VIERNES Ť 3 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Como el sector público, el privado también comenzó a bajar los salarios
Mejora el riesgo-país de Argentina y la bolsa sube; Cavallo, detrás del préstamo del FMI
Ť La actitud de Wall Street con ese país es desalmada, recriminó Nicholas Brady
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 2 de agosto. Ni el espaldarazo verbal de ayer tanto del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ni del premier británico, Tony Blair, ni la llegada mañana del secretario del Tesoro estadunidense, John Taylor, han logrado calmar la situación económica local, aunque hoy el riesgo-país descendió de su pico de ayer cuando llegó a casi mil 700 unidades a mil 598 puntos básicos, mientras la bolsa subió moderadamente 2.59 por ciento.
El ministro de Economía, Domingo Cavallo, se prepara para viajar y espera con fuerte expectativa la llegada mañana del secretario del Tesoro estadunidense, John Taylor, quien podría interceder para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) adelante partidas comprometidas, y además, podría dar detalles sobre un presunto préstamo de Estados Unidos que rondaría los 8 mil millones de dólares, después del firme apoyo de Bush ayer. Asimismo, otros países podrían adelantar dinero comprometido anteriormente.
El efecto de la crisis se reflejó en la caída de la recaudación de julio, calculada oficialmente en 8.7 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior y es una severa advertencia para el gobierno. La actividad económica sigue estancada con tendencia a disminuir y después de un domingo tenso y de los fuertes debates en el Senado que aprobó forzadamente el proyecto de ley de Déficit Cero, se vivieron 48 horas de fuerte zozobra.
Algunos estiman que la baja tributaria fue una señal que aumentó la desconfianza de inversores y la angustia del argentino medio que se pregunta Ƒqué más quieren de nosotros?, y no tiene respuesta. Las mayores centrales sindicales están elaborando un plan con nuevas alternativas, que no recaigan sobre la gente, ya que existe desesperación social, advirtieron.
Las incertidumbre sigue siendo el panorama argentino, a pesar del enorme sacrificio impuesto a la población, después que el Senado convalidó el pasado 29 de julio una rebaja salarial de 13 por ciento y ahora se menciona hasta de 20, a partir de un piso de 500 pesos (dólares) en jubilaciones y salarios públicos.
Esta política se está extendiendo al sector privado, que se montó rápidamente sobre la crisis y comenzó a bajar salarios. La situación social se agrava hora con hora y la reducción de partidas para salud y educación se hace sentir en estos momentos. Mientras continúan las protestas en las calles, las centrales sindicales anunciaron movilizaciones masivas para los próximos días. En la provincia de Buenos Aires el gobernador justicialista Carlos Ruckauf estudia cancelar 60 mil contratos, lo que incrementará fuertemente las cifras del desempleo superiores oficialmente a 17 por ciento y extraoficialmente a más de 20 por ciento. La administración provincial armó un cronograma de emergencia, se pagarán sueldos por etapa y el gobierno nacional aceptará los bonos patacones (emitidos por los gobiernos estatales).
El periódico La Nación dijo hoy en un análisis, que ''como Corea en 1997, como Turquía el año pasado, la Argentina pedirá al FMI un aumento sustancial de dinero para enfrentar una nueva crisis financiera''.
Desde Washington el ex secretario del Tesoro, Nicholas Brady, describió la actitud dominante en Wall Street con respecto a la Argentina, en los siguientes términos: ''es algo que yo llamaría bailar alrededor de la tumba''. Consideró estas posiciones como ''desalmadas, porque Argentina está tratando de adoptar las reformas necesarias que le permitan mantener el curso'', señala el periódico.
Desde diversos sectores, incluyendo a gobernadores del opositor justicialismo, sigue instalada la idea de un ''golpe de mercado'', ya que a pesar de los ''dolorosos pasos'' algunos sectores financieros se muestran lejanos. Esta situación enerva aún más a aquellos que recuerdan cómo estos mismos mercados convalidaron la fuerte corrupción del gobierno anterior, que en buena parte derivó en esta crisis.
Los rumores y especulaciones giran tanto en torno a una posible devaluación como a una dolarización, pero encuestas de Gallup señalan que los argentinos mayoritariamente esperan que se mantenga la convertibilidad. Los trabajadores de la Dirección General Impositiva (DGI) denunciaron hoy que el gobierno está definanciando al sector para llegar a un objetivo preciso: la privatización de esa institución.
La desconfianza interna crece mientras todo parece atrapado en un tiempo de inmovilidad que nadie sabe cuánto durará. Pero esa impasse juega contra la gente real y varios juristas locales se proponen comenzar una acción internacional, ante lo que consideran medidas oficiales que violan diversos derechos de la población y de los más débiles. ''Estos criterios indican que el gobierno nacional, crisis mediante, transgrede, una vez más, el principio de los derechos adquiridos, pero el problema es mucho más grave en la medida que estos sacrificios son impuestos a una serie de personas y/o entidades en beneficio de sólo un sector determinado, que resulta de este modo beneficiado por un régimen político de privilegio''.