Antonio Gershenson
¡Muy buena idea!
En un desplegado la Asociación de Banqueros de México ha dado una muy buena idea para resolver el asunto de la vigilancia inmóvil en los bancos: "Los ciudadanos pagamos impuestos para recibir a cambio seguridad y demás servicios públicos". Claro, hay de ciudadanos a ciudadanos. Unos pagan más impuestos, otros menos y otros nada.
Los bancos no son de los que pagan. Se ha publicado reiteradamente que a los bancos se les ha diferido el pago de impuestos por un tiempo que no está claramente establecido como tal. Pero además estos pagos, aparentemente, son retenciones a clientes, no sólo o no tanto lo que el banco como tal hubiera tenido que pagar, porque el sector financiero está lleno de exenciones de impuestos. Entre muchas otras, ahora que se acaba de consumar la compraventa de Banamex, ahí no se pagó IVA ni impuesto sobre la renta ni nada.
Dada esta situación tal vez debamos entender la afirmación arriba citada de la Asociación de Banqueros de México como un ofrecimiento de, ahora sí, pagar impuestos y que las autoridades les paguen la vigilancia. Aquí hay que tener presente que, a cambio de nuestros impuestos, todos estamos recibiendo seguridad, aunque tal vez no toda la que quisiéramos. Si deseamos que, además de las patrullas o bicicletas circulando, de los policías de a pie, haya un policía fijo en la entrada del edificio en el que vivimos o trabajamos, ese sí lo tenemos que pagar aparte y esa es la vigilancia que los banqueros quieren tener sin pagarla.
Pero si ya van a pagar impuestos no parece que vaya a haber problema. Sobre la base de las cifras publicadas en los últimos días, vemos que con lo que se dejó de pagar de impuestos por la compraventa de Banamex alcanza para pagar la vigilancia "de planta" en todos los bancos del Distrito Federal durante 25 años. De modo que nadie podría desdeñar el noble ofrecimiento del desplegado que mencionamos, pues con estos montos no es difícil que las participaciones fiscales del gobierno del Distrito Federal alcancen para esto y más.
No sólo eso. Con esos impuestos ahora no cubiertos, que en todo caso al pagarse hubieran hecho que las utilidades de uno de estos bancos no hubieran subido en el último trimestre 70 por ciento, sino algo más modesto, el gobierno no tendría que estar molestando a la gente al quererles cobrar el IVA hasta por comprar unos ejotes, una medicina o un libro. Tampoco tendría que quitarle a Pemex más del 100 por ciento de sus ingresos, como sucedió en 1999 y en el 2000, dificultando enormemente el que cumpla con sus funciones y condenándolo a un endeudamiento nada deseable. Y podría, en serio, aumentar el gasto social para más clínicas, escuelas públicas, mejor salario para maestros y otras cosas.
La Secretaría de Hacienda, entonces, debe tomarles la palabra a los banqueros y aplicarles el mismo régimen fiscal que nos aplica a los demás ciudadanos. Debe hacerles caso cuando se ubican a sí mismos entre los ciudadanos que pagan impuestos. En esas condiciones creo que no objetaremos que de los recursos públicos se paguen policías para estar de planta en las puertas de los bancos.