitividad política y disciplina fiscal, "elementos que la izquierda antes no reconocía".

Anthony Giddens hizo énfasis en la cuestión fiscal como uno de los elementos clave para alcanzar una situación económica óptima en cada país. En los de América Latina, indicó, el nivel tributario es tan bajo que es virtualmente imposible crear un esquema económico eficaz. Una "sociedad decente" -dijo Giddens- requiere un pago tributario equivalente a 40 por ciento del producto interno bruto; "si no es así no se pueden tener eficientes sistemas de salud, de educación, de jubilación; etcétera". En México la recaudación equivale al 11 por ciento de su PIB, "lo cual demuestra el largo camino que todavía tiene por cubrir. Y es extremadamente difícil porque la gente siempre opone resistencia al aumento de los impuestos. Creo que esto debe ir vinculado con la democratización, la transparencia, la justicia social, la creación de empleos. En Europa la gente está dispuesta a pagar más impuestos siempre y cuando el dinero se use de manera transparente y democrática. No se pueden aumentar los impuestos si no hay ese tipo de seguridad entre la población".