Ť Tel Aviv rechaza cualquier vínculo con la muerte de seis miembros de Fatah
Ataca Israel con misiles un cuartel de la policía palestina en Gaza
Ť El gobierno de Sharon justifica que ahí se fabricaban armas; 4 heridos por los disparos
Ť Nuevo llamado del gobierno estadunidense para que ambas partes "actúen con moderación"
AFP, REUTERS, DPA Y AP
Jerusalen, 30 de julio. Helicópteros militares israelíes dispararon hoy tres misiles contra un edificio del cuartel general de la policía palestina en Gaza, con saldo de cuatro policías heridos, mientras las Brigadas de Al Aqsa, brazo armado de Fatah, amenazaron con vengar de manera "rápida y dolorosa" la muerte de seis de sus militantes cerca de la ciudad cisjordana de Nablus, el pasado domingo.
Israel rechazó cualquier vinculación con la muerte de los seis palestinos y aseguró que fallecieron debido a "un accidente de trabajo", término con el que Tel Aviv hace referencia, usualmente, a explosiones ocurridas durante la manipulación de bombas.
Estados Unidos hizo un nuevo llamado a palestinos e israelíes para que actúen con moderación, mientras el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan, deploró la muerte de los activistas palestinos, que atribuyó "a las fuerzas israelíes" y el ataque en Gaza.
No hay respuesta oficial
En tanto, la prensa dio a conocer un documento de la cancillería israelí que plantea la entrega de "generosas" porciones de tierra como una forma de lograr que el presidente palestino, Yasser Arafat, opte por las negociaciones de paz. El documento, elaborado por la división de Inteligencia del ministerio, fue dado a conocer en primer lugar por Radio Israel, pero hasta el momento no hay una reacción oficial.
El ejército israelí afirmó en un comunicado que los helicópteros "atacaron un edificio del cuartel general de la policía palestina que servía de fábrica de armas y de obuses de mortero en Gaza", e informó que en los últimos meses "los palestinos han disparado más de 230 obuses contra posiciones del ejército y localidades (colonias) israelíes en la franja de Gaza".
El bombardeo dejó cuatro policías con heridas leves y seis más debieron recibir tratamiento porque se encontraban en estado de shock. El inmueble sufrió daños considerables y otros edificios fueron evacuados.
La Autoridad Nacional Palestina condenó el ataque en Gaza y lo calificó como "un nuevo crimen" contra los palestinos. En un comunicado Nabil Abu Rudeina, consejero del presidente palestino, Yasser Arafat, llamó a la comunidad internacional, especialmente a Estados Unidos, "a actuar rápidamente para poner fin a la agresión israelí y garantizar la protección de los palestinos".
El bombardeo ocurrió unas horas después de que fueron disparados tres obuses de mortero contra la colonia israelí de Netzer Hazani, en el sur de la franja de Gaza. Asimismo, caza-bombarderos israelíes sobrevolaron la ciudad de Rafah, también al sur de la franja de Gaza, cerca de la frontera entre Israel y Egipto.
En esta jornada dos policías fronterizos, uno de ellos mujer, resultaron heridos por un ataque de presuntos palestinos armados cerca de la localidad de Tulkarem, en Cisjordania. Una llamada a nombre de las Brigadas de Al Aqsa reivindicó el atentado y afirmó que fue en respuesta "al asesinato de seis de los nuestros".
Un judío ultraortodoxo fue apuñalado en la Ciudad Vieja de Jerusalén, dos palestinos atacaron con arma blanca a una joven israelí en la colonia de Armon Hanatziv, y una niña de siete años, hija de colonos israelíes, sufrió heridas leves por la explosión de dos obuses disparados contra el asentamiento de Kfar Darom, al sur de la franja de Gaza. Una bomba de escasa potencia estalló en un mercado de Jerusalén sin causar víctimas.
Mientras, unas 7 mil personas participaron en los funerales de los seis activistas palestinos muertos el domingo. Un responsable de Fatah en Cisjordania, Hussein al-Cheikh, advirtió que Fatah, el movimiento de Arafat, "lanzará una vasta operación militar contra objetivos israelíes".
En Damasco, expertos de 13 países árabes reunidos desde el domingo acordaron un boicot directo a Israel como "una forma de resistencia pacífica para frenar el impulso de la máquina de guerra israelí". Sin embargo, no lograron un acuerdo sobre un bloqueo indirecto, que afectaría a las empresas de terceros países que traten con Tel Aviv.