VIERNES Ť 3 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Continúan paros de empleados públicos en Argentina
El partido de De la Rúa pone en duda la efectividad del ajuste económico
AFP, REUTERS, AP Y DPA
Buenos Aires, 2 de agosto. Los empleados públicos de Argentina, entre ellos maestros y docentes universitarios, continuaron hoy con paros y manifestaciones en protesta por los recortes salariales previstos en el plan gubernamental para lograr un déficit fiscal cero, mientras las centrales obreras analizaban nuevas medidas de lucha.
Por todo el país se extendió el rechazo de miles de funcionarios que, como mínimo, al igual que los jubilados, verán recortados sus salarios a partir de los 575 pesos (igual en dólares), para llegar a un tope en el que nadie podrá percibir más de 500.
En la provincia de Buenos Aires, los empleados estatales iniciaron un paro en sus lugares de trabajo, en reclamo del pago de sus salarios de julio que debían haber cobrado hoy, y cuya distribución fue postergada para la próxima semana.
El secretario general del gremio, Carlos Quintana, en declaraciones a la prensa, dijo que "nuevamente los trabajadores estatales sufrimos otro atropello, que sumado al pago de haberes con bonos, hace que continuemos siendo la variable de ajuste de los planes económicos contrarios a los intereses del pueblo".
En la capital federal hoy se realizaron paros y manifestaciones de los trabajadores del Banco Central, de los ministerios de Justicia y de Salud, así como de empleados de Aerolíneas Argentinas, éstos frente al edificio de Telefónica, porque la empresa española despidió a funcionarios que se solidarizaron con el personal en conflicto de la línea aérea.
Entre tanto, las dos centrales obreras mayoritarias: la Confederación General de Trabajadores (CGT) y los piqueteros (que cortan rutas) se reunieron por separado para analizar nuevas medidas de fuerza.
Las dos alas en las que está dividida la CGT, la oficial y la disidente, decidieron organizar una jornda de movilizaciones en el país en este mes, sin precisar aún la fecha.
A su vez, el partido del presidente Fernando de la Rúa, la Unión Cívica Radical (UCR), puso en duda la efectividad del plan de ajuste económico implantado por el gobierno, dando una muestra más de las divisones en la coalición oficialista que mantienen en vilo a los inversores. "Es difícil entrever, con estas medidas que se han tomado, una reactivación", dijo el ex presidente Raúl Alfonsín, titular de la centrista UCR de De la Rúa, la principal fuerza de la Alianza gobernante.
Asimismo, el ex mandatario argentino calificó como "muy buenas" las adhesiones que recibió desde diversos sectores políticos a su propuesta de unidad nacional, pero advirtió sobre la necesidad de que el programa de déficit cero dispuesto por el gobierno sea "con hambre cero".