VIERNES Ť 27 Ť JULIO Ť 2001

Ť Se realiza en la ciudad de Oaxaca el simposio internacional La etnografía en México

Reconocer a las etnias como sujetos de conocimiento, deber de la antropología

Ť Se explora cómo crear relaciones más igualitarias, señala Miguel Alberto Bartolomé

Ť Especialistas revisan la situación de los pueblos indígenas de cara al naciente milenio

RENATO RAVELO ENVIADO

Oaxaca, Oax., 26 de julio. La antropología debe reconocer que los consumidores de la información que produce ''ya no son sólo miembros de comunidades académicas, sino también los mismos pueblos que habían sido considerados objeto de estudio y que ahora se resisten a ser representados por otros. Se exploran perspectivas de relaciones más igualitarias'', sostuvo Miguel Alberto Bartolomé durante la inauguración del simposio internacional La etnografía en México, que se desarrolla en esta ciudad como parte del proyecto para revisar la materia en la perspectiva de un nuevo milenio.

Bartolomé reflexionó: ''Hoy, en el México atrapado en las redes de la globalización mercantil, la situación de la mayoría de las sociedades indígenas es diferente a la que prevalecía en la época en que los primeros etnógrafos profesionales reflexionaban sobre ellas''.

Contemporáneos primitivos

Durante el primer día de actividades del simposio, que promete abrir la polémica sobre el papel de los estudios sociales en la actualidad, participó asimismo Hugo Nutini, de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), para quien todavía subsisten campos de estudio en la materia:

''Existen de manera fuertemente arraigada en los pueblos indígenas los conceptos de pariente, compadre, amigo, vecino, pero hace falta estudiar el concepto de ciudadano.''

El comentario del especialista estadunidense, quien durante su participación expuso sus investigaciones y los subproductos de éstas (más de 25 tesis doctorales) que se han aportado, fue una respuesta a la ponencia de Margarita Nolasco.

La investigadora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) insistió durante su intervención en la ''función integradora que han desempeñado la etnografía en particular y la antropología en general, en la visión oficial del Estado respecto de la población indígena''.

Los planteamientos teóricos de Nolasco ofrecieron una recuperación histórica acerca de cómo el indígena ha sido considerado en la historia de México; de las maneras en que se le quiso integrar mediante la creación del Instituto Nacional Indigenista (INI) en 1949, pero cómo desde 1915, cuando el especialista Manuel Gamio emprendió el proyecto de estudios sobre la zona arqueológica de Teotihuacán, surge la idea de asumirlos como ''nuestros contemporáneos primitivos''.

Integrar a los indígenas

Nolasco disertó acerca del proceso social de integración de los indígenas, ''porque todos teníamos que ser mexicanos y la existencia de otra cultura ponía en riesgo el proyecto de nación'', del papel importante que en esta intención jugaron los antropólogos, del rol mediador ejercido por el Instituto Nacional Indigenista, del fracaso inicial en la alfabetización de indígenas, de cómo en tanto el Estado mexicano se desentendía del asunto llegaron pastores protestantes a insertarse dentro de las comunidades.

La investigadora también hizo énfasis en cómo en los momentos en que se concibe a la nación como un ente en desarrollo, los indígenas pasan a ser, en todo caso, mexicanos a los que se debe integrar para que no sean un lastre.

Asimismo describió cómo fracasa ese modelo de desarrollo, aunque ya para entonces un sector de las etnias del país está alfabetizado. Abordó la influencia del movimiento estudiantil del 68 en cierto tipo de antropólogo, y la visión corta del Estado y la sociedad, que terminan por ver en el antropólogo más a un escritor que un analista.

Y si bien casi no se considera a los antropólogos en la toma de decisiones, señaló Margarita Nolasco -por ejemplo en el caso de las reformas constitucionales-, y parece ser que la etnografía ha perdido su canal, valdría la pena preguntarse cuál debería ser su objetivo: ¿dar respuestas a problemáticas teóricas o contribuir al propio conocimiento de las etnias?

La antropología, sin futuro

El debate posterior fue uno de los más sustanciosos debido a las intervenciones de los especialistas Hugo Nutini y Andrés Fábregas, quien agregó que las rebeliones indígenas siempre han existido, y de la propia Margarita Nolasco, quien hizo caer en la cuenta que la ciudad con mayor número de indígenas mexicanos es Cancún o quizá sea San Diego.

En medio de todo, sin embargo, resaltan las concepciones expuestas por el estudioso Miguel Alberto Bartolomé, así como los comentarios del investigador estadunidense Allan Burns, especialista en una zona tan pródiga en la materia como Yucatán, quien aseveró:

''De no cambiar nuestra metodología de estudio, dudo que se pueda avanzar sin diálogo con las comunidades. No creo que la antropología tenga futuro.''