LUNES Ť 30 Ť JULIO Ť 2001

Ť Despidos injustificados en la IP y el gobierno, la causa, señala

Se dispara la cifra de menores que solicitan empleo: funcionaria de Trabajo en el DF

BERTHA TERESA RAMIREZ

En el primer semestre de este año 15 por ciento de los menores que acudieron a la Unidad Departamental de Valoración Médica de la Dirección General del Trabajo y Previsión Social, del Gobierno del Distrito Federal, con la finalidad de obtener un permiso para trabajar durante sus vacaciones, lo hicieron debido a que sus padres se quedaron sin empleo, reveló la titular de la unidad departamental, María del Carmen González Cortez.

El problema creciente de despidos injustificados en la administración federal y en la iniciativa privada en lo que va del año disparó el número de menores que demandaron permisos para trabajar, tras concluir el periodo escolar 2000-2001, indicó.

Un diagnóstico del primer semestre del año reveló que la demanda de menores para trabajar rebasó la del año pasado durante el mismo periodo, "en los primeros seis meses de este año se efectuaron un total de 6 mil 340 exámenes con un avance porcentual de 57 por ciento en relación a la meta de 11 mil que requirieron un permiso para laborar el año pasado".

Del total de menores que buscaron empleo al término del año escolar, 2.6 por ciento cursan primaria; 82.39 por ciento secundaria y 14.97 por ciento algún grado de nivel bachillerato, preparatoria y/o carrera técnica.

De acuerdo con el diagnóstico, 55 por ciento de las familias de los menores que demandaron empleo "viven y sobreviven con un salario mínimo, en tanto que 67 por ciento del total estudiado lo hace con dos salarios mínimos, monto económico insuficiente y precario para solventar las necesidades básicas", destacó González, quien agregó que otro dato importante es que 34 porgrafica ciento de estas familias está integrada por 5 a 7 miembros.

Necesidad y estabilidad

Apuntó que dadas las condiciones de depauperación familiar procuran mantener su trabajo, "son disciplinados, puntuales y procuran no ser despedidos por enfermedad o faltas reiteradas".

En relación con el sexo se observó un incremento de la aceptación para el trabajo de mujeres como empacadoras, esto debido a la coordinación que se tiene establecida con las diversas cadenas comerciales y la Dirección General de Trabajo y Previsión Social, en donde se insiste que debe existir igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, y no como antaño (1992), cuando la mujer accedía al puesto de empacadora en 5 por ciento del total.

Para sorpresa de esa unidad departamental, los adolescentes que ingresan al mercado laboral en el puesto de empacadores no dejan de estudiar, indicó.

González Cortez informó que además de los exámenes sicofísicos a menores empacadores, los padecimientos detectados con más frecuencia fueron caries en diferentes grados, implantación dental defectuosa, parasitosis intestinal, miopía y estrabismo, bronquitis aguda y gastroenteritis aguda. Los dictámenes por riesgo de trabajo ocurridos revelaron 43 casos de menores que sufrieron accidentes en las industrias de la construcción, manufactura, tortillerías, panaderías y talleres mecánicos; de ellos, 23 tuvieron secuelas o incapacidad parcial permanente. Indicó que en este tipo de trabajos los requerimientos del puesto exceden enormemente la capacidad física y mental de los menores adolescentes, esto aunado a que no existen programas de capacitación en seguridad e higiene y que los patrones no proporcionan equipo de protección personal.

Diariamente, en este otro mercado oculto del mundo del trabajo laboran menores que en ocasiones abandonan sus estudios, "que tienen sus sueños rotos, que se les negó el juego como proceso de socialización primario y sobreviven sin perspectiva de vida y trabajo", concluyó.