SABADO Ť 21 Ť JULIO Ť 2001

Ť La muestra termina hoy en el vestíbulo del WTC

Caballos de acero hasta de 23 mil dólares se exhiben en la Expo-Moto

JAIME WHALEY

Unas lucen -a pesar de sus años- resplandecientes por el buen cuidado que sus propietarios les tienen, otras guardan huellas del fragor de la batalla que han sostenido a lo largo de los caminos, otras están ahí silenciosas, testigos mudos de hazañas que asombraron al mundo y las más esperan flamantes a quien disponga de un buen capital -algo así como 250 mil pesos- para poder hacerse de ellas y lucirlas presuntuosamente.

Casi un centener de modelos de estas jacas de acero están en exhibición y venta en la Expo-Moto que hoy concluye en el amplio vestíbulo del World Trade Center.

Llena de un lodo ya endurecido luce una Royal Enfield 500, de manufactura inglesa, que, tripulada por el piloto mexicano Bruno Pastrana, no hace ni 15 dias transitó por el paso vehicular de mayor elevación en el mundo, el Kahrdungla, en India, allá por rumbos del Himalaya, a una altitud de 18 mil 380 pies, lo que equivale a 5 mil 514 metros, casi el doble de la elevación del Distrito Federal.

En el rincón de otro de los 40 stands que forman la exposición está otro aparato de dos ruedas, una KTM que a principio de año ganó el agotador rally París-Dakar. Más hacia el fondo, con visibles rastros del tiempo transcurrido en servicio, se encuentra una modesta Carabela hecha en México, utilizada hasta el agotamiento en viajes de esta capital -cuando la ciudad era más bonita, dice el propietario Jorge Luque- a la periferia y no tanto, pues llegó, en cumplimiento del deber, a la presa Necaxa, en Puebla.

En otro local, seis de los hijos del intrépido Viejo Sotomayor, quien falleció en 1986, gustosos relatan a quien se acerque a admirar la Harley en la que su padre estableció récords propios del libro Guinness, como el salto sobre 45 personas acostadas, a 120 kilómetros por hora -algunas de las hazañas de su legendario padre, que tenía el cuerpo casi descuartizado por 13 fracturas y que donaba lo recaudado en sus actuaciones en espectáculos de estos biciclos rugientes, tanto en México como en el extranjero, a causas altruistas como las granjas infantiles de Acolman.

Y ya que de esta marca (Harley-Davidson) se habla, sus motos quizá sean las más admiradas, junto con sus precios: una Road King Classic se cotiza en 22 mil 724 dólares, toda una fortuna comparada con los motonetas chinas Jincheng, que ya comienzan a invadir el mercado nacional, y que se pueden adquirir por poco más de 15 mil sostenidos pesos mexicanos. Para otro tipo de bolsillos están los Gopeds, unos patínes del diablo con motor, que están en 6 mil 500 pesos, ideales para nuestro conflictivo tránsito.

Pero quizá lo que atrapa y roba la atención de los visitantes son las piezas del Museo de la Moto, colección de una treintena de reliquias entre las que destaca una Indian modelo 1939, que tiene un rendimiento de 65.8 kilómetros por cada 4.5 litros de gasolina.

La muestra abrirá hoy de 11 a 20 horas y la entrada cuesta 30 pesos. WTC (Filadelfia e Insurgentes Sur, col. Nápoles).