VIERNES Ť 3 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Fortalecerá las alianzas que el presidente Fox busca para reducir la brecha económica
La visita de Blair, clave en la relación con Europa
Ť El primer ministro de Gran Bretaña recorrerá el complejo petroquímico de Cantarel
GEORGINA SALDIERNA Y ROBERTO GARDUÑO
La primera visita de un premier británico a México forma parte del nuevo proceso de acercamiento económico y político con Europa que impulsa el actual gobierno. El mes pasado llegó el jefe del gobierno español, José María Aznar, ayer fue recibido Anthony Blair, y a finales de agosto se encontrará en territorio nacional el canciller alemán Gerhard Schroeder.
De acuerdo con el análisis de las autoridades mexicanas sobre este proceso, la presencia de Blair también significa un acercamiento al más alto nivel con el segundo socio comercial del país, y fortalece la política de alianzas que el presidente Vicente Fox quiere establecer para disminuir la brecha económica y combatir la pobreza, promoviendo el comercio y la inversión.
La visita del primer ministro inglés a México fue tomada con tanta seriedad, que la Presidencia de la República organizó todos los eventos oficiales en el recinto legal del Poder Ejecutivo, el Palacio Nacional. A ese lugar el presidente Fox y su esposa Martha Sahagún llegaron poco después de las nueve de la mañana, para esperar con tiempo al premier, a su esposa Cherie y a la comitiva que los acompaña.
Fue tanto el cuidado, que poco antes de la recepción oficial -pactada para las 9:30- el mandatario mexicano se dio cuenta de que su calzado no estaba lustrado, por lo que ordenó a sus ayudantes del Estado Mayor Presidencial que buscaran con urgencia a un bolero. Los militares hallaron pronto a un veterano lustrador, que en cuestión de minutos cumplió con el deseo del Presidente, apenas a tiempo para recibir a los británicos, que fieles a su tradición llegaron puntuales al acto.
Sobria ceremonia
Se trató de una ceremonia sobria, en la que se escucharon los himnos de los dos países y los mensajes de los gobernantes. Luego vendría la revista a la guardia de honor y el saludo a cientos de pequeños, que a la orden de sus maestras ondeaban banderitas mexicanas y del Reino Unido.
Cuando la recepción oficial había terminado y las comitivas se dirigían al despacho presidencial para la ronda de conversaciones privadas, la esposa del presidente Fox, Martha Sahagún, volteó a saludar a algunos reporteros, y al reiniciar su andar tropezó y cayó de rodillas al suelo. Cherie Blair pareció no inmutarse, porque el escolta militar que seguía a las esposas de los mandatarios levantó muy rápido a la cónyuge del mexicano.
Al mediodía Anthony Blair y Vicente Fox ofrecieron una conferencia de prensa para informar de los resultados de su encuentro privado. Durante la ronda de preguntas y respuestas, un reportero mexicano lanzó una interrogante incómoda y ello provocó malestar al canciller Jorge G. Castañeda, quien enrojeció y se arrellanó en la silla que ocupaba, al tiempo que movía la cabeza de un lado a otro, desaprobando al periodista.
La agenda de Fox y Blair junto a sus esposas continuó con un recorrido para conocer los murales de Diego Rivera en Palacio Nacional, y el Museo de Sitio del Templo Mayor. Las actividades oficiales concluyeron con un almuerzo que ofreció el Presidente mexicano a sus invitados.
Este viernes los dos mandatarios viajaran al estado de Campeche, para visitar el complejo petroquímico Cantarel y una plataforma petrolera, mientras que Cherie Blair se quedará en la ciudad de México para visitar el hospital ABC. Por la tarde Vicente Fox acompañará a Anthony Blair hasta el centro turístico de Cancún, donde el británico pasará con su familia una semana de vacaciones.