viernes Ť 10 Ť agosto Ť 2001
Luis Javier Garrido
La rectificación
La decisión de rectificar un acto de gobierno equivocado puede tener sus costos políticos, pero la intransigencia de no hacerlo puede resultar fatal para el destino de un gobierno -y de un régimen-, y ésa es la disyuntiva frente a la cual se encuentra Vicente Fox luego de su traspiés al intentar imponer al país una contrarreforma en materia indígena: rectifica o pone en riesgo el resto de su sexenio.
1. El malestar social generado por las políticas oficiales en materia agraria e indígena ha sacudido al país, pero la administración foxista no parece estar muy impuesta a lo que pasa en el campo mexicano. El mismo día del aniversario de Emiliano Zapata (8 de agosto), cuando los emisarios de Fox -Santiago Creel y Jorge G. Castañeda- partían a Washington a solicitar la ayuda de su amigo George W. Bush y los mexicanos parecían tomar nueva conciencia del desastre al que la actual administración lleva al México rural, Fox y sus colaboradores insistieron en que las políticas seguidas son correctas.
2. La situación que está generando el descontento no se debe nada más a las políticas seguidas por los gobiernos priístas, sino que ha sido agravada por las decisiones del nuevo gobierno que aplica políticas muy similares a las de sus predecesores priístas, y el caso de la grave crisis que ha generado la imposición de la contrarreforma indígena es muy significativo.
3. Las vías que el gobierno tiene para salir del grave problema en que se metió al promover con evidente mala fe la contrarreforma indígena y menospreciar la lucha nacional e internacional por los derechos de los pueblos indios no son muchas, y la más congruente sería impulsar una verdadera reforma constitucional, acorde con el marco jurídico internacional en materia de derechos indígenas y conforme a los acuerdos de San Andrés, y negociarla con los legisladores tal y como acontece en los gobiernos eurooccidentales que el foxismo tiene por modelos.
4. El problema ahora es mucho más difícil de enfrentar y los riesgos de que la miopía oficial lleve al país a la violencia son muy grandes, sobre todo si el gobierno insiste en su estrategia original de imponerse a las comunidades indígenas por medio del dinero y de los grupos paramilitares. La tentación de querer a toda costa renegociar con el EZLN lo pactado en San Andrés y encontrar fórmulas intermedias en las cuales los zapatistas acepten claudicar de algunos derechos, no parece tener futuro. Por mucho que los voceros oficiales insistan en que los campesinos indígenas de Chiapas no tienen voluntad de diálogo, es muy difícil para Fox explicar por qué está obcecado en no cumplir lo pactado.
5. El gobierno foxista fue el que llevó al país a la grave situación actual por su cerrazón y su fanatismo neoliberal, y tiene la obligación histórica de resolver la crisis actual.
6. Los últimos acontecimientos han mostrado la cerrazón de Fox y de sus colaboradores, obstinados en imponer a los pueblos indígenas (como a todos los mexicanos) su modelo de vida, que es casualmente el mismo del gobierno republicano de Estados Unidos; obsesión que sustentó las modificaciones constitucionales. ƑO de qué otra manera debería entenderse el proyecto que las oficinas de Fox trabajan con empresas privadas para someter al México indígena a un modelo de desarrollo, y dentro del cual, según se filtró, el Tec de Monterrey pretende dotar de nuevas tecnologías a las indígenas "para la difusión de sus lenguas"? (El Financiero, 8/08/01)
7. El proceso constitucional mostró la ignorancia jurídica de los funcionarios mexicanos y la urgencia de que adquieran una mínima cultura jurídica. Al cúmulo de barbaridades expresadas en estas semanas por funcionarios públicos, se agregó lo dicho por el gobernador chiapaneco, Pablo Salazar, a La Jornada (9/08/01) señalando que Fox no podía haber vetado la famosa contrarreforma y que en cambio sí tenía la posibilidad de no publicarla, todo lo cual es políticamente absurdo, pues la contrarreforma la ha impulsado Fox, además de que jurídicamente es equivocado, como es que los gobernadores se tornen en intérpretes de la Constitución. El veto no es un rechazo tajante, sino parte de un diálogo entre Legislativo y Ejecutivo, y Fox sí pudo en un plazo de diez días útiles (que ya transcurrió) vetar dichas modificaciones para obligar a los legisladores a tomar en cuenta sus observaciones en una nueva discusión, aun cuando sea motivo de controversia. Que el Ejecutivo no publicara la ley, como el gobernador sugiere, implicaría para éste violar la Constitución, pues la publicación no es su privilegio, sino su obligación y en consecuencia sería llevado por los legisladores a una controversia constitucional en los términos del artículo 105 para que el Poder Judicial lo obligara a hacerlo.
8. El aspecto más preocupante del proceso constitucional lo constituye el papel deplorable del Presidente, principal responsable de lo que acontece, pues sin hacer honor al compromiso del gobierno federal y traicionando sus ofertas de campaña envió en diciembre la iniciativa de la Cocopa a los legisladores pidiéndoles no aprobarla; en sus oficinas se pergeñaron los primeros meses de 2001 y luego cabildeó, no para la aprobación del proyecto original, sino para su modificación, aplaudió en mayo la contrarreforma aprobada por los senadores cuando aún no concluía el proceso y ahora pretende imponerla a toda costa.
9. El último episodio vergonzoso para el nuevo gobierno en torno a la "ley indígena" se suscitó tras las palabras pronunciadas por Fox al recibir al primer ministro británico, Tony Blair, cuando en un arrebato propagandístico puso nada menos que de ejemplo para el mundo lo acontecido en Chiapas, y afirmó que al recibir las modificaciones constitucionales aprobadas por el Constituyente permanente las publicaría de inmediato (2 de agosto), lo que suscitó al día siguiente la airada protesta de los legisladores que le informaron que se las habían enviado dos semanas atrás, y forzó a su vez la rectificación del secretario de Gobernación, Santiago Creel, quien indicó que en una semana aparecerían en el Diario Oficial. En cualquiera de los supuestos que se busque interpretar las palabras de Fox, hayan sido producto de la mala información de los redactores de sus discursos o de su propia mala fe, lo cierto es que tras la ignorancia e ineptitud que denotan, no pueden ocultar el desprecio del gobierno hacia la causa de los pueblos indios.
10. El primero de diciembre de 2000 las condiciones estaban dadas para alcanzar la paz en las comunidades indígenas y para lograr que éstas pudieran ser los actores de su propia evolución histórica, y el albazo oficial está impidiendo ese posible proceso, con lo que la única forma de retomar el camino sería la rectificación.