Ť El festival se realizaría en septiembre, con motivo del Día de la Ciudad
Prohibe la alcaldía de Moscú la realización del Love Parade por ''difundir la inmoralidad''
Ť Es un desfile de individuos de orientación sexual no tradicional que indigna, afirma
Ť Los organizadores amenazan con manifestaciones y llevarían el caso a una corte
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 25 de julio. Para la alcaldía de Moscú, el Love Parade no es el festival de música tecno que reúne el mayor número de personas en el mundo, sino un "desfile de individuos de orientación sexual no tradicional, que indignaría a la mayoría de los habitantes de la capital, por cuanto su esencia es difundir la inmoralidad e imponer a la sociedad normas de conducta ajenas a los valores morales de los rusos, así como contrarios a los cánones de las Iglesias que hay en la ciudad".
Con estos argumentos, y como en los tiempos soviéticos, cuando las autoridades se convertían en inapelables intérpretes del sentir de la gente pero sin preguntarle su opinión, la alcaldía de Moscú decidió prohibir el Love Parade, que se tenía previsto celebrar por primera vez aquí en septiembre próximo, en ocasión del Día de la Ciudad.
En un escueto comunicado de la alcaldía local, tras asentar que un "llamado grupo organizador" solicitó permiso para llevar a cabo el festival, se da a conocer la decisión al respecto: "Las autoridades no permitirán la realización de ese desfile ni el Día de la Ciudad ni ningún otro".
Los directivos de "Love Parade-Moscú", filial de la corporación alemana que organiza cada año el festival en Berlín y que solicitó la autorización denegada, reaccionaron con vehemencia y amenazaron con efectuar manifestaciones de protesta y con llevar el caso a una corte.
Su portavoz, el popular cantante Serguei Bugaiev, respondió así a la alcaldía: "Sostener que el Love Parade es un cónclave exclusivamente de homosexuales y lesbianas sería igual que afirmar que todos los funcionarios de la alcadía son ladrones y corruptos".
Bugaiev, mejor conocido como Africa, su nombre artístico, no excluyó que la decisión de la alcaldía sea una especie de extorsión y busque sacar más dinero de los organizadores, como ha sucedido en otros lugares.
"Defender la moralidad mediante la prohibición del desfile, al tiempo que las autoridades municipales emborrachan a los jóvenes con su Festival de la Cerveza, eso sí es amoral", ironizó Bugaiev.
Desde que se inauguró en Moscú el Festival de la Cerveza, el pasado sábado, 12 adolescentes fueron ya hospitalizados por ingesta alcohólica, mientras el número de ahogados en el río Moskova y los lagos de la ciudad se aproxima a la pavorosa cifra de 300, tan sólo en lo que va de julio, en su mayoría colapsados por el consumo de bebidas embriagantes y el inusual calor.
Para los organizadores del Love Parade, entre quienes figura la actriz Natalia Andreichenko, en su calidad de presidenta de la Fundación Rusa de Lucha contra el Sida, la alcaldía de Moscú lanza un abierto desafío al presidente Vladimir Putin.
Afirman que mientras el mandatario ruso se esfuerza por lograr la integración de Rusia en Europa, la alcaldía impide la realización de un festival de música que ya se ha celebrado con éxito en numerosas capitales europeas.
Si la alcaldía no levanta la prohibición, los organizadores se proponen presentar una demanda judicial, como compensación al perjuicio económico que les causa la medida.
"Contratamos a famosos músicos extranjeros, que tuvieron que modificar su programa de presentaciones para poder estar aquí, les dimos un considerable anticipo y, ahora, al cancelar, tendremos que pagar no menos importantes indemnizaciones. Es razón más que suficiente para que la alcaldía asuma esos gastos, toda vez que su prohibición es absolutamente infundada e ilegal", advirtió el comité organizador.
Liudmila Shvetsova, vicealcalde de Moscú a cargo de la política social, respondió que el Love Parade "saca a las calles el pernicioso ambiente de los centros nocturnos" y dijo que, por lo mismo, es conveniente no autorizarlo.
Aunque nada tiene que ver con la organización del Love Parade, el fundador y dueño de varios clubes para homosexuales, Ilia Abiturov, no pudo evitar sumarse a la polémica: "Todo parece indicar que los funcionarios de la alcaldía no saben qué es el festival o lo confunden con otra cosa. Sería absurdo pensar que alguien tiene la intención de hacer un desfile de gays y lesbianas".